La crisis en clínicas y sanatorios ya complica a hospitales municipales de Córdoba

174413_imgLos problemas económicos han reducido la oferta de salud privada en la mayoría de los pueblos y ciudades del interior. Los intendentes deben gastar cada vez más dinero para compensar.

El paulatino cierre de sanitarios y clínicas privadas en el interior provincial y los serios problemas económicos que afrontan aquellos establecimientos que aún subsisten de manera precaria, ha provocado que cada vez más familias se vuelquen hacia el sistema público de salud, saturando los servicios que brindan los diferentes hospitales y dispensarios municipales. Éstos a su vez se han visto obligados a contratar más personal, a sumar nuevas prestaciones e infraestructura sin recibir de la Provincia mayores fondos que permitan compensar las inversiones realizadas.

En el marco de este contexto tan serio, la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Córdoba, que preside Gustavo Traballini, trazó un crítico diagnóstico sobre la situación en la Provincia y alertó a las autoridades sobre el serio riesgo de colapso que existe en el sector privado.

Al analizar la realidad sanitaria de Córdoba, se asegura que han desaparecido en la última década más de 100 clínicas en diferentes pueblos y de las 427 localidades que conforman la Provincia hay más de 250 que carecen de prestadores privados.

En el documento se cuestiona que las obras sociales y prepagas establecen de manera unilateral los aranceles que deben cobrarse a sus afiliados y se toman como referencia para ello los devaluados valores que toma como reales del Apross a nivel provincial.

También la Asociación de Clínicas cuestionó al Pami por haber cambiado la modalidad de pago a sus prestadores, pasando de un “pago capitado” a un sistema “de pago por prestaciones con cartera asignada”. De esta forma, los sanatarios nunca saben en realidad que les paga el Pami en cada liquidación mensual.

“Los incrementos en los costos son constantes, tanto en personal, insumos médicos y no médicos, servicios públicos pero los aranceles no aumentan en la misma manera. En consecuencia, las clínicas y sanatorios se van desfinanciando permanentemente.

Muchas han cerrado y otras tienen serios problemas económicos”, enfatizó Traballini en diálogo con LA MAÑANA.

La entidad destacó que la crisis se agrava porque los plazos de cobranza de prepagas y obras sociales son cada vez mayores, por el alto costo impositivo que pesa sobre ellos de parte de los estados nacional, provincial y municipal y por la falta de crédito.

“Las clínicas y sanatorios generan más de 10 mil puestos de trabajo en Córdoba Capital y en el interior otra cifra parecida. Pero si no se soluciona la situación muchos de estos empleos correrán serio riesgo”, concluyó el dirigente.

Efecto sobre los municipios

Como muchas clínicas y sanatorios del interior provincial han desaparecido o debieron restringir sus servicios médicos para achicar costos, la demanda de la gente se ha traslado de manera directa a los establecimientos públicos.

Los hospitales y dispensarios municipales del interior cordobés han debido incrementar notablemente sus prestaciones y la infraestructura sanitaria pero estas inversiones no alcanzan porque cada vez son más los vecinos que no tienen otra opción que recurrir a ellos por la falta de dinero o de prestadores privados.

Desde los diversos municipios se han elevado reiteradas quejas a la Provincia en los últimos años porque el dinero que les llega todos los meses en concepto de Fofindes no alcanza a cubrir ni la mitad del gasto que generan las prestaciones médicas crecientes. Estas cifras han aumentado en promedio 30% pero los insumos médicos, costos salariales y administrativos crecieron más del 40%.

Fuente: La Mañana de Córdoba