Las mujeres son minoría en la conducción y en los ingresos

Además, en promedio perciben un 28 por ciento menos de ingreso que los hombres y se ven más afectadas por el desempleo y la pobreza.

Además, en promedio perciben un 28 por ciento menos de ingreso que los hombres y se ven más afectadas por el desempleo y la pobreza.

Solo un 28 por ciento de las sillas de CEOs y gerentes están ocupadas por mujeres que, además perciben ingresos en promedio un 28 por ciento menos que los hombres. También son quienes llevan adelante la mayor parte del empleo no remunerado y como consecuencia se ven más afectadas por el desempleo y la pobreza.

Cuidado, mujeres trabajando
En una encuesta que realizó el Observatorio de Géneros del CEPA en julio del año pasado, las mujeres manifestaron que antes de la cuarentena destinaban, en promedio, 6,9 horas diarias al total de trabajo no remunerado, mientras que los hombres respondieron que dedicaban 5 horas diarias a estas actividades.

Durante el ASPO, la cantidad de horas que dedicaron las mujeres, en promedio, aumentó a 11,8 horas diarias. Análogamente los hombres contestaron que dedicaron 7,9 horas promedio por día.

De esta manera, durante el ASPO se duplicó la brecha que ya se registraba entre la cantidad de horas que dedican los hombres y las mujeres al trabajo no remunerado: pasó de 1,9 a 3,9 horas diarias promedio.

Un informe especial del Día de la Mujer realizado por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) también reflejó la desigual división de trabajo de cuidado:  3 de cada 4 hogares en el Gran Buenos Aires declararon que la dedicación principal de las tareas de apoyo escolar estuvo a cargo de las mujeres. Del mismo modo, 2 de cada 3 hogares del Gran Buenos Aires respondieron que la dedicación principal de las tareas domésticas estuvo a cargo de las mujeres.

Brecha salarial y patrimonial
La cifra de diferencia salarial a favor de los varones es quizás una de las más difundidas por la economía feminista. Los varones perciben ingresos personales (es decir, ingresos laborales de la ocupación principal y secundaria e ingresos no laborales, como por ejemplo jubilaciones, pensiones, renta, cuota por alimentos, entre otros) sustancialmente mayores que las mujeres.

En el informe de CEPA «Economía con perspectiva de género: de la brecha salarial a la patrimonial», surgió un dato distinto: del 100 por ciento de las personas alcanzadas por el impuesto a los Bienes Personales, apenas el 35 por ciento corresponde a las mujeres. Este dato evidencia una distribución asimétrica de la titularidad de los patrimonios según género. Además, el valor de los bienes de las mujeres es aún más bajo que ese tercio que representa su titularidad.

Techo de cristal
Las limitaciones que dificultan a las mujeres acceder a puestos de decisión dentro de la gestión pública y privada tienen la particularidad de ser obstáculos invisibles en el cotidiano, que tienen que ver con una construcción social que establece los roles esperables de las mujeres en relación con el espacio público y el privado; pero muy visibles en los números.

De acuerdo a un relevamiento realizado por Cippec junto con OIT, ONU mujeres y Pnud en 2018, en el sector privado, el 72 por ciento de los puestos de decisión eran ocupados por varones.

En tanto en el sector público, si bien el personal civil pareciera equitativo en términos de género (el 50 por ciento son mujeres y el resto hombres), la balanza se va a desajusta a medida que se crece en la escala de cargos.

De acuerdo a un estudio realizado por la Secretaria de Gestión y Empleo Público de la Nación, en 2019 los hombres ocupaban el 78 por ciento de  los cargos de autoridades superiores es decir cargos políticos del gabinete nacional como ministros, secretarios y subsecretarios de Estado.

Feminización de la pobreza
La otra cara de varias de las cifras mencionadas resulta en una feminización de la pobreza: la pobreza afecta y es experimentada en forma diferenciada por mujeres y hombres.

La población con menores ingresos es, en su mayoría, femenina. El sistema de Indicadores de Género de la Ciudad de Buenos Aires, muestra que el porcentaje de hogares con ingresos menores a la Canasta Alimentaria de la CABA en 2019 era de 4,7 por ciento, pero asciende a 5,1 por ciento cuando la jefa de hogar es mujer, y baja a 4,3 por ciento cuando el jefe de hogar es hombre.

Fuente: Página 12