Las inversiones en la industria textil crecieron más de 150 por ciento en los últimos doce años

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Los industriales textiles resaltaron el nivel de inversiones del sector desde el 2003 en adelante, que se ubicará a fines de 2015 con un acumulado total de 3 mil millones de pesos, con un crecimiento de 156 por ciento en doce años.

En tanto estimaron que su objetivo es producir 9 mil millones de pesos anuales hacia 2022, para lo cual pidieron políticas destinadas a fortalecer la administración del comercio, facilitar el acceso al crédito y corregir desequilibrios de la cadena de producción, entre otras medidas.

El panorama del sector fue resumido hoy durante la presentación de la décimo primera Convención de la Agroindustria Textil y de Confección, organizado por la Fundación Pro Tejer en el porteño hotel Hilton, donde acudieron empresarios de la cadena y de otros sectores industriales.

De acuerdo con los datos de la entidad, la industria textil tuvo en el último año una caída de 8,4 por ciento y una reducción de las inversiones de 18 por ciento entre enero y julio en relación a igual período de 2014, mientras que las exportaciones se contrajeron 22 por ciento, arrastradas por 32 por ciento menos de ventas a Brasil, y las importaciones 4,4 por ciento.

El director ejecutivo y la economista de la entidad, Ariel Schale, y Julieta Loustau, encargados de presentar el informe, resaltaron que si bien en base a estos datos el panorama es negativo, las encuestas realizadas por la fundación, 54 por ciento de los empresarios consultados espera para el cierre del tercer trimestre aumento de la producción, en tanto 26 por ciento estima que crecerá su capacidad instalada y otro 25 cree que contratará más personal.

Pero, además, relevaron que entre 2002 y 2014, el sector generó 200 mil puestos de trabajo, mientras que al finalizar 2015 estima que habrá invertido 3 mil millones de pesos, es decir un crecimiento de 156 por ciento en el período.

De cara a los próximos diez años, la industria textil estima que tiene potencial para una producción anual de 9 mil millones de pesos y generar 500 mil puestos de trabajo, para lo cual Schale enumeró las líneas que debería tener la agenda de políticas para el sector.

Uno de los puntos de más insistencia fue profundizar la política de administración de comercio, para controlar, entre otras variables, las importaciones provenientes de países con mano de obra barata o esclava, como China o el sudeste asiático.

«De 1.400 millones de dólares de textiles que se importan por año, mil millones se pueden sustituir por industria nacional», precisó Schale, quien enumeró, entre las medidas esperadas por el sector, el establecimiento de medidas no arancelarias, como las licencias no automáticas, mayor control fiscal de las importaciones, y alinear al Poder Judicial, que «sigue bypaseando los procedimientos del Poder Ejecutivo concediendo amparos» para el ingreso de mercadería por parte de jugadores marginales sin peso económico a los que llamó contrabandistas.

El ejecutivo destacó, ademas, que la industria se financia principalemente con fondos propios, por lo que reclamó instrumentos de financiación de la banca privada para importar bienes de capital y lineas de crédito para capital de trabajo.

Durante la presentación se resaltó también la necesidad de mejorar la competitividad mediante el alivio de la carga tributaria a las pymes, como la eliminación de los derechos de exportación en relación al mercado externo, o el control de la distribución de la rentabilidad de la cadena de producción.

Al respecto, señaló que de un ticket de mil pesos por la venta de un artículo de confección, solo 140 pesos quedan para la industria nacional, mientras que el resto se va a impuestos y servicios (tarjetas de crédito, publicidad, alquiler).

Por último, postuló la creación de parques industriales de la confección para terminar con los talleres clandestinos y garantizar los derechos laborales y el valor del salarios, que en Argentina es de un mínimo de 1.600 dólares en el sector textil, frente a los 300 dólares en el sudeste asiático o los 1.100 dólares en Corea, y que determina sobre todo «la fuerza del mercado interno».

La convención fue clausurada por el gobernador bonaerense Daniel Scioli y el presidente de Pro Tejer, Jorge Sorabilla, y contó con la exposición de los referentes económicos de los tres principales candidatos presidenciales: la ministra de Economía de la provincia de Buenos Aires, Silvina Batakis, el ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, Francisco Cabrera, y el candidato a diputado nacional por el Frente Renovador Marco Lavagna.

Fuente: Télam