Masivas movilizaciones en América latina para exigir mejoras en el Día del Trabajador
En Brasil el presidente Lula da Silva prometió "más conquistas de derechos" para los trabajadores, mientras que el presidente de Chile, Gabriel Boric, defendió la reducción de la jornada laboral.
02/05/2024 EL MUNDOEn Brasil el presidente Lula da Silva prometió «más conquistas de derechos» para los trabajadores, mientras que el presidente de Chile, Gabriel Boric, defendió la reducción de la jornada laboral.
El Día Internacional del Trabajador se conmemoró con distintas manifestaciones en América latina, donde los trabajadores salieron a las calles para exigir mejoras. Con un acto masivo en Montevideo, la central sindical uruguaya, el PIT-CNT, pidió cambios profundos en la matriz productiva del país. En Brasil, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva prometió «más conquistas de derechos» para los trabajadores y todo el apoyo de su gobierno a los pequeños y medianos emprendedores. El presidente de Chile, Gabriel Boric, defendió la reducción de la jornada laboral que acaba de empezar a aplicarse en el país y dijo que «no se vive para trabajar, se trabaja para vivir».
Plebiscito y elecciones en la mira
Frente a las miles de personas que se acercaron a la Avenida Libertador de Montevideo, donde no faltaron las banderas y las pancartas, el presidente del PIT-CNT Marcelo Abdala expresó: «Nuestro país pide a gritos cambios profundos en la matriz productiva. En su matriz de distribución de la riqueza y en la construcción de un camino largo de profundización de la democracia para la pública felicidad».
Si bien Abdala reconoció que la cantidad de empleos en Uruguay aumentó y en ese momento está igual o por encima de la de 2019, aseguró que le preocupan mucho «algunos fenómenos de la calidad de ese empleo generado». El sindicalista destacó el plebiscito que el país celebrará en octubre luego de que la central alcanzara las firmas necesarias para buscar una reforma de la seguridad social.
En el acto al que acudieron algunos de los precandidatos a la presidencia de Uruguay como el oficialista Álvaro Delgado, el integrante del Partido Colorado Andrés Ojeda y los del Frente Amplio Yamandú Orsi y Carolina Cosse, Abdala hizo hincapié en la importancia de lograr una reducción en la semana laboral. Actualmente la central sindical busca que esta pase de 44 a 40 horas semanales.
«Otra vez un metalúrgico va a arreglar el país»
En un acto celebrado en San Pablo en el que participaron miles de personas, Lula hizo un repaso de las políticas sociales que impulsó en los primeros 16 meses de su gobierno. El presidente de Brasil destacó las políticas para impulsar la igualdad laboral entre hombres y mujeres y los programas de crédito destinados a los pequeños emprendedores.
Antes de empezar el acto Lula firmó un decreto que amplía la exención del pago del impuesto a la renta para quien cobra hasta 2.842 reales (unos 547 dólares) y prometió ampliar ese umbral para incluir los salarios de hasta 5 mil reales (cerca de 962 dólares). En su discurso destacó que «la inflación está cayendo» (3,94 por ciento anual), el empleo está creciendo y «la industria volvió a invertir en Brasil».
«Otra vez un metalúrgico va a arreglar el país que ellos estropearon», dijo Lula, aludiendo a la profesión que ejerció en los años 60. Del acto encabezado por Lula participaron una decena de ministros y los líderes de las mayores centrales sindicales del país, organizadoras del evento.
«No se vive para trabajar»
En un acto en el Hospital del Trabajador, en Santiago, el presidente Gabriel Boric sostuvo que uno de los problemas que tiene Chile es que «falta cohesión social y para que haya cohesión social se requiere tiempo: se tiene que poner en el centro el derecho de las personas a compartir, a que no se vive para trabajar, se trabaja para vivir». La semana pasada empezó a aplicarse la primera etapa de la ley que reduce de 45 a 40 horas la jornada laboral, una iniciativa aprobada el año pasado en el Parlamento.
La medida se aplicará de manera gradual en un plazo máximo de hasta cinco años: los trabajadores pasarán de una jornada de 45 a 44 horas el primer año de publicada la ley, 42 al tercer año y 40 al quinto. «Tener una hora más a la semana y en un futuro próximo 4 horas más a la semana para poder compartir con la familia (…) es tremendamente importante en el tipo de sociedad que construimos», subrayó Boric.
Respaldo a Gustavo Petro
En Colombia las manifestaciones, convocadas por los principales sindicatos del país, arrancaron a media mañana en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y otras ciudades del país. En las marchas, al ritmo de tambores y silbatos, los trabajadores llevaron banderas de Colombia y algunas de Palestina, cuya causa defiende el presidente Gustavo Petro.
Petro insistió este miércoles en que sus opositores buscan sacarlo del poder mediante un golpe de Estado. «Si van a intentar un golpe enfrentarán al pueblo en las calles. Si intentan un golpe contra la voluntad popular, tal como hicieron el 19 de abril de 1970 (día en que un supuesto fraude electoral inspiró el nacimiento de la guerrilla del M-19, a la cual perteneció), el pueblo en las calles defenderá la democracia y la voluntad popular», dijo el mandatario en un largo discurso en la Plaza de Bolívar.
200 mil personas en La Habana
Por segundo año consecutivo, la celebración principal en Cuba se realizó en la Tribuna Antiimperialista en vez de la Plaza de la Revolución ni tampoco hubo desfile masivo, como sí sucedió durante décadas, con la excepción de los años de la pandemia (2020 y 2021). Según los organizadores, el gobierno, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y las asociaciones de masas próximas al Partido Comunista) agruparon a unas 200 mil personas en La Habana.
Entre las principales autoridades que se encontraban en el lugar estaban el presidente isleño, Miguel Díaz-Canel, y su antecesor, Raúl Castro. Durante su discurso, Ulises Guilarte De Nacimiento, secretario general de la CTC, calificó al «contexto socioeconómico actual» de Cuba como «complejo y adverso». El líder sindical chacó la situación al «recrudecimiento de la política estadounidense» contra la isla, pero también a las «insuficiencias internas».