La crisis pega en la Provincia de Córdoba: el gasto crece más que los ingresos
Aun frenando la obra pública y las erogaciones corrientes, las finanzas se deterioran por la merma de la recaudación. Impactan la inflación y la recesión. El primer semestre cerró con un déficit de $ 981 millones.
30/08/2019 PROVINCIASAun frenando la obra pública y las erogaciones corrientes, las finanzas se deterioran por la merma de la recaudación. Impactan la inflación y la recesión. El primer semestre cerró con un déficit de $ 981 millones.
La crisis económica no es “gratis” para las administraciones provinciales, y los números de Córdoba lo demuestran. En el primer semestre del año, los ingresos se siguieron debilitando (y perdiendo contra la inflación), mientras que los gastos corrientes crecieron por encima traccionados por los salarios, que están atados (hasta agosto) al aumento del costo de vida.
De esta forma, el ahorro corriente, piedra basal de la administración de Juan Schiaretti, perdió fuerte con la inflación (prácticamente no creció en términos nominales), condicionando los próximos meses.
En este escenario, según muestra el resultado del consolidado de la Administración Pública no Financiera, que incluye la Administración Central, las agencias (principalmente la Agencia Córdoba Inversión y Financiamiento) y la Caja de Jubilaciones, el Gobierno provincial cerró el semestre enero-junio con un resultado financiero de 981 millones de pesos de déficit.
Esto contrasta con los 990 millones de superávit que había registrado en el mismo período del año pasado.
El rojo se manifestó a pesar del notable freno en la inversión pública, que evidencia una sensible baja en relación con el mismo período del año anterior. En aquel primer semestre de 2018, el plan de obras estaba funcionando a pleno con la idea de que el gobernador pudiera llegar con los cortes de cinta antes de las elecciones.
El resultado primario –esto es previo al pago de los servicios de la deuda– se ubicó hasta junio en 3.553 millones de pesos: un 14 por ciento arriba del resultado del mismo lapso de 2018, pero con una inflación interanual del 54 por ciento, según el nivel general del IPC Córdoba.
Recaudación
En lo que respecta a los ingresos corrientes, los números provinciales muestran un crecimiento interanual de 40 por ciento. Esto es seis puntos porcentuales menos que lo que subieron los gastos en el mismo lapso. La diferencia se debe al impacto combinado de la recesión y de la inflación.
Por un lado, la caída en la actividad está afectando seriamente la recaudación de los impuestos propios, como Ingresos Brutos y Sellos, y los coparticipados, como IVA. También golpea en otros recursos que se redistribuyen desde la Nación, como el Impuesto sobre los Combustibles Líquidos, que se ve impactado por la caída en el consumo de nafta y gasoil.
Por otro lado, la alta inflación indexa el gasto más relevante y menos elástico que tiene la Provincia: los salarios públicos.
La planta de personal significó en el primer semestre una erogación total de 50.424 millones, un 43,6 por ciento más que en el mismo período del año pasado.
Hay que tener presente que hasta el pago de la nómina de este mes, que se efectivizará en septiembre, rige la “cláusula gatillo”, que permite el ajuste de los sueldos copiando el índice de precios al consumidor.
La semana que viene se espera que comiencen las reuniones de los gremios con la Secretaría General de la Gobernación, que conduce Silvina Rivero, para diagramar la pauta salarial del último cuatrimestre. El año pasado, cuando hubo un acuerdo similar, la Provincia presionó para que se contemplara la merma de la recaudación en la indexación de los últimos salarios del año.
El avance en los gastos corrientes respecto de los ingresos también puede verse en cuánto representan aquellos en el total de la recaudación. En el primer semestre de 2018, significaron 86 por ciento; un año después, casi el 90.
Los gastos de capital, que muestran en gran medida las erogaciones en obra pública, en el primer semestre de 2019 totalizaron 16.414 millones, apenas un tres por ciento más que en 2018 en términos nominales: casi 50 puntos porcentuales debajo de la inflación.