La ONU se convierte en la protagonista de la semana
23/09/2014 EL MUNDOLíderes de todo el mundo se hacen presentes desde hoy en la cita más importante de la diplomacia multilateral, marcada este año por la acumulación de crisis y la alerta por un estancamiento económico global.
La ONU es esta semana epicentro de la diplomacia mundial, con la presencia de líderes de 193 países convocados a varias cumbres y a los debates de la Asamblea General, marcados por múltiples conflictos.
La Primera Conferencia Mundial sobre Pueblos Indígenas abre hoy el intenso calendario de reuniones multilaterales, en una jornada en la que también se celebra una Cumbre de la Alianza del Pacífico y comienza la asamblea anual de la Iniciativa Global Clinton, con la presencia de importantes personalidades internacionales.
Muchos de estos líderes mundiales ya se encuentran en Nueva York para participar en paralelo en numerosas reuniones bilaterales o regionales.
Entre ellos el rey de España, Felipe VI, la presidenta argentina Cristina Fernández, o el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Todos ellos participarán mañana en la Cumbre sobre el Clima, convocada por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para incentivar compromisos vinculantes en defensa del medioambiente y frenar el calentamiento global.
Y el miércoles comienzan los debates de la Asamblea General, en los que, como cada año, se suceden los discursos de mandatarios de todo el planeta, con énfasis en las crisis de actualidad, pero también sobre temáticas nacionales que buscan apoyo internacional.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que este martes llega a Nueva York, participará en los debates de la Asamblea, y el jueves presidirá una cumbre en la ONU para enfrentar la amenaza del yihadismo radical y los miles de extranjeros que se han unido al autodenominado Estado Islámico.
Los temas candentes de política exterior, como la situación en Irak y Siria, el proceso de paz en Oriente Medio, el conflicto de Ucrania, la alerta por la expansión del ébola o las negociaciones nucleares con Irán dominarán gran parte de los debates, según fuentes diplomáticas.
También la reclamación de los países emergentes, entre ellos los latinoamericanos, de una reforma de la ONU y de su Consejo de Seguridad, que continúa desde el final de la II Guerra Mundial dominado por cinco potencias con poder de veto: Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido.
En contraste con tantos conflictos, el presidente colombiano llevará a la ONU un mensaje de paz sobre los avances de las negociaciones de su gobierno con las FARC, que se celebran en Cuba desde noviembre de 2012.
En la ONU no se prevé la llegada de los presidentes ruso, chino o cubano, aunque sí se espera al presidente iraní, Hasan Rohaní.
El clima: una cuestión crítica
Mañana, más de 120 líderes políticos, financieros y de la sociedad civil se reunirán con una única preocupación: el clima. La cita no forma parte de las reuniones formales para negociar el acuerdo sobre cambio climático, pero busca dar nuevo impulso al debate.
Hay bastantes esperanzas puestas en este encuentro pero también muchos obstáculos que salvar.
La cumbre de Nueva York debería corregir un poco lo ocurrido en Copenhague en 2009. En aquella ocasión, a pesar del enorme despliegue que rodeó la cumbre, sólo se logró un acuerdo de mínimos no vinculante.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, espera que esta reunión informal reavive el interés por el tema, para poder lograr un acuerdo climático que suscriban 190 países de aquí a la cumbre de París de finales de 2015. El encargado de inaugurar la cumbre de Nueva York es el actor Leonardo DiCaprio, que cumplirá así con su primer papel como embajador de la paz contra el cambio climático.
Pero la vista estará puesta sobre todo en los líderes políticos, empresariales y financieros. ‘En este edificio estará reunida la gente que maneja el timón de la economía mundial‘, anunció Robert Orr, asesor de Ban. Al fin y al cabo, también en este caso se trata sobre todo de dinero.
En Cophenhague se acordó la creación de un Fondo Verde para el Clima, que a partir de 2020 pretendía recaudar unos 100.000 millones de dólares anuales entre el sector público y privado para financiar proyectos climáticos en los países en desarrollo.
Ni siquiera los optimistas confían ya en que pueda alcanzarse esa cifra, pero incluso los pesimistas están decepcionados. En lo que va de 2014 apenas se recaudaron 50 millones de dólares. Para llegar al objetivo original esa cantidad debería ser 2.000 veces mayor.
En los pasillos de Naciones Unidas se repite estos días que esta cumbre no puede fracasar. Pero lo mismo se escuchaba en Copenhague hace cinco años. En tanto, organizaciones medioambientales de todo el mundo presionan para que los países dejen a un lado sus políticas egoístas.
El domingo, dos días antes de la cumbre, cientos de miles de personas salieron a la calle en todo el mundo para manifestarse a favor de una mayor protección del medio ambiente. En Nueva York se congregaron 300.000 personas y según los organizadores se logró la mayor demostración de la historia en favor del clima.
“Estoy impresionado con este poder, esta energía y esta voz de la gente”, afirmó Ban, que participó en la manifestación, al igual que algunos políticos y estrellas. “El cambio climático es un tema de nuestro tiempo y no podemos perder tiempo”, afirmó.
Lo fundamental de esta cumbre es que los países se muestren dispuestos a acordar objetivos mínimos de emisiones. Si hasta 2020 no disminuye notablemente la emisión de gases de efecto invernadero, es posible que no se logre el objetivo de limitar el calentamiento global a dos grados centígrados.