La oposición española lanza una ofensiva contra el gobierno por la crisis
Fue durante un tenso debate parlamentario en el que pidió la renuncia del ministro de Interior. Pedro Sánchez y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, acusaron a la derecha de parecerse a los ultraderechistas por supuestos planteos antidemocráticos.
28/05/2020 EL MUNDOFue durante un tenso debate parlamentario en el que pidió la renuncia del ministro de Interior. Pedro Sánchez y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, acusaron a la derecha de parecerse a los ultraderechistas por supuestos planteos antidemocráticos.
La oposición de derecha y extrema derecha de España intentó cercar al gobierno de coalición durante un tenso debate parlamentario en el que pidió la renuncia del ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, quien está en el foco de la última crisis política en cierne derivada de la gestión del coronavirus.
Ante la ofensiva, el propio presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez, y su vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos (UP), pasaron al contraataque y acusaron a la derecha de parecerse a los ultraderechistas por supuestos planteos antidemocráticos.
En el que momento más tenso del debate de control al gobierno, Iglesias acusó al secretario general del conservador Partido Popular (PP), Teodoro García Egea, de estar llamando a la «insubordinación» policial por defender el incumplimiento de las órdenes del Ministro de Interior.
En medio del desgaste político provocado por la crisis sanitaria que mató 28.000 personas en el país y generó un creciente descontento social alentado por la oposición, el líder de izquierda alertó en entrevistas con el semanario portugués Expresso y el diario Italiano La Stampa, que el derechista PP y los ultraderechistas de Vox junto con sus aliados mediáticos están dispuestos a «asumir formas de golpismo».
Precisamente, el último frente de crisis política abierto tiene su origen en la destitución de un alto mando de la Guardia Civil, el coronel Diego Pérez de los Cobos, tras un polémico informe que apunta la responsabilidad del gobierno en la propagación del coronavirus por no haber impedido la manifestación del 8 de marzo, del día Internacional de la Mujer, a sabiendas del riesgo de propagación del virus.
El informe policial, publicado por la prensa española, está plagado de imprecisiones, tergiversa testimonios, pasa por alto información clave e incluye errores como asegurar que la OMS declaró la pandemia el 30 de enero cuando lo hizo el 11 de marzo.
En los últimos años, la ciudadanía española vio salir a la luz varios escándalos de prácticas ilegales, corrupción, maniobras políticas en las que estaban implicados miembros de las fuerzas de seguridad del estado, como el caso del famoso ex comisario José Manuel Villarejo, vinculado a operaciones contra el partido Podemos o los separatistas catalanes, entre otras.
Sin embargo, la abrupta destitución de Pérez de los Cobos puso al ex juez y Ministro Grande Marlaska en el ojo del huracán, ya que distintos medios señalan que mandos superiores intervinieron para conseguir el cuestionado informe, que el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil no había firmado porque se lo prohibe la ley.
Pérez de los Cobos había adquirido notoriedad en España al haber sido el máximo responsable del caótico operativo policial ordenado por el ex presidente conservador Mariano Rajoy para impedir el referéndum secesionista de Cataluña del 1 de octubre de 2017, que había sido declarado ilegal.
Grande Marlaska atribuyó la destitución de este mando policial a «motivos de confianza», pero la decisión conocida el lunes provocó una gran malestar en la cúpula de la Guardia Civil que la atribuye al informe en cuestión.
La consecuencia inmediata de este movimiento político fue la renuncia del número dos de la Guardia Civil, Laurentino Ceña, quien dijo preferir irse antes de «tener que tomar una decisión injusta».
Además, en coincidencia con esta crisis, Marlaska anunció una subida de sueldo pendiente para la Guardia Civil.
Con este nuevo flanco abierto a una semana de que el gobierno se vieran envuelto en una crisis interna por pactar con los independentista vascos de Bildu para sacar adelante en el Parlamento la quinta prórroga del estado de alarma, el PP y Vox lanzaron toda su artilleras en el Parlamento.
El líder del PP, Pablo Casado, acusó a Sánchez de “sabotear la independencia judicial”, y anunció que su partido «llegará hasta el final» de este asunto.
«El que sobra no es un coronel, es su ministro”, le espetó el dirigente conservador al presidente, antes de que su secretario general llamara a emular a un duque que fundó la Guardia Civil incumpliendo una medida injusta.
“¿Está usted llamando a la insubordinación a las fuerzas del Estado? Sean ustedes prudentes, que nos estamos jugando la democracia”, le respondió Iglesias, indignado por la intervención del diputado opositor.
Por su parte, el diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro acusó a Marlaska de tener una «conducta miserable, mentirosa y presuntamente delictiva», y adelantó que presentará una querella en contra de sus subalternos.
«Ser diputado no da derecho a imputar delitos graves a un ministro sin pruebas», le respondió Marlaska en el contragolpe, en medio de la creciente presión ejercida por la derecha que, según el partido UP, está utilizando su brazo policial y judicial para impulsar «operaciones obscenas de desestabilización».