La empresa YPF y la ciudad de Comodoro Rivadavia, esas «hermanas mellizas» que crecieron de la mano

Una relación indisolubre entre la empresa y la ciudad, marcada por el progreso, la privatización, la reestatización, hacen de YPF y Comodoro Rivadavia un faro de la historia de nuestra Patagonia.

Una relación indisolubre entre la empresa y la ciudad, marcada por el progreso, la privatización, la reestatización, hacen de YPF y Comodoro Rivadavia un faro de la historia de nuestra Patagonia.

La historia de Comodoro Rivadavia, la ciudad más importante de Chubut, declarada capital nacional del petróleo, está «emparentada directamente con YPF porque crecieron de la mano como dos hermanas mellizas», aseguró a Télam el intendente Juan Pablo Luque.

«Este 3 de junio, cuando se cumplan 100 años de la creación de la empresa de bandera, estaremos ante un día muy importante para la historia de la Argentina y particularmente para la historia de esta ciudad porque Comodoro Rivadavia, con la creación de YPF creció, progresó y su presencia está grabada a fuego» interpretó el jefe comunal.

Para Luque, no hay duda de que «quienes pensaron en la creación de YPF realmente tuvieron una visión de futuro que se tradujo para nosotros en progreso e incluso forjaron la idiosincrasia de esta ciudad donde se descubrió petróleo hace 115 años».

Comodoro Rivadavia, cabecera de la cuenca petrolera del Golfo San Jorge, era una pequeña población cuando YPF se asentó, y su presencia fue el inicio de una historia de crecimiento para un conglomerado que se estima en más de 350.000 habitantes.

El Club Huergo, la imponente sede histórica de YPF, el señorial Chalet Huergo, los barrios que construyó la compañía y el hospital Alvear son algunos de los edificios que quedaron para siempre en la arquitectura urbana de esa población, ubicada al sur de Chubut, sobre la costa atlántica.

«Nosotros llegamos a Comodoro Rivadavia desde Santa Rosa, La Pampa, cuando yo tenía apenas 4 años, junto con papá, mamá y el hermano más pequeño», recuerda Carlos Omar Bareilles (85) el referente radial para varias generaciones.

Carlos Omar, como se lo conoce al locutor más experimentado de la Patagonia que sigue con sus programas matinales, recuerda que «mi padre era peón de campo en La Pampa y la verdad que pasábamos muchas penurias económicas».

«Así que un hermano de él le dice porqué no venís acá, que vas a tener una posibilidad de progreso porque trabajo hay mucho» relata el «hombre de la radio» comodorense.

La historia de la familia de Carlos Omar es similar a la de muchos que llegaron a Comodoro Rivadavia de la mano de YPF, empresa que le construía a sus trabajadores viviendas de excelente calidad para que se asienten.

Contaban además con un pasaje gratis por año para viajar a su lugar de origen cuando lo deseaban y también con buques de cabotaje que hacían el tramo Comodoro Rivadavia – La Plata.

«Me acuerdo del San Jorge, el Florentino Ameghino, el La Plata, todos barcos de YPF que llevaban pasajeros y traían provisiones para una población que crecía y demandaba», evoca Bareilles.

Un capítulo aparte merece el Chalet Huergo, declarado recientemente patrimonio cultural, que fuera construido también por YPF.

En él se alojaban las principales personalidades que visitaban la ciudad en franco crecimiento y los viejos pobladores no dejan de mencionar la llegada del Sha de Persia, Reza Pavlhevi, en mayo de 1965 junto a su esposa, la princesa Fara Diba.

También se alojaron allí los presidentes constitucionales Arturo Illia y Arturo Frondizi, y también dictadores como Juan Carlos Onganía, Alejandro Agustín Lanusse y Pedro Eugenio Aramburu.

Toda esa época de progreso, inversiones y trabajo que dieron lugar hasta escenas «glamorosas» como las galas que se hicieron en el Chalet Huergo, se derrumbaron con la caída abrupta del precio del petróleo y la privatización de la empresa estatal, en 1991, con el consecuente despido de más de 4.000 trabajadores de distintas jerarquías y el desmembramiento de empresas de servicios.

«La privatización de YPF fue catastrófica para nosotros porque Comodoro Rivadavia pasó de ser una ciudad de progreso y trabajo a una ciudad de desocupados», describe el intendente Juan Pablo Luque.

Si bien en 2012 la empresa volvió a manos del estado en el marco de expropiación impulsada por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner como parte del proyecto «de la soberanía hidrocarburífera de la República Argentina», la situación mejoró pero jamás volvió a ser como antes.

«La privatización fue una aplanadora para nosotros y si bien se re-estatizó para beneficio de todos, en el caso de Comodoro Rivadavia no volvió a ser lo mismo aunque gracias a Dios otras empresas hicieron el aporte y siguen invirtiendo», explicó a Télam el intendente.

Fuente: Telam