La economía crecería fuerte el año próximo

FIDE prevé una recuperación de 5,6 por ciento y un incremento de las exportaciones de 10 por ciento. Ecolatina también espera una mejora apuntalada por el crecimiento de la economía mundial.

FIDE prevé una recuperación de 5,6 por ciento y un incremento de las exportaciones de 10 por ciento. Ecolatina también espera una mejora apuntalada por el crecimiento de la economía mundial.

Luego de la fuerte recesión registrada este año, la economía crecería 5,6 por ciento en 2021, con una fuerte aceleración en el segundo trimestre, mientras que las exportaciones podrían llegar a trepar hasta un 10 por ciento, estimó la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE). Ecolatina también pronosticó una fuerte suba de las exportaciones, del 9,5 por ciento, apuntalada por la recuperación en forma de V que se espera para la economía mundial el año próximo.

“El Reino Unido fue el primer país en aprobar la vacuna contra el Covid-19 (Pfizer-BioNTech), dando el puntapié inicial a las campañas masivas de vacunación a lo largo y ancho del mundo. De esta forma, comienza a vislumbrarse cierto optimismo al final de un año signado por la pandemia/cuarentena y su efecto demoledor sobre la economía global”, señaló Ecolatina.

La expectativa de que la tasa de interés de referencia internacional se mantenga cercana a cero, la promesa de un paquete fiscal significativo en la principal economía mundial y una tendencia hacia menores restricciones a la movilidad/producción, refuerzan las expectativas de recuperación de la economía global. Si en octubre el FMI proyectaba un repunte de más de 5 por ciento de la actividad mundial, Ecolatina señala que ahora hay motivos para ser incluso más optimistas: “en 2021 se recobraría todo el terreno perdido producto de la pandemia”, destacó la consultora.

FIDE señaló que «considerando que la negociación con el FMI posibilite el refinanciamiento de vencimientos en el corto plazo, el principal desafío será administrar el uso de los dólares». El informe prevé un balance comercial superavitario de 11.400 millones de dólares, apuntalado por el crecimiento de las exportaciones, y una cuenta corriente será positiva por 5.500 millones de dólares. “Si a ello le restamos la demanda de dólares por dolarización privada, el pago de deuda de las empresas, el escenario base arrojará un saldo favorable de reservas de 1.700 millones de dólares”, destaca.

Ecolatina coincidió en que las expectativas del mercado respecto de la actividad brasileña vienen mejorando: la caída esperada para 2020 -que llegó al 6,6 por ciento- se ubica actualmente en 4,5 por ciento, y se proyecta para el año que viene un rebote de 3,5 por ciento (recuperando buena parte del terreno cedido). Además, China acelerará su tasa de expansión en 2021 tras el magro desempeño por la pandemia.

«Es previsible que la sequía implique pérdida en los rindes de la producción agropecuaria de la campaña 2020/21, especialmente para soja y maíz; sin embargo la mejora en los precios más que compensará esa caída», señaló FIDE. Ecolatina coincidió al remarcar que el fuerte incremento del precio internacional de la soja (que ya se ubica en la zona de 430 dólares la tonelada), debido en parte a los problemas climáticos que afectan la campaña agrícola de Estados Unidos, más que compensa la probable pérdida de producción causada por la seca que afecta nuestro país. “Siempre y cuando la cosecha efectivamente se exporte y no se retenga a la espera de mejores condiciones (léase un tipo de cambio oficial más elevado, menor brecha o reducción de retenciones), habría una mayor liquidación de agro-dólares, insumo clave para reducir las presiones cambiarias de cara a un año electoral”, destacó Ecolatina.

Por último, en materia cambiaria, el informe de FIDE anticipa una devaluación anual del 35 por ciento mientras que respecto de los precios proyecta una inflación anual del 34 por ciento con un sendero descendente. Ecolatina, por su parte, aseguró que las condiciones de liquidez globales -causadas, también, por la baja tasa de la FED- volvieron atractivos a los mercados emergentes. La reversión del fly to quality (que en nuestro país comenzó en 2018, pero que en marzo afectó a todos) está abaratando el financiamiento a gobiernos y empresas de países en desarrollo. En este sentido, el diferencial de tasas (riesgo país) pagado por emergentes ya se encuentra en niveles cercanos a los previos a la pandemia (se ubica alrededor de los 340 puntos básicos a nivel global y en torno a los 380 para la región).

Fuente: Página 12