La intendenta de Rosario admitió que cae la cantidad de usuarios de los colectivos

Espera además que le otorguen la audiencia que le solicitó al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para discutir subsidios.

Espera además que le otorguen la audiencia que le solicitó al ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para discutir subsidios.

«Ministro, resulta imperioso que nos convoque a discutir una verdadera política de transporte y financiamiento con espíritu federal». Con estas palabras, la intendenta Mónica Fein se dirigió al titular de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para que la reciba en una audiencia solicitada con carácter de urgente y luego del refuerzo en subsidios que recibieron los colectivos de la Capital Federal y el Area Metropolitana de Buenos Aires (Amba). En otro orden, la jefa comunal admitió por primera vez una caída en la cantidad de pasajeros transportados.

La carta desde el municipio a Capital Federal se envió después de la polémica entre la jefa comunal y el titular de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Horacio Rodríguez Larreta, quien acusó a Fein de administrar mal el servicio público rosarino.

«Habiendo tomado conocimiento de que, por decisión del ministerio que usted conduce, se reforzarán las partidas presupuestarias destinadas al subsidio del transporte urbano de pasajeros de la CABA y su Area Metropolitana, solicito con carácter de urgencia una audiencia para conocer cuáles son los criterios que solventan dicha medida», planteó la jefa comunal.

La misiva, enviada hace ya una semana, es un capítulo más de los cruces entre Nación y municipio por el financiamiento del transporte hacia el interior del país.

Rodríguez Larreta desembarcó hace unos días en la ciudad para acompañar al precandidato de Cambiemos a la Intendencia, Roy López Molina. Y en ese contexto, consideró que si los porteños pagan 21 pesos el pasaje y los rosarinos 23,70, es por «mala administración de la gestión socialista».

Fein recogió el guante y puso en números la asimetría de recursos: «En enero pasado, Nación subsidió el boleto de un habitante de CABA con 135 pesos y el de un rosarino con apenas 39. Esto representa un 350 por ciento».

En el párrafo final de la carta, la intendenta consideró que el transporte de pasajeros está bajo «una profunda crisis de financiamiento en todo el interior del país, y resulta imperioso que se nos convoque a las ciudades que con gran esfuerzo estamos sosteniendo un servicio esencial». El pedido de Fein es para «discutir una verdadera política de transporte y financiamiento con espíritu federal».

La carta fue recibida en el Ministerio de Transporte e inclusive la jefa comunal intentó entrevistarse con algún funcionario del área. El esfuerzo fue en vano aunque prometió insistir en la diligencia.

En baja

Por primera vez a lo largo de su gestión al frente del Palacio de los Leones, Fein reconoció una caída en la cantidad de pasajeros arriba de las unidades. En sintonía se pronunció ayer el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) Rosario, Manuel Cornejo.

«Hay una doble situación preocupante. La gente se traslada menos, pero no sólo en colectivo. Ayer pasaba por el centro en pleno horario pico y la verdad es que hay menos vehículos y también menos actividad económica. Basta con recorrer los centros comerciales para que nos digan que hay una baja en la actividad económica. Además de la situación general, están las variaciones de las pautas salariales de los choferes y los incrementos en el combustible que afectan a los sistemas de transportes», enfatizó la mandataria.

En relación a este diagnóstico, la vicepresidenta del Ente de la Movilidad, la concejala Renata Ghilotti, destacó: «Fein informa números del sistema que jamás llegaron al Ente. Desde diciembre no nos citan y tampoco hizo el estudio de costos de diciembre ni febrero», criticó.

Fein se despidió de la tarjeta Sube a los colectivos rosarinos con los beneficios promocionados para quienes cobran asignaciones sociales o pensiones. «Se podían instalar pero sin beneficios. Cambiar un millón de tarjetas, instalar el nuevo equipamiento simplemente para tener la Sube, sin ningún beneficio, es un gran engorro para todo el sistema», finalizó.

Fuente: La capital