Los huarpes celebraron el inicio de un nuevo año en El Encón

Los huarpes no reconocen las fronteras de los blancos, y sí a su propia comunidad, habitante ancestral del Cuyum Mapú (Cuyo).

Los huarpes no reconocen las fronteras de los blancos, y sí a su propia comunidad, habitante ancestral del Cuyum Mapú (Cuyo). Por eso se reunieron en el punto donde convergen los límites de las tres provincias: Mendoza, San Juan y San Luis, para celebrar el inicio de un Nuevo Ciclo.

Según el diario sanjuanino www.sanjuan8.com, la organización Huarpe Pinkanta recibió el Inicio del Ciclo Nuevo con el canto de los coyoyos(coyuyos o cigarras), anunciando la llegada del calor, de los nuevos brotes, coincidente con el próximo cambio de estación.

La celebración se realizó en el paraje El Junquillal, sobre la ruta nacional 147 (corre entre San Luis y la ruta nacional 20), kilómetro 459, cerca de El Encón, en el conocido punto tripartito entre San Juan, San Luis y Mendoza.

El Omta Samay Ñerke, la autoridad tradicional de los huarpes pinkanta dirigió la ceremonia, junto al Consejo de Ancianos, y el Consejo de Jóvenes. También participó el director de Políticas para la Equidad y Desarrollo Social en representación del Ministerio de Desarrollo Humano, Raúl Alonso y referentes de la comunidad.

«Para el pueblo huarpe el lugar donde se realiza esta celebración es simbólico, dado que es el sitio exacto donde se firmó el acuerdo de paz entre el pueblo preexistente huarpe y las correspondientes provincias de Cuyo», señaló Alonso.

«La comunidad despide el año que culmina con el pedido especial Amytayan chelay cuyultum al último sol del año viejo protector del día, para que se lleve todo los problemas, cargas, enfermedades, dificultades, pruebas no resueltas y obstáculos»

«La comunidad despide el año que culmina con el pedido especial Amytayan chelay cuyultum al último sol del año viejo protector del día, para que se lleve todo los problemas, cargas, enfermedades, dificultades, pruebas no resueltas y obstáculos», explicó el funcionario.

Hubo un pedido de los huarpes a la última luna protectora, junto con la naturaleza, humanos, animales, plantas, piedras, tierra, aire, agua, fuego, cielo y estrellas. Esta celebración es en homenaje a la fecha que da inicio al ciclo de la vida, donde se espera la salida del sol del año nuevo, cerca de las 6 de la mañana.

La celebración tuvo diferentes momentos, entre los que se destacaron la ceremonia de apertura, la asamblea, ceremonia de recibimiento y despedida al sol, discusión de problemas y toma de decisiones para encontrar soluciones a la comunidad. Luego de la puesta del sol, se realizó la ceremonia con el fuego, la que estuvo acompañada de cantos y diversas expresiones artísticas.

Fuente: Uno Mendoza