La intendente cortó de cuajo el controvertido aumento de dietas de concejales de Trevelin
La intendente de Trevelin, Leyla Assef, vetó a primera hora de ayer la polémica ordenanza que los concejales aprobaron unánimemente el jueves 21 de agosto y por la que promovieron un fuerte e irregular aumento de sus dietas y el pase a planta política de un secretario y maestranza del cuerpo deliberativo.
La intendente vetó la ordenanza por medio de la resolución 418/14 y sin haberse reunido con los ediles de todos los bloques que ayer le habían solicitado mantener un encuentro por la tarde para analizar la grave situación institucional y social que desató el controvertido incremento de dietas.
En diálogo con Diario Patagónico, Leyla Assef dijo que el promocionado cónclave con los ediles había quedado supeditado a la agenda, que ya estaba definida tiempo atrás, y a la resolución que se hubiera adoptado desde el Ejecutivo sobre la ordenanza.
“Resolvimos el veto total a la ordenanza, algo que estaba en estudio, y por lo tanto la reunión no es necesaria, como tampoco modificar el esquema y ejes de trabajo que habíamos definido para el día de hoy”, señaló Assef.
El veto total está asentado en un criterio técnico porque, además del costado polémico como es la modificación sin discusión alguna, el incremento de dietas tenía varias fallas e irregularidades institucionales, entre ellos la modificación del presupuesto por parte del Concejo, la derogación parcial del mismo y el desconocimiento de la técnica administrativa y división de poderes.
LOS CONCEJALES PIDIERON QUE SE REVISE
Tras la revuelta popular del viernes, los concejales y partidos políticos de Trevelin plantearon públicamente su decisión de derogar la ordenanza, a partir de un pedido expreso que primero hicieron al presidente del Concejo, Roberto Recio, y luego a la intendente Assef.
Los concejales del PJ confirmaron en el pronunciamiento que oficialmente solicitaron al titular del Poder Legislativo su decisión de cancelar los efectos de la ordenanza que elevó sus dietas de 11 a 18 mil pesos y, en el caso del titular del cuerpo deliberativo, igualaba los haberes con los del titular del Ejecutivo municipal.
Luego de comunicar su nueva posición, los concejales Irma Pacheco, Enrique Sánchez, Diego Pezzi y Darío Kexper confirman que “se retractan del voto positivo a la ordenanza 1.240/2014” y le solicitaron a Recio que notifique con carácter de urgente “nuestra decisión al Departamento Ejecutivo Municipal para que proceda en consecuencia, activando el mecanismo administrativo idóneo, interrumpiendo el proceso de promulgación absteniéndose de expedirse y/o en su defecto disponiendo el veto total en relación al proyecto de ordenanza en cuestión y vuelva el mismo sin más trámite al HCD para su revisión u eventual subsanación”.
Para justificar su cambio de postura, los ediles señalan que advirtieron la “existencia de yerros materiales y formales que viciarían la futura norma de nulidad. Por ende debe ser subsanada previo de ser imperativa y causar efectos”, aunque también hicieron mención al pronunciamiento popular sobre el tema “situación que -aclaran-debemos considerar, sin que ello signifique vulnerar el principio constitucional que reza ‘el pueblo no gobierna ni delibera sino a través de sus representantes’, atendiendo el eventual reclamo, toda vez que como representantes electos debemos escuchar al pueblo y revisar siempre lo actuado”, concluyen.
El Comité Departamental de la UCR, con la firma de su presidente y secretario, Miguel Heraldo Medina y Margarita Jones de Green, también emitió una declaración pública sobre el particular, explicando que solicitó a sus dos concejales “que presenten un proyecto de derogación” de la controvertida ordenanza e incremento salarial.
“En pos de apaciguar los ánimos de una de por sí tensa y difícil situación social, es que creemos en el control de los actos de gobierno, pero de una forma ordenada y a través del diálogo, que no necesita de hechos violentos ni de acciones que pongan en peligro bienes de la comunidad o la convivencia de las personas”, concluyeron los radicales.
