Las transferencias no alcanzan: La grave situación financiera de los municipios del conurbano bonaerense

Un exhaustivo estudio de la Universidad de General Sarmiento detalla los factores que tienen en jaque las arcas de los municipios del conurbano que cuentan solamente con las tasas como principal recurso propio

Un exhaustivo estudio de la Universidad de General Sarmiento detalla los factores que tienen en jaque las arcas de los municipios del conurbano que cuentan solamente con las tasas como principal recurso propio: la disminución de transferencias en los últimos años. Los 24 municipios del conurbano recibieron, por habitante, la mitad de coparticipación que tuvieron el resto de los gobiernos municipales.

Un estudio elaborado por el Observatorio del Conurbano Bonaerense de la Universidad de General Sarmiento expone la situación particularmente grave de los 24 municipios del conurbano en un contexto de incremento de costos incluso por encima del nivel general de inflación y de recesión económica con ajuste fiscal de los demás niveles de gobierno.

Tal contexto crítico implica una mayor presión ciudadana sobre los gobiernos municipales en cuestión en materia de empleo, seguridad, salud, infraestructura escolar e incluso alimentación. El problema, según el informe, es que los fondos no alcanzan y se profundizan las brechas en la asignación de recursos con el resto de los gobiernos comunales de un tiempo a esta parte.

Si bien los esquemas existentes que permiten financiar a los municipios del Conurbano Bonaerense, presentan inequidades históricas a la hora de distribuir los recursos, se suma un panorama que presenta que de 2013 a 2018, el monto por habitante en transferencias automáticas cae un 5,6% para el Conurbano, cifra mayor que para el resto de la Provincia (4,6%).

Así, mientras los municipios del Conurbano solamente cuentan, como principal recurso propio, con las tasas que pueden cobrar, a las personas propietarias de inmuebles, a cambio de los servicios de alumbrado, barrido y limpieza (ABL), y a las empresas, por el servicio de inspección de seguridad e higiene (SeH), la realidad es aún más adversa cada año.

Cabe destacar que las tasas son recursos que, en primer lugar, resultan muy desiguales y tienden a cristalizar las diferencias del territorio. “Esto quiere decir que los municipios donde mayor sea la actividad económica y donde más alto valor tengan las propiedades, van a contar con recursos de un nivel muy superior a aquellos donde resulte más bajo el volumen de operaciones económicas (formales) y el precio de las propiedades (con regularización de dominio)”, detalla el informe y continúa: “ese dinero no alcanza para el conjunto de las funciones a cargo de los gobiernos municipales del Conurbano. Funciones que, tradicionalmente, además de ABL y SeH incluyen, desde la señalización y el mantenimiento de calles, hasta desagües pluviales y espacios verdes, entre otras”.

Respecto a las transferencias financieras a los municipios bonaerenses el estudio deja de manifiesto que no terminan de aportar lo suficiente a cada municipio del conurbano como para atender sus obligaciones y mucho menos para acercarse a lo que recibe el resto de las comunas.

“Las transferencias no automáticas o discrecionales, tuvieron una importancia muy significativa entre 2009 y 2015, disminuyendo desde entonces”, dice el documento y explica: “Tienen por principal característica que recibirlas, para cada gobierno municipal, no es un derecho consagrado por alguna Ley o Decreto, sino que depende, año a año, de la decisión política de las autoridades nacionales o provinciales de turno, y tienen un destino específico tal como alguna obra pública en particular, o la compra de determinado insumo médico o realización de algún tipo de actividad cultural prestablecida, por ejemplo”.

En tanto que las transferencias automáticas, es decir las prestablecidas como un porcentaje o monto de determinados tipos de recursos nacionales y provinciales y con criterios de reparto (indicadores o porcentajes) normados y previsibles año a año, también presentan una realidad preocupante.

Su evolución se puede visualizar en la tabla publicada por el mismo Observatorio del Conurbano Bonaerense, donde se advierte que de 2013 a 2018, el monto recibido por habitante, en poder de compra constante, por parte de los municipios bonaerenses en concepto de transferencias automáticas, cae un 5,3% para el conjunto de la provincia. A su vez, dicha caída es todavía mayor en el Conurbano (5,6%) y algo más baja en el conjunto de los demás gobiernos municipales bonaerenses (4,6%).

A su vez, relata el escrito: “si se analiza año a año, es posible advertir una leve caída (del orden del 5%) en 2014, un crecimiento casi imperceptible (cercano al 1%) en 2015, un aumento muy fuerte (15%) en 2016, una pequeña baja (3%) en 2017 y una muy importante caída (11%) en 2018”.

Específicamente, el sistema de coparticipación provincial “ha representado unas tres cuartas partes del total de las transferencias automáticas provinciales a lo largo del período, excepto en 2016 (61%) y 2017 (68%). Dicho sistema consiste en la distribución, entre el conjunto de los municipios bonaerenses, del 16,14% del monto recaudado por el gobierno bonaerense en concepto de impuestos provinciales y de lo que recibe la provincia por la coparticipación federal de impuestos (que se conforma con la recaudación de los impuestos nacionales)”, dicen desde la Universidad.

Se trata de una distribución que beneficia a los municipios del interior bonaerense en detrimento de los del Conurbano. Así, “en 2018, el conjunto de los 24 municipios del Conurbano bonaerense recibió, por habitante, la mitad de la coparticipación que obtuvieron los restantes 111 gobiernos municipales de la provincia de Buenos Aires. Proporción acorde a lo registrado a lo largo del período bajo estudio”.

Por otro lado y en concepto de Fondo de Infraestructura Municipal, se transfirieron a los municipios bonaerenses $5.271 millones en 2016, $5.676 millones en 2017, $2.062 millones en 2018 y $71 millones en enero de 2019, valores que permiten comprender la caída registrada en el total de transferencias en 2018 y parte de la reducción que puede vislumbrarse para 2019.

Finalmente, el Fondo Solidario Provincial (30% de lo que la provincia de Buenos Aires recibía del Fondo Federal Solidario, integrado, a su vez, por el 30% de la recaudación nacional de retenciones a las exportaciones de soja y sus derivados) desaparece en agosto de 2018 por la eliminación del Fondo Federal Solidario. Ello dio paso a la creación del Fondo Compensador (Decreto del Poder Ejecutivo Nacional Nº 836/18), que establece la distribución, por única vez, de $4.125 millones entre todos los gobiernos argentinos de nivel provincial (excepto La Pampa y San Luis, por no haber firmado o haber renunciado al Consenso Fiscal de noviembre de 2017) según los coeficientes de la Coparticipación Federal de Impuestos. A su vez, cada provincia debe distribuir a sus municipios la mitad del dinero recibido.

En el caso de la provincia de Buenos Aires, el monto transferido a los municipios resultó de unos $467 millones ($330 ejecutados en 2018 y $137 en enero de 2019). De esta forma, si se contempla, en forma conjunta los montos recibidos por el Fondo Solidario Provincial y por el precitado Fondo Compensador, los municipios bonaerenses obtuvieron en 2016 $1.305 millones, en 2017 $1.313, en 2018 $1.236 y en enero 2019 $137 millones. Dado que no se prevén remanentes significativos del Fondo Compensador durante el resto de 2019 (en febrero no ha transferido nada por este concepto) se trataría de una pérdida importante en el presente año.

Fuente: InfoCielo