La «Venecia fluvial argentina», lugar elegido por artistas e intelectuales
Intelectuales, artistas, políticos y escritores vivieron en las islas enclavadas en el Delta del Paraná, atraídos por la quietud entre juncos, camalotes y muelles.
17/05/2019 TURISMOIntelectuales, artistas, políticos y escritores vivieron en las islas enclavadas en el Delta del Paraná, atraídos por la quietud entre juncos, camalotes y muelles.
El Delta del Tigre o, como muchos lo llaman la “Venecia fluvial argentina”, conserva una antigua casa de madera dentro de una imponente estructura de vidrio que perteneció a Domingo Faustino Sarmiento y que hoy es un museo y biblioteca.
Rodeada por un parque inmenso, la vivienda está edificada sobre palafitos, posee dos habitaciones y una sala principal donde se pueden ver el mobiliario perteneciente al prócer sanjuanino: su cama, una colección de fotos y un pintoresco cuadro del barco de vapor Talita, en el que se movilizaba.
El Delta del Tigre también atrajo al escritor Haroldo Conti, donde hoy se puede visitar su Casa Museo sobre el Arroyo Gambado con entrada libre y gratuita, y donde se pueden ver libros, instrumentos de navegación, cuadros y otras reliquias del novelista.
Una de las casas del periodista y escritor Rodolfo Walsh, “El Edén”, sobre el río Carapachay, es hoy una propiedad privada cuyos dueños rinden homenaje al escritor con una placa y un árbol que lleva su nombre.
Aunque no pueda visitarse, también en el Delta se encuentra la hostería “El Tropezón”, en la confluencia entre el Paraná de las Palmas y el Canal de la Serna de San Fernando, inaugurada a principios de 1928 y escenario del suicidio del escritor Leopoldo Lugones.
Pese a que no hay una casa de Roberto Arlt por visitar, el autor del “Juguete Rabioso” y de “Aguafuertes del Delta” paró un tiempo en el Recreo Tres Bocas y fue habitué de la vida nocturna del Canal de San Fernando, a punto tal que pidió que sus cenizas se esparcieran en la confluencia del Río Capitán y el arroyo de Abra Vieja.
A la vez, el artista plástico sanfernandino Xul Solar compró una casita en Villa La Ñata, ubicada a metros de la confluencia del río Luján con el canal Villanueva, a donde iba con su compañera Lita una o dos veces por semana, al principio, hasta que en 1957 se mudó definitivamente.
Hoy es un museo llamado Li Tao, nombre que Xul inventó, al unir “Li”, por Lita, su mujer, con Tao, filosofía china.
En 1936, el poeta Oliverio Girondo y su pareja, Norah Lange, comenzaron a pasar sus veranos fuera de la ciudad, en una casa en el Delta del Paraná, bautizada como La Recalada.