La base espacial china en Neuquén: ¿Un conflicto diplomático?

A pesar del alejamiento del nuevo Gobierno respecto del “eje del mal” y de las presiones del gobierno de Estados Unidos, Milei exhibe pragmatismo con el comercio exterior y la Base China en Quintuco.

A pesar del alejamiento del nuevo Gobierno respecto del “eje del mal” y de las presiones del gobierno de Estados Unidos, Milei exhibe pragmatismo con el comercio exterior y la Base China en Quintuco.

Las numerosas y contundentes reformas impulsadas por el presidente Javier Milei, no son solo sobre materia política y economía doméstica. También se encuentran aquellas inherentes a la política internacional.

En el mes de diciembre, a pocos días de asumir, el nuevo presidente rápidamente se diferenció en materia de política exterior respecto de sus antecesores, Alberto Fernández y Cristina Kirchner, rechazando cualquier tipo de cercanía con el eje geopolítico liderado por China y Rusia al anunciar el retiro de Argentina del foro multilateral BRICS.

Este eje geopolítico representa a más del 40 por ciento de la población mundial, y está compuesto por 10 naciones: Rusia, India, China y Sudáfrica, Etiopía, Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos y Egipto.

El presidente argentino cerró cualquier posibilidad de integrar este bloque declarando “No voy a hacer tratos con comunistas”, mientras el paralelo declamaba su afinidad con los gobiernos de Estados Unidos e Israel y junto a ellos con todo el espacio de naciones capitalistas y democráticas. Naciones a quien Milei admira profundamente y desea estar alineado.

Algunos analistas pronosticaron que este giro internacional podría traer consecuencias negativas para la argentina, como la interferencia del comercio exterior con nuestro segundo socio comerciales o la eliminación del SWAP con que ya es de U$D 18.000 millones. Pero nada de eso sucedió.

La preocupación por la estación espacial
Habiéndose sostenido las relaciones bilaterales y comerciales entre China y Argentina, aún queda un aspecto muy sensible que preocupa mucho a Estados Unidos: La estación espacial China instalada en Bajada del Agrio, provincia de Neuquén.

En una recientemente entrevista, el embajador Norteamericano, Mark Stanley, alertó que el régimen chino opera la base de observación en la Patagonia de forma secreta «haciendo quien sabe que» y que le sorprende que la Argentina lo permita, poniendo a prueba con estas fuertes declaraciones, la lealtad del gobierno argentino.

Además, esta semana, la jefa del Comando Sur norteamericano, Laura Richardson, visitó el país con la base espacial China como prioridad en la agenda diplomática. Dicha ocasión fue aprovechada por Javier Milei, en primer lugar, para reafirmar su cercanía ideológica con Estados Unidos, pero también para dar muestras de pragmatismo: alinearse con Estados Unidos, no implica romper relaciones con el gran mercado chino. Después de todo, la libertad de las relaciones comerciales entre privados es todo lo que la doctrina liberal predicada por Milei desea.

Así Javier Milei, disfrazado de comando militar, con camuflaje incluido, se reunió con Richardson a quien ratificó “una afinidad natural” con Estados Unidos, con quien comparte “la defensa de la vida, la libertad y la propiedad privada”.

La clara postura de Milei
En el mitin bilateral, Milei no solo volvió a rechazar la posibilidad de que la base China en Neuquén sea militar, sino que además anunció si, la construcción de una base militar, pero con Estados Unidos.

Al final de todas las especulaciones diplomáticas, la gran pregunta que hay que responder es ¿La base espacial solamente tiene fines científicos como dice China o también tiene alguna finalidad militar?. Ni estados Unidos, ni Milei, que no formó parte del acuerdo original con China parecen saber mucho al respecto.

Para ello las autoridades provinciales dieron su versión. Ricardo Esparza, intendente de Bajada del Agrio y conocedor de la diaria en su localidad, negó cualquier tipo de presencia militar por parte de los chinos, en cambio, describió en su localidad, la presencia de un grupo de 6 a 10 chinos, todos ellos jóvenes científicos de entre 25 y 30 años, con quienes lejos de enmarcar en un hermetismo sospechoso, comparten la vida cotidiana del pueblo, llegando incluso a festejar juntos el año nuevo Chino.

Por su parte, el Gobernador Rolando Figueroa, en la misma sintonía, dio señales, mediante un comunicado oficial de que la seguridad y la transparencia del acuerdo entre ambas naciones está garantizada en su provincia.

Dicha transparencia está garantizada en el texto del acuerdo tripartito realizado en el año 2012, entre el Gobierno Chino, con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE), pero también con la Provincia del Neuquén, dueña de las tierras donde está montada la estación espacial.

Dicho acuerdo establece que todas las inspecciones y controles necesarios pueden ser realizados por parte de las autoridades argentinas, incluso permite a los científicos argentinos. Utilizar el 10% del tiempo del radar para fines investigativos de interés nacional.

Figueroa alejó cualquier fantasma conspirativo y desde su posición aseguró: “De frente a la sociedad argentina en general y la sociedad neuquina en particular, deberán realizarse -de ser necesarios- todos los controles pertinentes por parte del Gobierno nacional argentino, para asegurar el cumplimiento efectivo de todos aquellos ítems incluidos en los acuerdos y garantizar, al mismo tiempo, que no existan posibilidades de ninguna actividad que no se encuentre debidamente contemplada”.

Inspecciones a la estación espacial
Por las declaraciones de Milei y de Figueroa, sabemos que en breve se realizarán las primeras inspecciones en la base espacial por parte de las nuevas autoridades provinciales y nacionales y que, si dichas inspecciones arrojan cualquier tipo de actividad militar, sin dudas la base será desmantelada.

Habiéndose ya iniciado un camino que despeje variables conspirativas, solo nos queda analizar el posicionamiento geopolítico en Argentina. A pesar de los muchos errores que ha cometido Argentina a lo largo de su historia, hay que reconocer que una de las pocas políticas exitosas de nuestro país, ha sido mantenerse neutral durante gran parte de los conflictos militares entre potencias extranjeras, tal como sucedió en las guerras mundiales, lo cual trajo al país, muchos beneficios económicos y comerciales.

Con la lección de la historia en la mano, ¿Realmente es necesario una base militar extranjera, no importa si es china o estadounidense en nuestro territorio?

Fuente: La Mañana Neuquén