La inflación se queda hasta fin de año

Las estimaciones del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores coinciden con algunas consultoras privadas ortodoxas en que la inflación de octubre volvió a niveles próximos al 3 por ciento.

Las estimaciones del Instituto de Estadísticas de los Trabajadores coinciden con algunas consultoras privadas ortodoxas en que la inflación de octubre volvió a niveles próximos al 3 por ciento.

La canasta de consumo de los trabajadores registrados subió 2,8 por ciento mensual en octubre y alcanzó un avance del 42,5 por ciento en la comparación anual, según el informe difundido ayer por el Instituto de Estadísticas de los Trabajadores (IET). Para la entidad Consumidores Libres, el avance de los precios de los alimentos básicos el mes pasado fue de 1,4 por ciento. Además, el aumento en el pasaje de subte, la telefonía celular, de los cigarrillos y el taxi, que ya se conocen de antemano, elevan la vara para la inflación de noviembre, más la posible suba de la nafta en un porcentaje cercano al 8 por ciento. El ritmo de avance de los precios se redujo en relación a los primeros seis meses, cuando se registró la mayor inflación desde la salida de la convertibilidad. Sin embargo, las consultoras privadas estiman que, en el mejor de los casos, la inflación mensual alcanzaría los valores previos a la megadevaluación de diciembre en el curso de los próximos seis meses.

Octubre fue otro mes de alta inflación. La suba del gas fue determinante en el resultado, pero mes a mes siempre termina apareciendo algún factor que impide que se cumpla la promesa del Gobierno de reducir notablemente el avance de los precios. La consultora Elypsis, dirigida por el economista Eduardo Levy-Yeyati, calculó un aumento de precios 2,6 por ciento en la Ciudad de Buenos Aires y del 2,2 por ciento en el área metropolitana. C&T Asesores difundió un 2,7 por ciento de inflación, al igual que lo registrado por Ecolatina, de Marco Lavagna. Para Miguel Bein, la inflación fue del 2,4, para Economía & Regiones, del 3 ciento, al tiempo que Orlando Ferreres estuvo por debajo de la media con un 1,9.

El índice del IET, que calcula la Universidad Metropolitana de los Trabajadores, subió 2,8 por ciento el mes pasado. La categoría de vivienda fue la que sufrió el mayor incremento por el aumento en el gas. En segundo lugar, el rubro salud creció 4,5 por ciento, seguido por mantenimiento del hogar (1,7) y alimentos y bebidas (1,5 por ciento). Como el gas es un servicio básico, está presente en el consumo de todos los asalariados, aunque tiene un peso relativo mayor en los de menores ingresos. Por eso, la inflación mensual para el decil más bajo (el 10 por ciento de los trabajadores que menos gana) fue en octubre del 3,5 por ciento. Para ese segmento, la inflación anual es del 48,8.

Alimentos y bebidas creció por debajo de la media gracias a que determinadas verduras se reacomodaron a la baja, como fue el caso del tomate (-25 por ciento), el zapallito (-40 por ciento) y la cebolla blanca (-7 por ciento). El zapallo, en cambio, subió un 34 por ciento.

La inflación cedió en relación a los peores meses del año, como enero (3,6 por ciento), febrero (4,8), marzo (3,2), abril (6,7) y mayo (3,5). Sin embargo, todavía está lejos la promesa del Gobierno de reducir el avance de los precios de forma contundente en la comparación con la inflación del año pasado antes de aceleración previa a las elecciones, cuando estaba por debajo del 2 por ciento mensual.

Varios aumentos de precios de los últimos días y otros anunciados para el corto plazo mantienen la expectativas inflacionarias en un nivel elevado. El lunes 31 de octubre comenzó a regir el aumento del subte de 4,50 a 7,50 pesos (67 por ciento), la empresa de telefonía móvil Movistar anunció un incremento del 11,2 por ciento en el precio de los abonos a partir del 14 de noviembre y los cigarrillos de Massalin aumentaron esta semana un 5 por ciento. También los taxis subirán este mes un 5 por ciento y los parquímetros de la Ciudad lo harán en un 100 por ciento. Además, sigue en ciernes una nueva suba de la nafta, que el Gobierno prometió meses atrás al sector pero que ahora pretende estirar en función del panorama todavía delicado de precios. Las empresas exigen una suba de alrededor del 8 por ciento en el precio de las naftas y el gasoil para recuperar rentabilidad ante la caída de las ventas.

Fuente: Página 12