La Municipalidad de Salta busca registrar a los manteros para mejorar el control
A los que estén empadronados se los habilitará de manera provisoria para vender después de las 21.30. La apuesta es redireccionar a los vendedores a puestos en ferias barriales.
11/08/2016 MUNICIPIOSA los que estén empadronados se los habilitará de manera provisoria para vender después de las 21.30. La apuesta es redireccionar a los vendedores a puestos en ferias barriales.
La proliferación de vendedores ambulantes se convirtió en uno de los problemas más complejos que debe enfrentar el municipio capitalino.
Tras los incidentes registrados en las últimas semanas, con cortes de calles, agresiones y denuncias incluidas, la Municipalidad y el Ministerio de Seguridad avanzaron con los lineamientos para intentar dar una respuesta a esta actividad que afecta principalmente al microcentro de la ciudad.
La necesidad de generar un registro de las personas que se dedican a esa actividad fue una de las conclusiones relevantes, según confió a El Tribuno Nicolás Avellaneda, subsecretario de Control Comercial de la Municipalidad.
«Tener un registro es fundamental para filtrar e identificar a los vivos de siempre que se aprovechan de la situación», aseguró.
La creación de este registro se suma a los otros requisitos que la Municipalidad capitalina pide a quienes estarán habilitados para vender, de manera provisoria, sus mercaderías a partir de las 21.30 en el centro de la ciudad.
Se pedirá que el vendedor esté inscripto como monotributista social y que pueda acreditar la procedencia de la mercadería.
Ferias «como las de antes»
En tanto que consultado sobre hasta cuándo durará está habilitación provisoria, el funcionario agregó que en un futuro se buscará fomentar las ferias barriales y se redireccionará a los MANTEROS fuera del microcentro. «Que vuelva la venta ambulante a los barrios», señaló. Y agregó: «Puede ser una solución para mucha gente a la que le cuesta movilizarse hacia el centro».
«Ya se generaron ferias barriales en Solidaridad y San Francisco Solano», reveló Avellaneda, pero advirtió que será fundamental que los ambulantes acepten esta idea.
«Tenemos que tener la voluntad de ellos, porque son reacios a abandonar el microcentro. No puede ser que se cierren a la idea de que tienen que vender sí o sí en el microcentro», aseguró. El funcionario también hizo un pedido a los referentes de las organizaciones de manteros para que acerquen propuestas.
Mayor control policial
La existencia o no de grupos organizados detrás de los vendedores ambulantes es otro de los temas que preocupa a las autoridades.
Para el municipio hay una organización que se aprovecha de la necesidad de la gente. «Detectamos que hay un grupo vinculado a otras provincias y que también tiene lazos con la zona de la frontera», dijo Avellaneda, quien agregó que la mejor manera de combatirlos es con un mayor control policial sobre la procedencia de la mercadería.
A este respecto, tras la reunión del último lunes, los organismos coincidieron en la necesidad e importancia de un trabajo y organización de controles conjunto. Además de la Municipalidad y la Policía, también se coordinarán acciones con la AFIP y Rentas.
«El objetivo es constatar y verificar quiénes son los comerciantes que proveen los productos, en forma inescrupulosa, a los vendedores ambulantes. Es decir, conocer el origen de la mercadería y es hacia ese aspecto al que estamos apuntando», explicó el secretario de Gobierno municipal, Luis María García Salado, al concluir la reunión.
En tanto, Avellaneda aclaró: «En la investigación vamos hacia arriba, vamos a atacar el distribuidor ilegal, es decir los que redistribuyen esta mercadería, no a los vendedores».
El Tribuno publicó la semana pasada en su página web videos que la Justicia está analizando para detectar si hay una red clandestina que moviliza a los manteros. En la grabación se individualiza a dos personas: un hombre y una mujer de los cuales se sospecha estarían agitando los reclamos.
La versión fue tajantemente desmentida por los protagonistas del video que se comunicaron con este medio para dar su versión de los hechos.
Se trata de Carlos Choscos y Rosana Pérez, ambos vendedores, que aseguraron que «no tienen nada que ocultar».
La mujer se identificó como la persona de la grabación, pero negó que estuviera repartiendo plata para que se manifiesten y que solo le estaba dando plata a su hija. «Los que aparecen en la grabación eran todos parte de mi núcleo familiar», contó.
«Nos sentimos perseguidos», aseguró Choscos, quien agregó que tiene todos los permisos necesarios para ejercer su actividad.
Por su parte, el representante legal de los manteros, Fernando Ruarte, que también representa a Pérez, negó tajantemente que haya una «mafia» detrás de los manteros, a la vez que aseguró que la idea del colectivo de vendedores ambulantes es no manifestarse hasta que se tenga una solución a un amparo que la organización presentó ante la Justicia y que tiene el objetivo de darle un marco legal a la actividad.
AMBULANTES, UN PROBLEMA GLOBAL
El término manteros comenzó a utilizarse en los centros turísticos de Europa, en la playa o en las grandes capitales como Barcelona, París o Roma. Al ser una actividad ilegal, cuando se acercaba un policía, los vendedores recogían rápidamente sus productos para evitar el decomiso. Para facilitar el escape, los productos se exponían sobre una manta o sábana extendida que contaba con una soga atada a los cuatro vértices. De este modo, solo bastaba tirar del hilo para reunir todo.