La deuda en pesos que Massa posterga se acumula para la antesala electoral

En el inicio de la semana, el Tesoro sólo obtuvo ofertas para renovar 84% de los vencimientos que se propuso "rollear". En 2023, la cuenta se hace cada vez más pesada.

En el inicio de la semana, el Tesoro sólo obtuvo ofertas para renovar 84% de los vencimientos que se propuso «rollear». En 2023, la cuenta se hace cada vez más pesada.

El Tesoro licitó el pasado lunes la renovación de deuda en pesos por $262.000 millones; sólo pudo renovar $219.050 millones (el 84% del total) mientras que tres cuartas partes de los instrumentos colocados vencen antes de seis meses. El otro 25% fueron bonos atados al dólar, es decir con reaseguro por un eventual shock devaluatorio.
Es precisamente ese «shock» lo que Serio Massa busca evitar, a instancias de Cristina Fernández. Concentrado en bajar la inflación con los aún inciertos precios justos, el ministro no logra sin embargo el compromiso de empresas de la alimentación o de las petroleras, mientras el dólar soja impacta en las cadenas agroalimentarias y en las mezclas de biodiésel con gasoil.

La tasa efectiva anual del 120% que está pagando el Tesoro es levemente activa, como lo pide el FMI, que revisa por estas horas las cuentas argentinas. Pero eso no convence a los inversores, que buscan refugios fuera del peso, o -sin alternativa- bien invierten a muy corto plazo.

En 2023 Sergio Massa afronta vencimientos del Tesoro por 1 billón de pesos promedio al mes, pero tiene un salto en julio -en la antesala de las sucesivas elecciones- a 1,7 billón de pesos y algo menos en agosto. El ajuste de las cuentas públicas está en marcha, pero aún así la Casa Rosada necesita financiamiento, sin contar la eventual presión kirchnerista por políticas expansivas en el año electoral.

Massa necesita demostrar que tendrá los US$3 mil millones «dolarizables» que el gobierno chino prometió en el marco del Swap. Aquél anuncio que el ministro trajo de Bali aún no se verifica, pero el tigrense se apresura a mostrar que otros US$500 millones llegarán del financiamiento del gigante oriental para represas en Santa Cruz.

Divisas que no convencen a mercados que miran con recelo el bajo nivel de reservas del BCRA y el incremento de la devaluación gradual (crawling peg) que día a día lleva adelante el gobierno.
Para analistas de la financiera Cohen, «es cuestión de tiempo para que el BCRA vuelva a emitir para financiar significativamente al Tesoro, no sólo para sostener las paridades de los bonos en moneda local (casi $300.000 M en el último mes y medio), sino que ahora también –y con mayor importancia– para financiar el déficit».

Hábil, Sergio Massa avanza contra los pronósticos, pero no evita que se estreche el camino a medida que pasa el tiempo. A mediados de mes, el equipo económico realizó una reprogramación de los vencimientos de deuda del Tesoro para este último bimestre.

La consultora Analytica, que dirige Ricardo Delgado, advirtió entonces que el resultado fue «agridulce». Previo a aquél canje, entre noviembre y diciembre vencían títulos por $1,7 billones, monto que, tras la operación, bajó a $740.000 millones.

«Los vencimientos fueron reprogramados para julio de 2023, el mes anterior a las PASO. En concreto, para junio y julio del año próximo, los vencimientos pasan de $3,1 billones a $4,2 billones. El saldo fue a septiembre, en un instrumento que no suele cotizar y está en manos de organismos públicos (TC22P). Los vencimientos para ese mes pasaron de $1,3 billones a $1,7 billones», explicó el especialista.

Antes de los comicios, los tenedores institucionales renovarán lo que Massa ofrezca. Pero hasta entonces, los bancos privados ven cómo los Fondos Comunes de Inversión pierden interés de quienes deben decidir qué hacer con los pesos, que sobran en el mercado.

Fuente: El LItoral