Lorenzetti y Macri lo hicieron: Los clubes de barrio, en peligro de extinción

Los tarifazos de servicios públicos como luz, gas y agua que ordenó el gobiernod e Macri afectaron gravemente las finanzas de los clubes barriales, primera trinchera de contención social.

Los tarifazos de servicios públicos como luz, gas y agua que ordenó el gobiernod e Macri afectaron gravemente las finanzas de los clubes barriales, primera trinchera de contención social. Pero un artículo del Código Civil del Presidente de la Corte Suprema completa el cuadro con una advertencia demoledora.

La situación de los clubes de barrio a raíz de los tarifazos ordenados por el Gobierno de Mauricio Macri, que dispararon los costos de las boletas de electricidad, gas natural y agua corriente, se agrava con el correr de los días. En la última semana cundieron las advertencias y los reclamos por parte de intendentes, legisladores y autoridades de esas instituciones que no le ven salida a la disparada astronómica de los gastos.

Desde la Asociación Platense de Básquet estimaron que un tercio de los clubes allí inscriptos cerraría sus puertas con la llegada de julio, habida cuenta de la imposibilidad de hacer frente a las boletas de EDELAP, Camuzzi y ABSA. El presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón, también se mostró solidario ante la situación y advirtió que las consecuencias de esas políticas apuntan a la extinción de los clubes.

Ahora bien, las tarifas de los servicios no son el único mal que aqueja a los clubes. Hay una amenaza latente desde el año pasado, cuando, desde su rol de Presidente de la Comisión Especial que encabezó la elaboración de una reforma y actualización del Código Civil y Comercial, Ricardo Lorenzetti, presidente de la Corte Suprema, dejó la espada de Damocles pendiendo sobre la cabeza de todas las instituciones barriales.

En lo concreto, el artículo 160 de esa norma, incluida en el capítulo “Personas Jurídicas”, establece que entre las responsabilidades de los administradores se encuentra la de responder “en forma ilimitada y solidaria frente a la persona jurídica, sus miembros y terceros, por los daños causados por su culpa en el ejercicio o con ocasión de sus funciones, por acción u omisión”.

Llevada al llano, esta inscripción en el Código Lorenzetti ordena que el presidente de un club tenga que poner su propio patrimonio en juego para responder ante un imponderable que ocurra en la institución. “Si se cae una lámpara y le rompe la cabeza a una nena, al juicio me lo como yo”, indicó a INFOCIELO el presidente de un club barrial platense.

Los clubes no se quedaron de brazos cruzados al enterarse de las intenciones de Lorenzetti en cuanto al código civil. De hecho, en muchos puntos del país conformaron una suerte de agremiación que intentó resistir ese aspecto de la normativa. Consumada su aprobación y la aplicación, sólo quedó la opción de ir tras seguros carísimos que se actualizan al ritmo de la inflación y ponen contra las cuerdas el escaso patrimonio.

También resultaron infructuosos los intentos por poner en marcha la llamada Ley de Clubes de barrio, en rigor “Régimen de promoción de los clubes de barrio y de pueblo”, aprobada a comienzos de 2015, aunque permanece sin reglamentarse, lo cual dificulta su aplicación.

Las prescripciones del nuevo Código Civil en cuanto a Personas Jurídicas parece oportuna en lo que hace al funcionamiento de las instituciones deportivas de mayor envergadura, donde las estafas y los desfalcos millonarios están a la orden del día. Sin embargo, en los clubes barriales, que demandan esfuerzos titánicos por parte de quienes, en tiempos de participación social menguante, salen a poner el hombro por el orgullo del barrio o la contención de los chicos, la norma del Código Lorenzetti funciona como una advertencia difícil de desoír: “Mejor no te metás”, parece la traducción literal del funesto artículo 160.

Fuente: InfoCielo