Las multinacionales no aguantaron tantas crisis, dejaron marcas como Ayudín, Pampers y Duracell y se mandaron a mudar
Una campaña en las redes juntó todos los movimientos de empresas extranjeras y locales y de las populares marcas para englobarlos como éxodo en respuesta a la política económica
05/09/2024 El PaísUna campaña en las redes juntó todos los movimientos de empresas extranjeras y locales y de las populares marcas para englobarlos como éxodo en respuesta a la política económica
Una ofensiva opositora contra el ajuste de Milei y la recesión en la red social X juntó la salida del país de Procter & Gamble (P&G), anunciada el año pasado, y Clorox, junto a la cesión de sus históricas marcas de consumo a empresarios nacionales, para culpar al actual gobierno de un éxodo de compañías multinacionales por no resistir la política económica libertaria.
Así, fueron incluidos dentro del mismo paquete los sucesivos cambios de manos a grupos locales de marcas como las pilas Duracell, la de pañales Pampers, pasta dental Oral B y detergentes Ayudín.
Pero lo cierto es que, si bien juntas abultan y el común denominador es la crítica situación económica argentina, que se estuvo agravando con el transcurrir del tiempo, muestran una tendencia tanto de los capitales norteamericanos como de los europeos, de dar por terminada su penetración a través de marcas vinculadas al consumo masivo y emigrar a otro tipo de mercados.
Procter & Gamble (P&G) decidió su retiro de Argentina el año pasado y le vendió su negocio a Newsan S.A., el gigante de la tecnología de Tierra del Fuego, en un acuerdo de exclusividad que define el desembarco de la firma en el segmento de consumo masivo.
En 2023, P&G ya había llegado a un acuerdo similar con la firma DreamCo y se desprendió de Ariel, el jabón para lavar la ropa, y también del detergente Magistral, en una operación que también incluyó el traspaso de la planta en Pilar. con lo que terminó de completar el cambio de manos de Pampers, Gillette y Pantene.
Newsan tomó, en consecuencia, a su cargo la comercialización de los productos de sus clásicas marcas como Gillette, Pantene, Head & Shoulders, Downy, Vick, Cebión, entre otras, y la fabricación y comercialización de pañales Pampers y toallitas Always.
Firmaron un acuerdo de licencia y distribución exclusiva que implica también la compra del 100% del paquete accionario de P&G Argentina e incluye la adquisición de la planta Villa Mercedes – donde se seguirán produciendo pañales y toallitas femeninas bajo la licencia de las marcas Pampers y Always- y las oficinas generales (situadas en Munro).
También la multinacional había entregado a nuevos dueños argentinos la marca Oral-B, reconocida mundialmente por sus productos de higiene bucal, que incluyen pastas dentales, cepillos de dientes y enjuagues bucales.
El conejito del rataplán
El caso de Duracell anterior, ya que fue en marzo de 2016 que P&G le transfirió la marca de las pilas a la empresa Berkshire, una de las líderes en Argentina, ya que cubre el 42 % del mercado local (Fuente Nielsen).
En un comunicado, difundido hoy, la firma que explota la marca aseguró “no tener intenciones de retirarse del mismo”, indicaron.
La nueva modalidad de las multinacionales de retirarse del país y que sus marcas las sigan siendo explotadas por compañías locales ya se había puesto en práctica cuando DirecTV pasó a manos del grupo argentino Werthein, en una operación a nivel regional, que incluyó el traspaso de los negocios de TV satelital que tenía AT&T en la Argentina, Chile, Colombia y Brasil, entre otros países.
Y también fue el camino que eligió la empresa alemana Edding, cuando hace poco más de un año decidió irse del país y venderle su filial argentina por US$1 al grupo Mendizábal, dueño de la importadora Parallel, que representa y distribuye marcas como Philips, Stanley, Unilever y Chicco.
Otro caso fue el del grupo panameño Harari -uno de los principales holdings económicos de su país-, que se quedó con los negocios que tenían Nike y Zara en la Argentina, mientras que otra compañía con capitales centroamericanos, Apex Capital, hace unos meses había cerrado la compra de Clorox Argentina -filial de la multinacional The Clorox Company- y las marcas Ayudín y Poett.
Líderes en limpieza
The Clorox Company es un fabricante y comercializador global estadounidense de productos profesionales y de consumo, con sede en Oakland, California.
Fundada en 1913, desembarcó en Argentina hace más de 50 años y rápidamente se consolidó como un referente en el sector de productos de limpieza.
Sin embargo, decidió dar un paso al costado en un contexto económico complicado y vender sus operaciones en el país, dejando un vacío significativo en el mercado de productos de limpieza. Uno de sus productos más destacados fue la lavandina Ayudín.
Completan la línea de marcas el limpiador y desodorante de ambiente Poett, el limpiador multiuso Trenet, el insecticida Mortimer y el limpiador Pinoluz, que en 2022 pasaron a manos de una firma de inversión del Grupo Mariposa, con base en América Central, llamada Apex Capital, enfocada en empresas de consumo masivo en las Américas.
Si bien su pasado es la industria alimentaria -con fuerte soporte en Pepsi- adquirió las operaciones de The Clorox Company en Argentina, Uruguay y Paraguay con el 100% de las acciones y lo rebautizó ‘Grupo Ayudín’, que incluye marcas líderes: Ayudín, Poett, Trenet, Pinoluz, Agua Jane, Sello Rojo, Mortimer y Selton, entre otras, y mantuvo la fuente de trabajo a 450 empleados.
El país solo le aportaba a Clorox el 2% de sus ventas mundiales.
Permanecen en la Argentina los centros corporativos y de investigación y desarrollo que tenía la firma norteamericana en América Latina.