Los Intendentes que “exportan” su modelo de gestión para borrar a Cambiemos del Conurbano
Ferraresi, Secco y Zabaleta revalidaron sus gestiones en las PASO y ahora buscan llevar a su influencia a los distritos vecinos. Con sus diferencias, tienen un modelo de gestión para exportar y copiar
Ferraresi, Secco y Zabaleta revalidaron sus gestiones en las PASO y ahora buscan llevar a su influencia a los distritos vecinos. Con sus diferencias, tienen un modelo de gestión para exportar y copiar
Tras la unidad concretada en el Frente de Todos y de realizar una excelente elección en las PASO, en el peronismo anida ahora la decisión de pintar de azul todo el Conurbano. Los abanderados de este objetivo son un grupo de intendentes que tienen un combo de resultados electorales y gestión para salir a evangelizar.
Con matices, son los nuevos liderazgos que asoman en el Gran Buenos Aires, que surgieron al calor del kirchnerismo pero que revalidaron pergaminos tras una gestión con una gobernadora y un presidente de signo contrario. Era la prueba de fuego que les faltaba.
En la zona sur, Jorge Ferraresi (Avellaneda) trabaja para los triunfos de Edgardo Depetri en Lanús y de Mayra Mendoza en Quilmes. Aunque ya incide a otro nivel, Martín Insaurralde (Lomas de Zamora), por su parte, colabora apalancando a Nicolás Mantegazza en San Vicente.
En el Gran La Plata, Mario Secco (Ensenada) apoya a viva voz a Fabián Cagliardi (Berisso) y a Florencia Saintout (La Plata). Este armado ya recibió el nombre del ‘triángulo de la 122’, por la avenida que separa a las tres localidades
En el oeste, surge la figura de Juan Zabaleta (Hurlingham), quien ya se mostró con Lucas Ghi (Morón), Juan Debandi (Tres de Febrero) y Mauro García (General Rodríguez).
Ferraresi lleva una década en el poder pero no muestra signos de desgaste. En esta ocasión, Cambiemos buscó hacerle mella con el conocido periodista Luis Otero pero el resultado fue 55% a 28%.
En este último tiempo, tanto como Depetri y Mendoza –aunque no fueron los únicos- han mantenido reuniones con él para conocer la experiencia de Avellaneda en distintas áreas de gestión, especialmente en obra pública. La puesta en valor del espacio público es otro de los rubros a ‘copiar’.
Lanús y Quilmes está pegados a Avellaneda y Depetri y Mendoza no provocarían esos acercamientos sino entendieran que sus propios vecinos ven con buenos ojos lo que sucede allí, a solo unas cuadras o estaciones de tren.
El caso de Secco es similar aunque se destaca por ser, siempre, el kirchnerista más votado. Va en busca de su quinto mandato y en la PASO superó 67% a 18% al concejal Gustavo Asnaghi, del PRO. La estela de su gestión llega principalmente a Berisso, donde apadrina a Cagliardi, que superó en votos a Nedela, el alcalde radical.
Aunque es el más nuevo, ya que asumió en 2015, Zabaleta consiguió, en paralelo, establecerse y constituirse en un bastión justicialista. El 11 de agosto derrotó 54,9% a 29,8% a Lucas Delfino, funcionario de Casa Rosada, y rápidamente buscó la forma de convertirse en una influencia geográfica.
Luego de los sufragios, “Juanchi” fue invitado por Ghi y por Gabriel Barquero –candidato a concejal y dirigente del PJ- para recorrer las calles de Morón. Ghi le ganó a Ramiro Tagliaferro y quedó en una posición inmejorable para regresar al poder.
Días más tarde, Zabaleta recibió a Debandi y al candidato a primer concejal, el exministro de Salud provincial, Alejandro Collia, quienes tienen altas chances de vencer a Diego Valenzuela. Les mostró cómo funciona el centro de moniterio de cámaras de seguridad. Barquero y Collia son los que suelen oficiar de interlocutores y tender puentes.
Con sus diferencias, sus administraciones tienen en común una fuerte presencia de la marca municipal y el logro de haberle dado a sus distritos una dinámica propia. En los últimos cuatro años, especialmente, se caracterizaron por generar alternativas a los desajustes del modelo económico nacional.
Son, en todo caso, exponentes de una nueva camada que actualizaron la prácticas pejotistas, siempre bajo la lupa. Y terminaron de despejar fantasmas cuando, en un momento de crisis, apostaron a la contención y no al caos. Un dato sintomático es que, una vez ungido como candidato a Gobernador, Axel Kicillof encontró en ellos un complemento de su propuesta y los sumó a la campaña.
