La Universidad Nacional de Cuyo lanzará una «Escuela de oficios»
29/04/2015 MUNICIPIOSSerá desde el próximo semestre. Se dictarán capacitaciones en albañilería, carpintería y soldadura, entre otras. Aquellos que ya tengan experiencia podrán rendir un examen teórico práctico para obtener su certificado.
A partir del segundo semestre de este año funcionará en la Universidad Nacional de Cuyo (UNCuyo) una escuela de oficios. Allí se dictarán cursos cortos de albañilería, soldadura, carpintería, electricidad, entre otros rubros, y se entregará un certificado a quienes lo culminen. También se dictarán clases en la Penitenciaría Provincial, en Almafuerte y en el penal de mujeres en El Borbollón.
La propuesta surgió a partir del programa de Educación en Contexto de Encierro que la UNCuyo desarrolla en algunas prisiones de Mendoza. La sugerencia de las personas que pasan sus días encerradas es que se implementen carreras cortas, con capacitaciones y certificaciones de oficios.
El verdadero problema para ellos es a la hora de conseguir empleos cuando quedan en libertad. A algunos que han comenzado una carrera en la UNCuyo estando presos luego les cuesta terminar sus estudios en derecho, historia o sociología, porque sus condenas no superan los tres años.
Esta realidad fue recibida por el ITU (Instituto Tecnológico Universitario), que propuso que la escuela de oficios no sólo se oriente a contextos de encierro sino que sea mucho más amplia y pueda ser planteada a nivel de toda la universidad.
“El tema lo tratamos con el rector, lo llevamos a la Secretaría Académica y avanzamos al punto de llevar el tema al Ministerio de Trabajo de la Nación. Hay algunos antecedentes dispersos pero nunca nos habíamos metido en estos asuntos de manera integrada en la UNCuyo”, explicó el vicerrector, Jorge Barón.
El objetivo planteado por las autoridades de la universidad es establecer, en el transcurso del año, dos o tres cursos concretos para dictar, basados en la capacitación y certificación de oficios. Esto es capacitar a todos los que lo necesiten y certificar tanto a los que hayan aprendido en la UNCuyo como a los que ya traen las capacidades adquiridas pero necesitan un aval para poder ejercer.
Barón aseguró que esperan “lanzarlo en breve”, una vez que terminen de coordinar aspectos operativos con el Ministerio de Trabajo. El dictado del curso será corto, de no más de seis meses, y algunas de las capacitaciones serán en soldadura, mantenimientos de distintos tipos, albañilería, electricidad y carpintería, entre otras.
“Queremos hacer una primera experiencia con dos o tres carreras cortas, de pocos meses, para ver cómo funciona, a modo de prueba piloto. Queremos apuntar concretamente a algún área técnica que podamos dar en contexto de encierro”, continuó Barón.
Con esta prueba la universidad analizará el nivel de receptividad que tiene, si el interés de los aspirantes es alto o bajo y a partir de esos resultados plantear la posibilidad de oficializarlo y extenderlo a un mayor número de carreras.
Aunque faltan pulir detalles, los profesores serían los mismos docentes que están en actividad y que como parte de sus trabajos también den clases en esas temáticas. La inscripción será libre y gratuita, con un tope de alumnos.
En el caso de los presos, una de las alternativas planteadas por la universidad es la creación de un tráiler donde se monten los equipos y que pueda ser ingresado al patio de la Penitenciaría Provincial, que es donde están las aulas de capacitación, y que los propios internos puedan hacer sus prácticas allí.
Para experimentados y para los que no tienen conocimientos previos
La Universidad Nacional de Cuyo decidió que todas aquellas personas que puedan superar un examen teórico-práctico podrán acceder al certificado sin tener que asistir al cursado.
Esto fue pensado para no reunir en una misma clase de algún oficio a personas que desean capacitarse pero no tienen ni conocimientos ni experiencia previa con otros que llevan años trabajando pero que carecen de un aval ante un posible empleo.
“En contextos de encierro, hay personas que saben muchas cosas, pero no tienen certificados que lo avalen y dependen de que les crean o tengan referencias”, explicó el vicerrector Jorge Barón.