Las razones detrás del brutal derrumbe de la economía que se espera para 2024
De los problemas climáticos en el campo a la pérdida de poder adquisitivo, tras la devaluación de diciembre, se cristalizó la situación de estanflación con una fuerte caída del poder adquisitivo.
22/02/2024 El PaísDe los problemas climáticos en el campo a la pérdida de poder adquisitivo, tras la devaluación de diciembre, se cristalizó la situación de estanflación con una fuerte caída del poder adquisitivo.
El impacto de la devaluación del peso de 54% en diciembre fue un mazazo que golpeó una actividad económica que venía a los tumbos. Con este panorama las proyecciones indican que en 2024 registrará un desplome sólo equiparable a la crisis de 2010, post crisis financiera global y apenas por encima de derrumbe que se generó durante la pandemia de Covid-19.
Un informe de la Fundación Capital proyecta que tras la fuerte devaluación del peso en el arranque de la gestión de Javier Milei y el golpe que significó en varios sectores, incluso con el escenario ya consolidado de estanflación, la actividad económica caerá 4,3%.
«Los datos de inflación y actividad recientes confirman que se profundiza la estanflación. Más aún, las anclas inflacionarias parecen esfumarse y los motores de crecimiento no son claros hacia delante. En este marco, prevemos que la actividad económica se retraerá en 2024, con una caída del producto del 4,3% interanual en nuestro escenario base», señala el informe elaborado por Carlos Pérez, exgerente General del Banco Central, y director Coordinador de Fundación Capital.
Tomando los primeros indicadores sectoriales que se difundieron en estos dos meses que lleva la nueva gestión, se observa que el shock inflacionario generó una «brusca caída del poder adquisitivo», que sumado al fuerte ajuste fiscal comprometido por las autoridades y sin un escenario previsible para la inversión, dejan importantes dudas hacia delante.
En este contexto, sólo el frente externo anticipa buenas noticias, en gran medida, por la diferencia que supone la cosecha de granos esta campaña, en relación a la anterior, caracterizada por una fuerte sequía en 2023. Pero hay dos variables a monitorear. Por un lado, la cuestión climática, que tuvo una reversión en las últimas semanas por el escenario de calor extremo, y por el otro, lo que los analistas ya evalúan como un «vertiginoso atraso cambiario y/o ampliación de la brecha» cambiaria.
«De esta forma, en nuestro escenario base la actividad se contraería un 4,3% en el año, ubicándose en los niveles más bajos desde 2010, con la excepción del año de la pandemia. En definitiva, en el comienzo del año se profundizó el proceso de estanflación. El desafío del nuevo gobierno en esta materia es lograr volver a encender los motores de la economía y generar un horizonte de largo plazo que permita ver la luz al final del túnel», explicó Pérez.
No será tarea fácil, teniendo en cuenta que ya en 2023 se observaba un deterioro en numerosas variables y que, con el cambio de gobierno, muchos indicadores empezaron a virar hacia el rojo. El índice Líder de la Universidad Di Tella cayó 6,7% en diciembre, la demanda de energía eléctrica no residencial se desplomó 5,3%, mientras que el Índice Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) retrocedió 12,2%, el Índice Construya (insumos para la actividad) se desplomó 29,2% y a nivel del sector industrial, la producción del conjunto de los sectores se derrumbó 12,8%, y la producción automotriz 16,7%.
Y a nivel de consumo, se prevé una suba de 1,4%, pero el patentamiento de autos se derrumbó 32,7% en enero, las ventas de comercio minorista el 28,4%, el patentamiento de motos el 16,5%, y el consumo de leche fluida cayó 13,9%.
«De esta forma, ya se evidencian claros signos de retracción en la actividad económica. En este marco, prevemos una baja del PBI en el primer trimestre del 5,8% interanual, con una merma en torno a los 10 puntos en el consumo privado y de 20 puntos en la inversión, en línea con las observadas en los trimestres post devaluación del 2018», sostiene Fundación Capital.
El análisis asegura que el repunte de las exportaciones, que estaría en torno al 15% interanual, sumado a la caída de las importaciones (-14%) compensarían en parte esta dinámica.
Pero tal vez el punto más preocupante es que hacia delante la recuperación económica se demoraría por diversos factores. «De cara al 2024, la actividad económica presentará un retroceso. En efecto, el poder adquisitivo se presenta en franco descenso, en medio de un importante shock inflacionario», reveló el informe-.
Y agregó: «además, la falta de un horizonte que provea certidumbre y la fuerte reducción en partidas fiscales y, en particular en los gastos de capital, afectarán a la inversión». E incluso, el clima y el atraso cambiario son factores que podrían jugar en contra en el frente externo.