La tasa al turista de Bariloche no existe más, pero dejó un fondo disponible de más de 1.000 millones

Los concejales derogaron la ordenanza y definieron el destino de ese dinero. Estudiarán además su reemplazo por una "contribución".

Los concejales derogaron la ordenanza y definieron el destino de ese dinero. Estudiarán además su reemplazo por una «contribución».

Después de ocho años, la tasa al turista de Bariloche ya es historia. El municipio había mantenido el cobro de ese gravamen el año pasado, luego de un fallo de la Corte Suprema que lo declaró inconstitucional, pero la semana pasada, con la ratificación por parte del STJ provincial, ordenó a los hoteles, cabañas y bungalows que dejen de percibirlo, y los concejales completaron el proceso con la derogación de la ordenanza.

El debate en el Deliberante durante la sesión del último jueves incluyó un intercambio sobre el destino de los fondos recaudados que todavía engrosan la cuenta de la llamada “ecotasa” y que deberían emplearse en obras de interés turístico.

Aun con el revés judicial, nadie en el municipio renuncia al instrumento, y el Concejo trabaja sobre dos proyectos para darle continuidad al gravamen aplicado sobre los visitantes que se alojan en la ciudad. En este caso sería bajo el formato de una “contribución especial”, que ya encuentra resistencias en el empresariado del sector.

La tasa al turista, desde su origen, generó un fondo de asignación específica, que no pasaba por Rentas Generales y cuya aplicación era definida en una comisión mixta, con presencia del Ejecutivo municipal, concejales y prestadores turísticos. A diciembre pasado los recursos acumulados eran de 1.236 millones de pesos, de los cuales se habían ejecutado solo 280 millones.

A ese saldo habría que sumar la recaudación de enero, febrero y los primeros días de marzo, hasta la desaparición de la tasa. La concejal Julieta Wallace estimó que el fondo disponible y actualizado rondaría los 1.500 millones de pesos.

Con la derogación de la “ecotasa”, que fue creada en febrero de 2017 por impulso del exintendente Gustavo Gennnuso, los concejales definieron que el fondo remanente se use para las obras que ya tienen acuerdo de la comisión y el sobrante se aplique a la construcción de baños públicos en el Centro Cívico, un espacio abierto en el brazo Tristeza y una plaza de homenaje a los primeros navegantes.

El actual intendente Walter Cortés defendió siempre esa herramienta fiscal como si fuera propia. De hecho, la incluyó en el presupuesto 2025 con un monto de 1.841 millones de pesos bajo el rótulo de “contribución especial” al turismo, a pesar de que todavía no está creada.

Además, hace unos días y casi a modo despedida, el municipio difundió una exaltada reseña sobre lo invertido con la “ecotasa” durante 2024, que tituló “obras son amores”. Enumeró allí la construcción de paseos, miradores, colocación de luminarias, intervenciones de distinto tipo en el espacio público, garitas para guardavidas, cartelería, plazas y veredas, entre otras, y subrayó que esas mejoras se realizaron “sin tocarle el bolsillo a los barilochenses”.

También defendió el concepto de “contribución” aplicada a los turistas, con el argumento de que Paso de Los Libres y Misiones acaban de aprobar tributos de ese tipo y que “se están aplicando en todo el mundo”.

Otro formato, aun sin consenso
El Concejo tiene desde hace varios meses bajo análisis un proyecto de Cortés para crear la “contribución” en reemplazo de la tasa al turista, que busca rediseñar los puntos cuestionados por la Justicia. También la concejal Roxana Ferreyra (Nos une) presentó una iniciativa propia de contenido similar.

La idea sería mantener la recaudación en un fondo descentralizado y que continúe el esquema de cobro a través de hoteles y establecimientos alojativos. Ahora los concejales deberán acelerar su tratamiento, si la intención es evitar un “bache” en esa fuente de ingresos.

El proyecto del intendente apunta a ampliar el destino de los fondos y no restringirlo a obras de interés turístico. El articulado habla de aplicar el dinero también “al mantenimiento y expansión de la read vial, tendido eléctrico, red de agua potable, sistema de saneamiento, monitoreo y seguridad ciudadana y red pluvial”.

La Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica, cuyos socios deben actuar como “agentes de retención”, no fijó postura todavía, Pero el tesorero de la entidad, Servando Martínez, adelantó su desacuerdo. Dijo que “la presión tributaria es muy despareja” y no coincidió con gravar al turista que se aloja solo en establecimientos habilitados, porque “hay una gran franja que no lo paga”.

Entendió que la contribución sería “más de lo mismo”, sin grandes diferencias con la tasa que se acaba de derogar. Subrayó que el sector hotelero ya aporta sumas importantes al municipio “por ejemplo con una tasa diferenciada para la recolección de residuos”, y una tasa comercial que “es de las más altas que hay”.

En opinión de Martínez, “si se necesitan más recursos, adonde hay que apuntar es a la provincia, para que garantice fondos a Bariloche en proporción a lo que aporta el turismo. Hoy es mucho menos”.

Otro dirigente de la asociación, Gerardo Stocker, reconoció que hay “diferentes opiniones” sobre la ecotasa y recordó que “nunca fue consensuada”. Dijo que si va a ser reemplazada por otro instrumento esperan ser convocados por el Concejo para efectuar sus aportes.

Stocker consideró que cargar a los hoteleros con la responsabilidad del cobro no es el mejor mecanismo. “Hay que entender que resulta muy antipático”, dijo Stocker. Propuso que el cobro sea de otra la forma, “por ejemplo cuando los turistas ingresan por la caminera”.

Fuente: Río Negro