Las ventas en las ferias americanas salteñas vienen en caída desde agosto

Los vendedores sostienen que concurre menos gente, que les cuesta traer mercadería y que se ven obligados a aumentar entre 400 y 500 pesos por prenda, por la inflación y la suba del dólar.

Los vendedores sostienen que concurre menos gente, que les cuesta traer mercadería y que se ven obligados a aumentar entre 400 y 500 pesos por prenda, por la inflación y la suba del dólar.

Puesteros de las ferias americanas de la ciudad están preocupados por la caída de ventas que padecen desde agosto pasado. Sostienen que concurre menos gente, que en la Aduana le incautan fardos de mercadería y que deben subir entre 400 y 500 pesos por prenda cada vez que se dispara el dólar.

Sergio, quien trabaja en la feria ubicada en la zona de la estación Alvarado, en la zona sur de la capital salteña contó que: «Viene menos gente. Desde hace dos meses que vienen decayendo las ventas. En mi caso, por suerte pude traer mercadería tranquilo últimamente. Viene de Oruro y La Quiaca».

La feria funciona de viernes a lunes, de 11 a 20 hs. y trabajan en el lugar alrededor de 70 puesteros.

«Lamentablemente nosotros también tenemos que subir los precios, sobre todo cuando sube el dólar, los servicios, la comida. No queda otra», sostuvo.

Yamila, una joven empleada, contó que hay días en los que se vende un poco más, y otros menos. «Los viernes viene muy poca gente, pero sábado y domingo hay más movimiento y también los feriados», dijo.

Y expresó que a veces tienen problemas para traer la mercadería. «La semana pasada nos sacaron casi cuatro fardos de ropa en la Aduana, porque dicen que está prohibido, que es ilegal. En realidad fueron tres fardos y medio, la otra mitad si pudimos traerla. Fue medio bolsón de remeras pero lo demás se perdió todo. Eran 800 dólares en ropa que perdimos. Venía de Oruro», precisó.

Explicó que los precios dependen del tiempo que lleva la ropa en los mesones. «Hay ropa que está hace tiempo y sigue con el precio viejo, pero la ropa que ingresa sí lleva precio nuevo», sostuvo.

Actualmente la gente busca remeras, bermudas, bikinis y mallas. Una remera puede costar entre 2 y 4 mil pesos, según el talle, y una bermuda va desde los $2.500 hasta los 5 mil pesos, según la tela y el estilo. Una bikini ronda entre 3 y 4 mil pesos y una chomba con cuello sale 3.500 pesos.

Juan Benítez, referente de los puesteros de la feria americana conocida como La Bora, ubicada en la ampliación del barrio Bancario, también en la zona sur, contó que «a la gente le sigue conviniendo comprar en la feria en comparación con el centro. Hay precios para todos. Tenemos muchísima ropa linda, pero lógicamente con el tema de la inflación y el dólar, como en todos lados, todo sube: la luz, la comida».

Agregó que «está terrible la situación pero la seguimos peleando. Tenemos que seguir trabajando. A veces se gana, otras veces no. Hay que darse vuelta como se pueda, porque tenemos hijos que estudian en el secundario, en el terciario y debemos apechugar la crisis hasta que se acomode un poco esto».

Son 62 los puesteros de la feria conocida como La Bora. «Nos manejamos con la ropa como podemos. Hacemos tipo caminito de hormiga. Traemos de a poco. Ponemos ofertas. Hay cosas de marcas pero tratamos de mantener los precios lo más que se pueda para que entren clientes. La gente a veces se enoja, pero termina entendiendo que todo sube», aseguró.

Marta trabaja desde hace varios años en una de las ferias americanas ubicadas sobre la avenida Tavella. Contó que «dentro de todo mantengo mi clientela, porque es más económico comprar aquí. Comprar ropa nueva se volvió muy caro. Un jean sale entre 12 mil y 14 mil pesos el más económico y acá lo conseguís por 6 mil u 8 mil pesos».

Añadió que «siempre tratamos de que el cliente vuelva, pero bajaron bastante las ventas y esto viene pasando desde agosto. Fue un mes muerto. En septiembre repuntó un poquito para el Milagro y ahora es regular la situación».

La mercadería que ofrece viene de Chile y Oruro. «Recién me llegó un paquete nuevo con ropa para bebé y tengo que poner precios nuevos. Es la ropa más cara, porque es difícil conseguir calidad y en buen estado. Además hay bastante de marcas. Lo que sí, cuando subo trato que no sea mucho, serán unos 400 o 500 pesos por prenda», dijo.

La gente busca principalmente remeras, camisas, bermudas, que rondan los 4 mil pesos.

Expresó que «ahora estamos preocupados porque sabemos que después de las elecciones todo se va a ir por las nubes, como pasa siempre», dijo Marta.

Los precios dependen del tiempo que lleva la ropa en los mesones. «Hay ropa que está hace tiempo y sigue con el precio viejo», señalaron.
Rolando, otro de los feriantes, que trabaja desde hace 12 años en el lugar, recordó que atrás quedaron aquellas épocas cuando las ventas eran buenas. «Ahora no se pueden mantener los precios. Si hay una suba tenemos que aumentar unos 500 pesos por prenda. Para la época del Milagro llegaron muchos turistas a comprar, pero esa buena racha se acabó», manifestó.

En su caso, lo que más vende son remeras, bermudas y calzas. Estas últimas cuestan 4.500 pesos.

«Para atraer el cliente a veces pongo ofertas de prendas a 1.500 pesos cada una. Pueden ser remeras, bermudas, las que me van quedando desde hace tiempo en los mesones», explicó.

Fuente: El Tribuno