Más del 50% de los españoles están recortando gastos básicos
El ajuste de los hogares en España incluye energía, alimentación y cuidados, debido a la persistente inflación y la suba de precios
03/05/2024 EL MUNDOEl ajuste de los hogares en España incluye energía, alimentación y cuidados, debido a la persistente inflación y la suba de precios
Más de un 50% de la población española está insatisfecha por su situación económica y, se ve obligada a recortar sus gastos en recursos básicos como la energía o la alimentación.
Así lo indican los datos de la Encuesta de Desigualdades Múltiples en España realizada por la organización no gubernamental de cooperación para el desarrollo española Oxfam Intermón,.
Sobre una base de más de 4.000 entrevistas, el estudio constata que el 45,7% de la población ha reducido sus gastos de electricidad, calefacción y agua debido a la inflación. Un 40% asegura que ha tenido que comprar menos carne o pescado, y que no puede irse de vacaciones ni siquiera una semana al año. Idéntico porcentaje debió renunciar a algún gasto en salud por no poder permitírselo (dentista, anteojos y/o audífonos, fisioterapia, etcétera). Entre las personas que no llegan a fin de mes, la cifra roza el 70%, señala la agencia Sputnik.
«La desigualdad va más allá de las estadísticas y habla de los miedos y angustias de miles de hogares que no llegan a fin de mes, y de la lucha diaria de millones de personas por la salud, las oportunidades y la dignidad», señala Franc Cortada, director de Oxfam Intermón, que alerta de una situación en la que las desigualdades están creciendo en el país.
Desigualdad
Todas estas dificultades se intensifican entre 10 y 15 puntos en el caso de las personas racializadas. En general, el 54,4% de la población está insatisfecha por su situación económica y el 42% no está contenta con su vida laboral, especialmente las mujeres (con más de 10 puntos de diferencia respecto a los hombres). Además, 1 de cada 4 personas (el 27 %) asegura que su nivel de ingresos no le permite tener una vida digna.
«Las cifras muestran que la desigualdad no es solo del rico frente al pobre; es también por ser migrantes, por ser mujeres. Condiciones que determinan de forma directa aspectos tan esenciales de nuestra vida como el acceso a vivienda, a salud, poder afrontar un gasto imprevisto o tener un empleo de calidad», explica Cortada.
Casi la mitad de la población (48,2 %) asegura que habría querido seguir estudiando para tener oportunidad de mejorar su calidad de vida. «Pero la necesidad de trabajar para obtener ingresos y el coste económico de la educación fueron los principales motivos para dejarlo», se advierte en las conclusiones de la encuesta.
El 75,2% de los encuestados no cree que el sistema fiscal esté repartiendo la riqueza de forma equitativa, concluyen los autores de la encuesta.