En la capital nacional de los secuestros extorsivos un intendente vació el presupuesto en seguridad
Al igual que en todo el 2016, el primer cuatrimestre de este año Morón lideró las estadísticas de secuestros extorsivos.
Al igual que en todo el 2016, el primer cuatrimestre de este año Morón lideró las estadísticas de secuestros extorsivos. Para especialistas en la materia y la oposición el origen tiene que ver con que vaciamiento del presupuesto en seguridad.
De acuerdo a estadísticas oficiales, el departamento judicial de Morón lideró el ranking de secuestros extorsivos en todo el país con 72 casos durante el 2016. Situación similar ocurrió durante el primer cuatrimestre de este año y la crisis en seguridad puso en alerta a toda la comunidad.
La primera lectura que surgió sobre la problemática que se vive en la ciudad que dirige el dirigente de Cambiemos, Ramiro Tagliaferro, se dio a partir del análisis de los gastos que ordenó el año pasado. De un presupuesto total de 3300 millones de pesos invirtió sólo 66 millones en políticas de prevención, lo que representa el 2 por ciento de los recursos municipales, según datos aportados a este portal desde la oposición.
En lo político esta realidad le costó al jefe comunal la desaprobación de la Rendición de Cuentas por parte del Concejo Deliberante, órgano encargado, entre otras cosas, de controlar los gastos, pero desde lo social agravó la preocupación de los vecinos de estos barrios del Conurbano bonaerense.
Al respecto, el concejal del Frente para la Victoria Hernán Sabbatella recordó a INFOCIELO que Morón no sólo es la capital nacional de los secuestros sino también el tercero en robo de vehículos.
“Tagliaferro había presupuestado en 2016 un gasto de 146 millones de pesos para seguridad, una de las áreas más sensibles que tenemos, pero a pesar de eso invirtió sólo 66 millones de pesos”, remarcó el legislador local del kirchnerismo a la vez que agregó: “Esta subejecución, que representa haber usado menos de la mitad de los recursos disponibles es un grave retroceso”.
Esta problemática motorizó también el año pasado la interpelación al por entonces secretario de Seguridad, Sebastián Cinquerru, que más tarde debió renunciar a su cargo para darle lugar a Bernardo Magistocchi.
