La deuda aún se lleva más fondos que las obras, la salud y lo social

Los compromisos con los acreedores siguen representando el segundo gasto del Municipio, detrás de los servicios públicos. El pasivo se llevó el doble de recursos, por ejemplo, que la inversión en infraestructura

Los compromisos con los acreedores siguen representando el segundo gasto del Municipio, detrás de los servicios públicos. El pasivo se llevó el doble de recursos, por ejemplo, que la inversión en infraestructura

El gobierno municipal espera un fuerte descenso de los vencimientos de deuda para el año próximo. Sin embargo, este año, esa partida continúa teniendo un peso decisivo en el presupuesto ejecutado.

Según el informe que aparece en el Portal de Transparencia de la Municipalidad, la deuda representa el segundo gasto en relevancia, sólo superado por los servicios públicos, que son las principales facturas que el Estado local debe pagar mes a mes.

1.598: Son los millones de pesos que destinó hasta ahora el gobierno municipal para los servicios públicos.

Al 15 de agosto, el Ejecutivo había destinado 1.598 millones de pesos a pagar los servicios públicos, principalmente a Cotreco por la higiene urbana y a Autotrol por el mantenimiento del alumbrado público.

Detrás de esa partida, que es por lejos la más voluminosa de la Municipalidad de Río Cuarto, aparece la deuda, que insumió hasta ahora 808,8 millones de pesos en el año. Ese monto está compuesto principalmente por los compromisos en dólares que el gobierno asumió a finales de 2017 y que todavía está afrontando. La previsión de Economía es que en diciembre de este año se cancele de manera completa aquella emisión de deuda por casi 15 millones de dólares, que requirió dos renegociaciones después de que la moneda norteamericana saltara desde los 17,51 pesos en que se encontraba a los actuales 102,25 de la cotización oficial.

808,8: Es el monto que se pagó en concepto de deuda. Representa el segundo gasto de la Municipalidad.

La gestión local viene sosteniendo que este será el año del saneamiento de la deuda;es decir, espera que desde el 2022 el peso de los vencimientos se reduzca considerablemente y que la deuda ya no absorba la cantidad de recursos que se viene llevando en los últimos años.

Esos 808,8 millones de pesos que insumió la deuda hasta ahora significaron una cifra mayor a cualquiera de las demás funciones que tiene el Estado, principalmente en pandemia.

El pasivo requirió más recursos que, por ejemplo, la Secretaría de Salud y Desarrollo Social, que debe atender dos aristas fundamentales en una época de crisis sanitaria, económica y social como la actual. Para atender la pandemia desde el punto de vista sanitario y para cubrir las necesidades sociales, el gobierno lleva gastados hasta ahora 735,9 millones de pesos, 73 millones de pesos menos que lo que se usó para pagarles a los acreedores.

735,9: Es la cifra, en millones de pesos, que se usó este año para las áreas de salud y acción social.

También quedó atrás la partida que se destina a Emos, que debe prestar el servicio de agua y cloacas y además realizar inversiones en infraestructura. El Ente Municipal de Obras Sanitarias lleva ejecutados 456,4 millones de pesos, según la información oficial.

Obras

Pero otra tarea central del Estado municipal, y en la que el gobierno de Juan Manuel Llamosas hace hincapié, es la realización de obras de infraestructura que vayan acompañando el crecimiento que tiene la ciudad.

Hasta ahora, según la información oficial actualizada al 15 de agosto, la inversión en obras públicas financiadas con recursos propios del Municipio alcanzó los 421,9 millones de pesos. Es casi la mitad de lo que se utilizó para cancelar los compromisos con los acreedores.

Es decir, el núcleo de lo que debe llevar adelante el gobierno en este contexto pandémico -salud, asistencia social e inversión en obras de infraestructura- insumió menos recursos que la deuda.

La discusión que se ha venido produciendo desde 2016, cuando Llamosas asumió su primera gestión, es qué tipo de deuda se está afrontando. El actual gobierno le reprochó al anterior que se había endeudado sólo para solventar los gastos corrientes en vez de hacerlo para financiar obras de infraestructura.

Desde la actual gestión sostienen que se ha cambiado el perfil de la deuda y que los gastos corrientes, es decir, los que el Estado hace para funcionar, son afrontados con recursos propios. De hecho, el Ejecutivo viene presentando informes de ejecución presupuestaria en los que existe un superávit primario, que es el que se obtiene al comparar los ingresos corrientes con los gastos corrientes.

Según el segundo informe trimestral de este año, que abarca la información de los seis primeros meses, hubo en la primera mitad de 2021 un fuerte ajuste en los gastos y un crecimiento de los ingresos por encima de la inflación.

Uno de los interrogantes para los próximos meses es si se podrá mantener ese cuadro de situación, entre otros aspectos porque la inflación presiona sobre los gastos. Por ejemplo, en agosto deberán reabrirse las paritarias municipales y también se han activado los reclamos de las empresas prestatarias de los servicios públicos por incrementos en los cánones mensuales.

La previsión de gastos se hizo con una inflación estimada del 29% en vez del 50 actual.

Fuente: Puntal