Los neuquinos llenan el changuito con segundas marcas
Es la estrategia para hacerle frente a la inflación. La excepción son los lácteos. Se vende un poco más que al comenzar la pandemia.
12/07/2021 ECONOMÍAEs la estrategia para hacerle frente a la inflación. La excepción son los lácteos. Se vende un poco más que al comenzar la pandemia.
En paralelo a la pandemia, la inflación y la crisis económica golpean los bolsillos neuquinos. Para estirar el sueldo, cada vez más familias llenan el changuito con segundas marcas. La principal excepción son los lácteos, donde todavía pesa más la confianza que el precio. El volumen de ventas en los supermercados tuvo un leve crecimiento respecto a 2020, pero todavía no se equipara al de años anteriores.
Hoy, el rubro más vendido en los supermercados de la región es el de almacén, que abarca una amplia gama de alimentos secos o enlatados. Uno de cada cuatro pesos que gastan los clientes neuquinos van para ese tipo de productos. Es también, en el que más florecieron las segundas y terceras marcas a lo largo de un año y medio de pandemia.
“La tendencia hacia marcas más baratas sigue igual que en 2020 porque la gente busca precios y, en algunos casos, están yendo hacia las segundas marcas”, confirmó el gerente de La Anónima, Eduardo Del Prete.
La migración a opciones más económicas se nota más en productos no perecederos como aceite, yerba, arroz y fideos, aunque también en artículos de limpieza o perfumería. Los artículos líderes del mercado en años anteriores, de a poco, ceden lugar en las góndolas a marcas hasta hace poco desconocidas.
Del Prete aclaró que esa migración de los clientes a productos más baratos tiene sus excepciones, porque no siempre se prioriza el bolsillo. Dijo que el caso más notorio “son los lácteos, en los que el consumidor es más fiel a la primera marca por una cuestión de confianza”.
Comentó que, tras la caída de la demanda durante la cuarentena estricta del año pasado, este invierno notan un leve repunte de las ventas en los artículos de la canasta básica. “Hay rubros que vienen creciendo bien comparado con el 2020, que fue un año muy malo, pero la facturación en pesos representa el mismo monto si se tiene en cuenta la inflación”, precisó.
Hoy, el tiquet promedio de cada comprador neuquino en un supermercado supera los 2500 pesos. Llenar el changuito cuesta entre 15 y 20 mil, casi un 50 por ciento más que hace un año.
El gerente de La Anónima explicó que, pese a que las cifras son más altas, la demanda se mantiene constante. “Si aumenta un 40 o 50 por ciento la inflación en el año y aumenta un 40 o 50 por ciento la facturación, eso no significa que vendamos más, vendemos las mismas unidades, pero están más caras por el efecto inflacionario”, argumentó.
Dijo que el incremento en el volumen de ventas en relación a 2020 todavía es incipiente y, “en los últimos cuatro o cinco meses, no hubo cambios en el consumo”.