La atención a los crianceros: el desafío de hacer patria sanitaria en suelos cordilleranos

Los agentes sanitarios del Hospital de Las Lajas efectúan la atención primaria de la salud en la cordillera andina a unos 50 crianceros en la veranada.

Los agentes sanitarios del Hospital de Las Lajas efectúan la atención primaria de la salud en la cordillera andina a unos 50 crianceros en la veranada.

Hay suelos cordilleranos neuquinos que parece que se han quedado detenidos en el tiempo. Allí aún es todo manual, no hay nada mecánico. Las costumbres ancestrales se mantienen como un sagrado deber. Hombres, mujeres y hasta niños hacen patria en lo más profundo de la cordillera andina y mantienen la tradición de los crianceros como en los primeros tiempos. Las lejanías se acortan a lomo de caballo y los hogares de temporada son simples ranchos. En esas latitudes hasta lo más pequeño cobra una enorme relevancia y todos son felices cumpliendo el legado que viene de generaciones pasadas. Todos son felices en medio de esa vida llena de esfuerzos y sacrificios. Hasta allí, con los mismos sacrificios, cada mes de enero de cada año una “legión” de agentes sanitarios llegan también a hacer patria por la salud. Esta es una historia de compromiso, dedicación y camaradería.

En la alta montaña absolutamente todos son familia, Siempre se dice que la montaña une y hermana y aquí tenemos un claro ejemplo. Leonardo Salinas, es un agente sanitario que desde hace 17 años pertenece al sistema de salud provincial y revista como integrante del hospital “José Venier” de la localidad de Las Lajas. “Trabajo en las veranadas desde hace varios años y con otros compañeros completamos visitas en los parajes Pino Hachado, Litrán y Mallín Chileno entre otros. Lo hacemos siempre en el mes de enero”, señaló Salinas a LMNeuquén.

Contó además que por la complejidad de los terrenos en la cordillera andina algunas visitas las concretan en vehículos o en motos. Sin embargo, en la mayoría de los casos lo deben hacer movilizándose en caballos. “Hay veranadas que las debemos visitar a caballo porque no hay acceso vehicular. El único medio para llegar a los puestos ubicados en Codihue, Mollo Cura, El Atravesado, Tres Lagunas y Romerito es solamente a caballo”, remarcó el trabajador de la salud.

El complejo trabajo en territorio
El personal de agentes sanitarios viaja al territorio cordillerano por el término de una semana y al pasar unos días vuelven a repetir el periplo por esas zonas. En cada salida al terreno hacen duplas y se reúnen en un puesto y alistan sus equipos. Antes de emprender la marcha planifican y coordinan cada detalle de las visitas y lugares a recorrer.

“Nos ponemos de acuerdo con los compañeros donde nos vamos a juntar. Y tenemos unas rutas armadas. Unos salen para la zona sur y otros para la zona norte y al tercer o cuarto día nos juntamos en un mismo lugar y terminamos así de visitar los siguientes puestos”, contó Salinas. La totalidad de puesteros visitados al término del trabajo en territorio son alrededor de 50 veranadores. Sobre el trabajo que se despliega, el agente sanitario lajeño mencionó que “principalmente trabajamos la atención primaria de la salud. Hay puestos en los que hay familias completas con niños de corta edad y otros lugares donde hay puesteros solos” Al respecto comentó que se encuentran con personas que toman medicación crónica. Algunos se traen toda su medicación de la invernada y a otros se les deja en ocasión de la visita.

Salinas también recalcó que en cada puesto visitado hablan con sus moradores sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y sobre las cuestiones a tener en cuenta para manejar los residuos. Otro de los temas que está en la agenda de visita tiene que ver con Zoonosis y sobre los métodos y medidas a tener en cuenta para evitar el Hantavirus. “Hablamos mucho de esta enfermedad porque la mayoría de los crianceros tiene ranchos precarios y que muchas veces para guarecerse de los temporales usan un nylon de polietileno negro como techo. Después lo doblan, lo guardan y se lo llevan. Son muy pocos los que tienen alguna buena construcción en material”, contó el agente.

Los puntos de encuentro y las conexiones
El agente sanitario contó también que en la zona de la cordillera hay un lugar que sirve de punto de encuentro o como “estacionamiento”, ya que es hasta ese sitio donde se puede llegar en vehículo. A partir de allí para ir “cordillera adentro” o bien se va caminando o a caballo. “A este lugarviene la mayoría de los veranadores y queda entre los parajes Los Menucos y Las Chaquiras a tan solo 30 km del límite cordillerano con el vecino país de Chile”. Salinas informó que otro de los sitios que cumple la misma función es en el paraje Mollo Cura, precisamente en el puesto de René Salinas. En estos lugares que quedan a seis o siete horas a caballo los veranadores bajan para hacer una llamada telefónica o bien en caso de alguna emergencia.

Respecto a esta sacrificada profesión dijo que “hace siete años que lo hacemos a este trabajo. Lo hacemos primero porque la gente que viene a ‘veranar’ en tres meses a veces no los visita nadie y el trabajo lo hacemos porque nos gusta, es la tarea que elegimos. Yo como agente sanitario en lo particular si tengo que trabajar un sábado o un domingo no tengo problema yo se que más allá de que es un trabajo remunerado uno lo hace con pasión”, destacó Salinas. Asimismo se mostró tremendamente agradecido con cada criancero que abre las puertas de su puesto de par en par y los provee de alimento y de alojo en caso de ser necesario. Algo similar ocurre con el préstamo de los caballos, que a veces a modo de “cobro” solo es un par de herraduras y que ellos mismos ayudan a colocar. En particular agradeció a la familia Quiñiñir y a la del puestero René Salinas por facilitar los animales.

Por último, el agente sanitario mencionó que “en este trabajo que hacemos también marcamos los puntos de coordenadas en todos los puestos y vemos lugares posibles de aterrizaje de un helicóptero para una evacuación. En los últimos cinco años se han hecho tres evacuaciones de algunas personas que se fracturaron y no pudieron sacarlas a caballo y si con un helicóptero”.

Fuente: La Mañana Neuquén