Las motos retenidas, una opción para eliminar la tracción a sangre en Santa Fe

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Una asociación local de defensa del consumidor, Aprodecon, presentó una iniciativa para construir un medio de transporte a motor que reemplace a los carros tirados por caballos. La intención es reutilizar partes de aquellas que, de otro modo, serían compactadas.

Con la referencia: “Erradicar la tracción a sangre mediante el reemplazo de los carros tirados con caballos por prototipos motorizados fabricados localmente”; la Asociación de Promoción y Defensa del Consumidor y del Usuario (Aprodecon) del Litoral ingresó una novedosa propuesta a la Municipalidad y al Concejo Municipal de Santa Fe.

En diálogo con Diario UNO, el presidente de la entidad, Raúl Zurita Fernández, explicó los fundamentos y las características de su iniciativa, que pretende atender distintas aristas de un mismo problema, con la intención de dar respuesta a una necesidad real de numerosas familias; a la protección de los animales,y a las dificultades derivadas en el tránsito.

“En varias oportunidades se dijo de reemplazar esos carros por otro medio de transporte. Sin embargo, luego de varias manifestaciones de quienes trabajan con el uso de la tracción a sangre, se los registró con reglamentaciones particulares”, comenzó a explicar Zurita Fernández, y continuó: “Ni una cosa ni la otra se cumplió. Todo siguió girando igual”.

Por otra parte, llamó la atención acerca de otra realidad que se vive en la ciudad de Santa Fe: la gran cantidad de motos retenidas en el marco de controles viales municipales por no encontrarse las mismas, o sus conductores, dentro de lo previsto por la normativa vigente.

“Mensualmente, la Municipalidad retira de circulación cientos de motocicletas por incumplimiento de las normas de tránsito. En muchos casos, esos vehículos también serían el medio de sustento para sus propietarios, pero para estos casos las normas municipales se cumplen casi a la perfección. Al cabo de un tiempo, si esas motos no son retiradas por sus dueños, las mismas son destruidas”, consignó.

Es en la conjunción de estos dos aspectos que este ciudadano emprende la propuesta. Con el uso de partes de las motos que la Municipalidad prevé destruir, considera posible armar dispositivos similares a una moto con un gran canasto en la parte trasera, para reemplazar los carros tirados por caballos y que las familias que viven de la recolección informal de residuos no pierdan su sustento diario.

Ecología y desarrollo

Por otra parte, la iniciativa de Zurita Fernández tiene en cuenta también que “cuando se habla de preservar el medio ambiente y se observa esta destrucción masiva de cosas que aún pueden ser de gran utilidad a la sociedad, es evidente que el discurso escapa a la realidad”. “La energía, los materiales y la mano de obra gastada en la fabricación de lo que destruimos sin sentido, es irreemplazable”, acotó.

Y se explayó también sobre una posibilidad para aprovechar la capacidad de investigación y producción universitaria local para llevar adelante la propuesta. En esa línea, remarcó: “En la ciudad de Santa Fe tenemos tres universidades: la del Litoral, la Regional Santa Fe de la Tecnológica y la Católica, además de varias escuelas técnicas. Se podrían establecer convenios con dichas instituciones para proyectar, diseñar y construir los medios de transporte adecuados, que sirvan para reemplazar los carros tirados por caballos, utilizando parte de las motocicletas incautadas por irregulares, que actualmente se destruyen sin sentido”.

En cuanto al marco normativo necesario, el presidente de Aprodecon indicó que “se debería generar una norma que permita la circulación de estos prototipos solo dentro del ejido urbano, tal como se hizo con algunos automotores históricos”.

Propositivo

“A través del tiempo hemos recibido cientos de avisos gubernamentales sobre el particular, sean provenientes del Concejo Municipal o de la Municipalidad de Santa Fe. También fijaron sus posiciones las diversas asociaciones y agrupaciones existentes (comercios, ONG en defensa de los animales, cirujas, cartoneros, transportistas veterinarios y muchos otros –dijo el creador del proyecto y siguió– El tránsito de la ciudad es cada vez más complicado y demás está decir que la falta de decisión gubernamental y de la aplicación del sentido común sobre el particular nos lleva al caos existente”.

“En otras ciudades de nuestro país, han tomado esto en serio y aplicaron las normas tal como debe ser. En muchos casos, los municipios adquirieron vehículos nuevos (tipo motocargas), entregándolos a sus usuarios con el compromiso del pago en cuotas. En el caso de nuestra propuesta, se estarían utilizando muchos elementos que actualmente van a chatarra, dando capacitación y trabajo a quienes construyan los prototipos”, concluyó Zurita Fernández.

Su iniciativa ingresó al Concejo y a la Municipalidad el pasado 11 de agosto. De acuerdo al Sistema de Información de Expedientes Municipal (Siem) se encuentra desde el 13 de agosto en la Subsecretaría de Ambiente del municipio.

Propuestas en Paraná y en Rosario 

En junio de este año, la Municipalidad de Paraná realizó la entrega de motocarros a 23 familias que utilizaban carros tirados por caballos. El mismo día, tuvo lugar la entrega de los animales, que fueron adoptados por familias cuidadoras. La inversión fue parte del Programa de recuperación de derechos, que busca que quienes todavía utilizan carros de tracción a sangre cambien a los vehículos motorizados. La iniciativa municipal se puso en marcha en 2013.

En Rosario

En febrero pasado, la intendenta Mónica Fein presentó el Programa Integral para Recuperadores Urbanos y Eliminación de Tracción Animal Andando. El mismo pone en vigencia la Ordenanza 8726/2010 que prohibía la tracción a sangre en Rosario, y pretende alcanzar a toda la población carrera, llegando al 100 por ciento de las casi 1.500 familias involucradas en la actividad, con una inversión superior a los ocho millones de pesos.

Se busca reemplazar a la tracción animal por vehículos alternativos (carro manual o bicicleta con carro complementario); y a la vez, promover condiciones para una inclusión laboral diferente a la recolección de residuos reciclables para los carreros.

Fuente: Uno, Santa Fe