La provincia de Santa Fe advierte que la pandemia elevará los niveles de indigencia

Antes de que el país se parara por efecto del coronavirus, más de 95 mil personas eran considerados indigentes en el Gran Rosario.

Antes de que el país se parara por efecto del coronavirus, más de 95 mil personas eran considerados indigentes en el Gran Rosario.

La urgencia es la comida, repiten desde los tres niveles del Estado. De hecho, la provincia entregó sólo entre martes y miércoles de esta semana más de diez mil bolsones de alimentos en Rosario y Santa Fe. La pandemia dejará más pobres, pero sobre todo hará más pobres a los que ya lo eran. Así lo aseguró el ministro de Desarrollo Social santafesino, Danilo Capitani. «Esto afectará la situación de las familias que viven de trabajos hoy suspendidos, cuentapropistas y comerciantes, pero sobretodo en los niveles más bajos, donde la población vive de actividades informales para el sustento diario, llevará sin lugar a dudas a mayores niveles de indigencia», admitió.

El escenario previo a la pandemia ya era angustiante. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) relevó, en el último tramo de 2019, que en Rosario y la región viven más de 500 mil personas pobres, de las cuales casi 100 mil son indigentes, es decir, que no acceden al alimento diario para la subsistencia.

El informe del Indec publicado la semana pasada, y que dejó una foto del final de la gestión macrista a nivel nacional, mostró que en los 31 aglomerados urbanos relevados la pobreza alcanza el 35,5 por ciento, ubicando al Gran Rosario apenas por debajo, con el 35 por ciento de su población pobre y el 8 por ciento en la indigencia, un 1,3 puntos por encima que el año anterior.

Eso se traduce en 117.343 hogares y 460.890 personas pobres en la ciudad y la región, de los cuales 24.689 familias y 95.961 personas son indigentes. Así, entre 2018 y 2019 cayeron bajo la línea de pobreza más de 45 mil personas, de las cuales casi 18 mil entraron en la indigencia. Ese proceso es el que el ministro de Desarrollo Social de la provincia advierte que «se va a agudizar con la pandemia».

Sin dudas el coronavirus y la necesidad de tomar medidas epidemiológicas extraordinarias llegaron para profundizar un escenario ya de por sí complejo. «Desde la salida del decreto de aislamiento se complicó la situación laboral de muchas familias, cuentapropistas y comerciantes, personas que realizaban trabajos de albañilería y servicios, que se empobrecen y que si bien antes no lo hacían, hoy están requiriendo la asistencia del Estado», señaló Capitani.

Sin embargo, el funcionario puso la mirada sobre los sectores que ya desde el 2019 arrastraban condiciones de pobreza y a los que hoy el aislamiento pone de cara a la falta de sustento diario.

«En los niveles más bajos, ya vulnerables, donde la población vive de actividades informales y el sustento diario, esta pandemia llevará sin lugar a dudas a mayores niveles de indigencia», señaló el ministro, y apuntó a quienes «viven de actividades informales, como puede ser el cartonero, pero también el que presta un servicio abriendo puertas o lavando un auto o cuidando vehículos en la vía pública. Esas personas estarán en una situación más compleja», admitió.

Garantizar el alimento

El punto en el que insisten desde Nación, provincia y municipio, pero también desde las organizaciones sociales, políticas y territoriales, así como las iglesias, es en la necesidad por estas horas de garantizar el acceso al alimento de las familias. «Esa es la prioridad, pero además buscar la forma de que las personas que lo requieran salgan de sus casas lo menos posible y no se produzcan aglomeraciones en comedores y espacios comunitarios», señaló Capitani.

El funcionario no sólo recordó que la ayuda alimentaria que otorga la provincia se incrementó ya 30 veces desde el inicio de la pandemia, sino que además se está llevando adelante «puerta a puerta a través de la entrega de módulos alimentarios».

Para eso, organizaciones e incluso efectivos de las fuerzas armadas, como el Ejército y la Fuerza Aérea, entregan alimentos casa por casa, y si bien aún no hay un relevamiento del total entregado en las últimas semanas, sólo entre martes y miércoles pasado, en Rosario y Santa Fe se distribuyeron 10 mil bolsones.

A eso se suman los fondos que la provincia transfiere a organizaciones intermedias que también prestan asistencia. Desde la Nación, los recursos se aportan directamente a los municipios, sin embargo, por ahora Santa Fe y Rosario siguen a la espera y expectantes de que esa transferencia se concrete en las próximas horas

Fuente: La Capital