La calle no es un lugar para vivir
Organizaciones que nuclean y ayudan a los sin techo se dieron cita ayer en Plaza Congreso con una olla popular. Los reclamos son tan simples que cuesta entender que tengan que esforzarse para plantearlos (y, sobre todo, que todavía no se hayan resuelto).
08/10/2018 MUNICIPIOSOrganizaciones que nuclean y ayudan a los sin techo se dieron cita ayer en Plaza Congreso con una olla popular. Los reclamos son tan simples que cuesta entender que tengan que esforzarse para plantearlos (y, sobre todo, que todavía no se hayan resuelto).
El reclamo concreto es el cumplimiento de la ley 3706 de Protección y Derechos de las Personas en Situación de Calle y la sanción de una ley equivalente a nivel nacional. Guillermo, Carlos y Celso, que trabajan en una radio comunitaria en la mutual Homero Manzi, explican: “Militamos para que se aplique la ley 3706, porque pese a que está vigente, el gobierno sigue sin dar respuestas. Reglamentó la ley a medias y no la cumple para nada. Queremos contención y trabajo para la gente en situación de calle, Y queremos que se vea que hay mucha gente nueva, que la dejaron sin trabajo y entonces está en la calle. Pero, tal como dice nuestro lema, ‘la calle no es un lugar para vivir’”.
Además del cumplimiento de la Ley 3706, las organizaciones exigen el pago de subsidios habitacionales, la apertura de los paradores las 24 horas del día (“no pueden funcionar sólo de noche y de día echarte a la calle y dejarte a la deriva”, insiste Guillermo) y el cese de la represión y la discriminación de las personas en situación de calle.
Horacio Avila, que integra el grupo Proyecto 7, asegura: “En situación de calle real, en la Ciudad de Buenos Aires, hay 6300, según el censo que hicimos el año pasado. A esa cifra hay que sumarle los que están en riesgo”. Según el relevamiento de las oraganizaciones, actualmente hay veinte mil personas que reciben un subsidio habitacional. “Si tenemos en cuenta que el gobierno viene achicando programas, sacando subsidios o no ajustándolos, vemos que el panorama pinta mal –describe–. Hay muchísima gente nueva en la calle, familias enteras en la que por ejemplo trabajaban los dos y se quedaron sin laburo, o echaron a uno de los dos y ya no pueden afrontar los gastos. Entre alquiler, tarifas, expensas, los costos son imposibles. Hay algo que nos da la pauta del crecimiento de la cantidad de gente en la calle: en Constitución, Retiro, Congreso siempre hubo, pero ahora se están viendo, y muchos, en barrios periféricos como Villa Devoto, Colegiales.”
Proyecto 7 tiene tres albergues, “en los que no solamente pueden pasar la noche sino también bañarse, lavar la ropa, y que el médico los atienda”, por los que pasan 400 personas por día. “Uno de esos albergues es el Frida, que es específico para mujeres y el primero que acepta trans”, detalla Horacio. Desde la agrupación No Tan Distintas, Florencia cuenta: “Nosotras acompañamos a las mujeres en situación de calle o en riesgo. Vamos armando redes para sostenerlas y apoyarlas en sus proyectos, porque lo primero que hace la calle es dejarte sola. Y no imponemos nada, acompañamos la decisión de cada una”.