La desigualdad subió en el primer trimestre

Cuando el valor del coeficiente Gini se acerca a 1 la desigualdad aumenta. La comparación con el último trimestre de 2022 mostró una fuerte desmejora al pasar 0,413 a 0,446. 

Cuando el valor del coeficiente Gini se acerca a 1 la desigualdad aumenta. La comparación con el último trimestre de 2022 mostró una fuerte desmejora al pasar 0,413 a 0,446.

El coeficiente de Gini ascendió hasta 0,446 en el período, siendo cero el valor que implica igualdad absoluta y uno desigualdad total. Fue el peor dato para un primer trimestre desde el año 2019. Aumentó notablemente respecto del último trimestre de 2022, cuando marcaba 0,413, y también en comparación con el primer trimestre de 2022 cuando había sido de 0,43. según informó este jueves el Indec. La segunda medición destacada es la brecha de ingresos calculada entre el decil 10 (más rico) y el decil 1 (más pobre) de la población, la misma fue de 14 mostrando una caída de un punto frente al trimestre anterior y ubicándose entre las menores de la serie.

Los datos oficiales muestran una leve mejora en la brecha de ingresos dada por la recuperación del empleo. Según el último informe de Indec, la tasa de desocupación en el primer trimestre se ubicó en 6,9 por ciento, marcando el menor nivel desde comienzos de la serie en 2003. A su vez, la subocupación demandante, que comprende a las personas que trabajan hasta 35 horas semanales y quieren sumar más horas, alcanzó en igual período una tasa del 6,3 por ciento, la menor desde el año 2015. Mientras que la tasa de ocupación fue del 45 por ciento, también récord en términos históricos. Todas estas variaciones se produjeron en un trimestre donde la industria registró el mayor crecimiento de los últimos cinco años, al ubicarse 1,9 por ciento arriba del primer trimestre de 2022 y un 11,4 por ciento por encima de la prepandemia. La inflación fue 104,3 por ciento anual, según información oficial, y aceleraba con el último dato de marzo.

Mientras que la mediana del ingreso per cápita en el decil de la población más rica fue de 210.000 pesos, en el décil más pobre alcanzó los 15.444 pesos. De allí que la brecha tome el valor de 14. Si se considera el dato para el total poblacional, es decir unos 29.335.286 de habitantes, la mediana del ingreso per cápita alcanza unos 55.000 pesos mientras que el promedio se ubica un poquito más arriba en los 79.007.

Cabe mencionar que la información sobre ingresos que releva el Indec suele estar subestimada, especialmente en los deciles más altos. Analizado según escala de ingreso individual, se observa que el ingreso promedio del estrato bajo (deciles del 1 al 4) equivalió a 28.356 pesos, el del estrato medio (deciles del 5 al 8) a 70.100 pesos, y el del estrato alto (deciles 9 y 10) a 198.245 pesos en el primer trimestre.

Si esos números se calculan únicamente entre la población que percibe ingresos, los valores aumentan. Así el ingreso medio escala a 123.782 pesos y se advierte una disparidad según géneros: los hombres con un ingreso medio de 144.263 pesos, mientras que las mujeres con uno de 103.964 pesos.

Ahora bien, respecto a la población ocupada, se registró un ingreso promedio de 115.127 pesos y un ingreso mediano de 95.000 pesos, equivalente al límite superior de ingresos del decil 5, bajo el cual se sitúa el 50 por ciento de las personas ocupadas.

El ingreso promedio de los primeros cuatro deciles de la población, ordenada según ingreso de la ocupación principal, fue de 42.953 pesos. El ingreso promedio del estrato medio (deciles del 5 al 8) es de 115.366 pesos, mientras que el ingreso de los deciles 9 y 10 equivalió a 259.195 pesos.

En tanto que respecto a la población asalariada, se registraron 9.595.073 personas con ingreso promedio de 120.973 pesos. El ingreso promedio de las personas asalariadas con descuento jubilatorio fue de 151.773 pesos, con un aumento del 90 por ciento interanual, mientras que en el caso de las y los trabajadores sin descuento jubilatorio el ingreso promedio fue de 65.657 pesos, con un alza del 79,2 por ciento interanual. Ambos por debajo de la inflación que fue de 104,3 por ciento en el primer trimestre.

En el caso de los hogares, los ingresos laborales representaron el 76,6 por ciento de los ingresos totales, mientras que los ingresos no laborales alcanzaron el 23,4 por ciento restante.

El peso de los ingresos no laborales fue mayor para los deciles de ingreso total familiar más bajos, siendo igual al 57,6 por ciento en el primero y 14,3 por ciento en el décimo.

El miércoles por la tarde el ministro de Economía, Sergio Massa, mantuvo una reunión junto al director de la AFIP, Carlos Castagneto, y el director de Aduanas, Guillermo Michel, en la que evaluaron nuevos cambios en el impuesto a las Ganancias que habían sido anticipados más temprando desde la cartera de Hacienda. Estas se sumarán al aumento del mínimo no imponible hasta 880.000 pesos y excenciones del aguinaldo, premios y otros bonos anunciadas semanas atrás y buscan compensar de alguna forma la pérdida del poder adquisitivo de la clase media argentina, muy golpeada por la aceleración inflacionaria del bimestre marzo-abril especialmente. La inflación dio un respiro en mayo en cuanto a su dinámica pero marcó una variación nada desdeñable del 7,8 por ciento mensual. Los especialistas que junio se mantenga en similares niveles o desacelere en torno al 7 por ciento.

Fuente: Página 12