Lucha agraria en Brasil dejó 71 muertos en 2017
Los conflictos en el campo brasileño dejaron 71 asesinatos en 2017, el mayor número de los últimos 14 años, debido a un aumento de la violencia rural que derivó en varias masacres, según el informe anual de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT).
05/06/2018 EL MUNDOLos conflictos en el campo brasileño dejaron 71 asesinatos en 2017, el mayor número de los últimos 14 años, debido a un aumento de la violencia rural que derivó en varias masacres, según el informe anual de la Comisión Pastoral de la Tierra (CPT).
Los enfrentamientos por la disputa de tierras dejaron diez muertos más que en 2016, de acuerdo al balance completo divulgado el lunes por este órgano ligado a la Iglesia católica, que destacó las cinco grandes masacres que marcaron un año especialmente sangriento en el campo.
Las tragedias más numerosas ocurrieron en Pará (norte), donde diez campesinos fueron asesinados en mayo de 2017, solo un mes después de que en Mato Grosso (centro-oeste) otras nueve personas fueran torturadas hasta la muerte en el remoto corazón agrícola del país. En agosto, seis miembros de una comunidad rural fueron asesinados en el interior de Bahía (noreste) por conflictos relacionados con la tierra.
Para el organismo, la precaria situación en el campo brasileño empeoró sustancialmente desde la llegada del gobierno conservador de Michel Temer en mayo de 2016, tras la destitución de la izquierdista Dilma Rousseff.
«Los conflictos y asesinatos que ocurren indican no solo la falta de atención de la política de reforma agraria, sino también la prioridad que este gobierno ha dado a los grupos económicos, latifundistas y empresarios rurales que, como en el pasado, avanzan violentamente para garantizar su dominio», valoró Paulo César Moreira, miembro de la comisión nacional de la CPT.
Pese a que el número total de ocurrencias descendió respecto al año anterior (de las 1.536 de 2016 se pasó a las 1.431 de 2017), la Pastoral de la Tierra identificó un aumento de las disputas por agua, la mayoría en zonas donde actúan empresas mineras.
Respecto al trabajo esclavo, la cantidad de denuncias descendió ligeramente en relación a 2016 (de 68 a 66) en un año de mucha polémica en torno a la definición del término.
Para la CPT, que contabilizó 386 trabajadores rescatados en situación de esclavitud en el campo, no se trata de una coincidencia.
«Las tentativas de modificar el concepto de trabajo esclavo para agradar a la bancada ruralista vinieron acompañadas de presupuestos cada vez más reducidos, y de la disminución del número de fiscales», justificó Moreira, que acusó al gobierno de Temer de «vaciar» los controles.