Los costos de las canastas de pobreza e indigencia subieron casi 53 por ciento en 2019

Se necesitaron en el mes de diciembre $ 15.584 para comprar los alimentos básicos y $38.960 para no ser pobre.

Se necesitaron en el mes de diciembre $ 15.584 para comprar los alimentos básicos y $38.960 para no ser pobre.

El costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 52,8 por cientoa lo largo de 2019, lo que determinó que una familia conformada por dos adultos y dos hijos menores necesitara al cierre del año percibir ingresos por $ 15.584,14 para no caer en la indigencia. Así lo informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). También subió 52,8 por ciento el costo de la Canasta Básica Total (CBT), con lo cual una familia necesitó alcanzar ingresos por $ 38.960,33 para no caer debajo de la línea de la pobreza.

Según el informe de la dependencia oficial, la canasta alimentaria, que mide la evolución de los precios de productos alimenticios necesarios para la subsistencia, y que marca el umbral por debajo del cual se cae en la línea de indigencia, registró en diciembre una suba del 3,2 por ciento.

En tanto la canasta total, que mide la necesidad de alimentos y bebidas, indumentaria y el pago de servicios, subió en el último mes del año 3,6 por ciento respecto a noviembre, a pesar de estar congeladas las tarifas de los servicios públicos y el transporte.

La última medición del Indec, dada a conocer en octubre sobre datos del primer semestre del año, registró que el 35,4 por ciento de los habitantes estaban por debajo de la línea de la pobreza, y, dentro de ellos, el 7,7 por ciento eran indigentes.

Estos niveles registrados en el primer semestre del año estuvieron incluso por sobre los del segundo semestre del 2018, cuando el nivel de pobreza fue del 32 por ciento y el de indigencia se ubicó en 6,7 por ciento.Con una población estimada en 45 millones de habitantes, la pobreza estaría afectando a 15,9 millones de habitantes, entre los cuales se encuentran 3,4 millones de personas estarían en la indigencia.

La próxima difusión del índice de la pobreza por parte del Indec está prevista para el 31 de marzo y contendrá los datos del segundo semestre del año pasado.

La medición que realiza el Indec sobre la pobreza e indigencia son una comparación de los bienes y servicios requeridos, la CBA o la CBT, contra los ingresos que perciben el sector de la población tomado como muestra.

Inflación

Hasta octubre, último registro tomado por el Indec, el índice de salarios aumentó 41,5 por ciento respecto a igual mes del 2018, frente a una inflación minorista del 50,5. Ahora se sabe que la inflación durante todo el año pasado alcanzó el 53,8 por ciento.

La inflación minorista del año pasado resultó la mayor desde 1991, hace 28 años, cuando alcanzó un máximo del 81 por ciento. Batió, en ese sentido, la marca del 47,6 por ciento acumulado del 2018.

Los analistas del sector financiero incluidos en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que realiza el Banco Central, habían estimado una inflación de 4,1 por ciento para diciembre. En ese sentido, el indicador oficial del último mes del año se ubicó por debajo de las estimaciones de consultoras y economistas.

Para enero, los participantes del REM estimaron una inflación de 3,8 por ciento, con una tendencia descendente para lo que resta del año, hasta alcanzar el 2,8 por ciento mensual en junio. De cumplirse esta previsión, el acumulado de 2020 estaría en torno al 42,2 por ciento.

En los últimos doce meses, los precios que crecieron por encima del nivel general fueron salud (72,1 por ciento), comunicaciones (63,9 por ciento), equipamiento y mantenimiento del hogar ( 63,7 por ciento) y alimentos (56,8 por ciento). En el mismo período, los precios de las prendas de vestir y del calzado aumentaron 51,9 por ciento, alcohol y tabaco 50,2 por ciento, y bienes y servicios, que incluye limpieza e higiene personal, 55,9 por ciento.

El congelamiento tarifario de la segunda mitad de 2019 ayudó a que los precios regulados crezcan 48,2 por ciento, en línea con los precios estacionales (48,9 por ciento) y por debajo del IPC Núcleo (56,7 por ciento). En cambio, el año pasado los precios de los bienes treparon 58,4 por ciento y los de los servicios 45,7 por ciento.

No se advierte que haya habido mayores aumentos de salarios durante noviembre y diciembre.

Fuente: La Capital