La Banda, salarios en crisis: cómo estalló el conflicto que expuso a Roger Nediani

2025 pasará a ser el año en que la cuestión salarial dejó de ser un trámite administrativo para convertirse en un conflicto social.

2025 pasará a ser el año en que la cuestión salarial dejó de ser un trámite administrativo para convertirse en un conflicto social.

Por tres años, la Municipalidad de La Banda navegó entre bonos, anuncios y alineamientos discursivos con la provincia. Pero en 2025, todo ese equilibrio se quebró: gremios en estado de asamblea, paros, quema de cubiertas frente al palacio municipal y concejales denunciando un «engaño salarial». ¿Qué pasó para que uno de los municipios más grandes atravesara su crisis laboral más tensa en años?

2022–2023: los años del «orden salarial»

A simple vista, el conflicto que estallaría en 2025 parecía impensable dos años antes.

En 2022, el intendente Roger Nediani desplegó una política de bonos y mejoras que mantuvo la paz con los gremios municipales. Hubo un bono de $50.000, luego un adicional complementario de $23.000, y finalmente un bono de fin de año de $200.000, siempre «en consonancia con la provincia», según el discurso oficial.

El clima siguió estable en 2023, cuando Nediani anunció un aumento del 95% en el básico, acordado con SUOEM, SIMUBA y ATE.. Ningún indicio anticipaba la tormenta que se acumularía silenciosamente.

2024: el deterioro sin estallido

Aunque no hubo paros ni declaraciones incendiarias durante 2024, la inflación comenzó a erosionar de forma acelerada los salarios. La Banda no quedó al margen: mientras la provincia avanzaba hacia recomposiciones en aras del bienestar de los empleados del Estado en reales equiparaciones salariales, el municipio mantenía un esquema sin grandes anuncios.

El conflicto todavía no explotaba, pero el desfasaje se ampliaba mes a mes.

2025: el año en que todo se rompió

El inicio del quiebre: el 30% «en negro»

El 22 de febrero de 2025 se convirtió en el punto de inflexión. La Municipalidad anunció una pauta salarial que incluía un aumento del 30% en sumas no remunerativas, es decir, «en negro», y una ayuda escolar de $180.000.

El problema no era solo el porcentaje, sino el contraste: la provincia había otorgado un 100% de aumento en el básico, totalmente remunerativo y bonificable, lo que garantizaba un piso salarial mucho más alto.

La diferencia fue dinamita.

Los gremios reaccionaron de inmediato. SIMUBA denunció que solo se les entregó un comunicado, sin negociación real. Su secretario general advirtió que el aumento no modificaba el básico y que dejaría a los municipales bandeños muy por debajo de sus pares provinciales.

ATE, por su parte, fue categórica:

«El intendente no nos deja participar de una discusión salarial que es muy importante para las y los trabajadores», denunció su conducción provincial, exigiendo que La Banda se ajuste al mismo esquema que el Gobierno de Santiago del Estero.

El conflicto había comenzado formalmente.

La escalada: paros, movilizaciones y quema de cubiertas

A medida que avanzaban los meses, el malestar se amplificó.

En julio, ATE y SIMUBA declararon paro por tiempo indeterminado, denunciando que La Banda se había transformado en «la única excepción» dentro de los municipios que no aplicaron el aumento del 100%.

Las imágenes de quema de cubiertas, bombos y columnas de trabajadores frente al edificio municipal se volvieron postales nunca vistas en décadas en la ciudad. Los gremios señalaban un punto neurálgico: mientras la provincia garantizaba un piso de $800.000, en La Banda muchos municipales cobraban entre $400.000 y $500.000.

Ya no se trataba solo del monto: se había roto la confianza en el manejo salarial del Ejecutivo.

La oposición entra en escena: «engaño salarial» y un Concejo en pie de guerra

Con el conflicto sindical creciendo, el debate político estalló en el Concejo Deliberante.

El Frente Renovador y Libres del Sur comenzaron a denunciar públicamente que Nediani había «dilapidado los recursos» y que había engañado a los trabajadores con incrementos «en negro» que disfrazaban un atraso estructural.

En diciembre, los concejales lograron convocar a una sesión extraordinaria y lanzaron la acusación más dura del año:

El «100% remunerativo sobre el básico» anunciado por el municipio era, según ellos, «un juego de números que esconde una mentira».

Señalaron que el aumento llegó tarde, sin retroactividad y sin un piso salarial digno. Para completar la tensión, denunciaron que muchos empleados recibieron aumentos irrisorios de $1.000, $2.000 o $6.000 según su categoría.

El conflicto ya no era solo gremial: había mutado en una crisis política.

El contraataque del municipio: el anuncio del 100%

Ante la presión mediática, política y sindical, la Municipalidad salió a disputar el relato.

Entre finales de noviembre y principios de diciembre, Nediani anunció que La Banda había alcanzado un aumento del 100% remunerativo y bonificable en el básico, completado con los haberes de noviembre.

El Ejecutivo sostuvo que el incremento fue «progresivo, escalonado y resultado del diálogo con los gremios». También informó que se abonó el bono provincial de $500.000.

Pero ese mensaje chocó con la narrativa gremial.

ATE reconoció la acreditación del 30% adeudado, pero denunció que no se pagó retroactivo, que el básico seguía por debajo del piso provincial, y que persistían descuentos indebidos sobre bonos. La conciliación obligatoria, convocada por la Secretaría de Trabajo, fracasó sin acuerdo.

El conflicto entró entonces en un terreno incierto: legal, político y comunicacional.

El año que redefinió la política salarial de La Banda

El conflicto salarial de 2025 en la Municipalidad de La Banda no fue un episodio aislado: fue la consecuencia de un deterioro acumulado desde la asunción del intendente Roger Nediani profundizado por una decisión clave —el 30% en negro— que quebró la relación entre el Ejecutivo y los trabajadores.

Mientras la provincia avanzó con aumentos fuertes y transparentes, La Banda quedó rezagada, abonando subas sin impacto en el básico y generando un desfasaje visible y humillante para miles de trabajadores.

La crisis terminó de estallar cuando los gremios sintieron que el diálogo ya no existía y los concejales percibieron una oportunidad política para exponer al intendente.

El anuncio del 100% remunerativo llegó, pero llegó tarde: la herida salarial ya estaba abierta y el descrédito político instalado.

El 2025 quedará marcado como el año en que la discusión salarial dejó de ser un trámite administrativo para convertirse en un conflicto social de primera magnitud bajo la gestión Nediani.

Fuente: nuevodiarioweb.com.ar