La reforma electoral va tomando velocidad

Se empezó a discutir en la Cámara de Diputados nacional la boleta electrónica electoral, que regiría desde 2017

Se empezó a discutir en la Cámara de Diputados nacional la boleta electrónica electoral, que regiría desde 2017

Toma velocidad en el Congreso la reforma electoral diseñada por la Casa Rosada. El proyecto de ley, que ayer empezó su camino con un plenario de comisiones en Diputados, busca terminar con la clásica boleta de papel por partido, sustituyéndola por la boleta electrónica. El sufragio se concretaría sobre una pantalla táctil y recién después se emitiría una boleta en papel a modo de comprobante de la operación, a introducir en la urna.

El sistema ya se usa en Salta y en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba), donde la experiencia mostró velocidad y precisión a la hora del conteo. La principal crítica: el carácter secreto del voto podría no estar garantizado.

El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, expuso los argumentos oficiales en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales, Justicia y Presupuesto. La tesis principal del gobierno de Mauricio Macri, que justificaría encarar la reforma, se fundamenta en que en la Argentina «el sistema electoral genera sospechas» y «permite llevar adelante muchas trampas». Aunque prácticamente nunca, desde 70 años a la actualidad, se haya probado fraude o alteraciones significativas de los resultados (utilizando la boleta de papel y conteo manual), advirtió que las elecciones «no fueron siempre del todo limpias».

Luego de la presentación de los representantes del Ejecutivo, que además de Frigerio incluyó a Andrés Ibarra, ministro de Modernización, y a Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos, llegó el turno de los diputados.

Reproches. En el FpV impugnaron la propuesta, tanto por la oportunidad como por el contenido. Marcos Cleri (Santa Fe) explicó a La Capital: «La discusión acuciante pasa hoy por los despidos, suspensiones, tarifazos y por la necesidad de reapertura de paritarias para tratar de mitigar una inflación cercana al 50 pro ciento». A propósito, el kirchnerismo y bloques de izquierda impulsan para la semana próxima una sesión especial para tratar el aumento en los servicios.

A su turno, Juan Cabandié puso en duda el carácter de secreto del voto mediante la boleta electrónica. Y recordó el caso de Joaquín Sorianello, quien ingresó al sistema electrónico electoral porteño en los últimos comicios, dejando en evidencia su vulnerabilidad. Por ese hecho, el joven fue inicialmente detenido, luego procesado y ahora fue sobreseído por la Justicia.

Cabandié trajo los ejemplos de Alemania y Holanda, que luego de utilizar sistemas electrónicos de votación volvieron a adoptar la boleta de papel. «Veo un negocio detrás de la reforma. Les apuesto que la licitación por la compra de las máquinas en todo el país la gana la compañía NSA (la misma que provee equipos para votar en Salta y en la Caba)», advirtió.

La posición del gobierno fue defendida por numerosos legisladores, que ven una oportunidad para conseguir mayor exactitud, agilidad y equidad en el proceso electoral.

Entre ellos, el rosarino Lucas Incicco (PRO), quien expresó: «Este proyecto sintoniza con la sociedad, que reclama mayor transparencia. Por lo demás, estamos dispuestos a discutir, modificar, acordar y mejorar todos los aspectos que sean necesarios».

El proyecto de la Casa Rosada, se presume, no tendrá mayores dificultades para conseguir la mayoría absoluta requerida. Los bloques que habitualmente acompañan al PRO lo harían también en este caso: Frente Renovador (FR), Justicialista y el socialismo, entre otros. Por eso, el oficialismo espera que en dos semanas la reforma llegue al recinto de Diputados.

Fuente: La Capital Rosario