Mendoza: Por qué se destinarán casi $2.000 millones mensuales en subsidiar dos servicios
El presupuesto del año que viene contempla un fuerte aumento en los subsidios a dos servicios: el transporte y la educación privada. Una señal del deterioro del poder adquisitivo.
06/10/2021 PROVINCIASEl presupuesto del año que viene contempla un fuerte aumento en los subsidios a dos servicios: el transporte y la educación privada. Una señal del deterioro del poder adquisitivo.
El Presupuesto es, además de un plan de Gobierno, un mapa de situación del estado en el que se encuentra la provincia. Y una forma de ver cómo se enfrentan las contingencias. El año que viene, por ejemplo, aumentan sensiblemente algunos subsidios que evitan aumentos o directamente sostienen actividades. En esa lista hay dos que son los más relevantes: los subsidios al transporte público y a la educación de gestión privada.
El año que viene para financiar a los colectivos se derivarán más de 1.000 millones de pesos por mes. En total se presupuestaron 13 mil millones de pesos en el llamado «Fondo Compensador del Transporte». Se trata de la principal caja del Estado para sostener el sistema y que tiene como destinatarios directos a los concesionarios. El Estado es quien administra y financia. Las empresas cobran por kilómetro recorrido y no participan de la preocupación por la recaudación. El costo se sostiene con tres vías. La principal fuente es el subsidio provincial. El Gobierno decidió engrosar ese ítem para evitar subas más fuertes en el precio del boleto. La otra fuente es lo que pagan los usuarios, es decir la tarifa. El boleto cuesta $28 pesos, pero el monto real es menor por las rebajas que hay para distintos sectores. El otro bolsón de recursos en menos previsible y son las transferencias del Gobierno nacional.
En realidad para el año que viene el Gobierno estipula gastar un 45% más que este año. El costo total del sistema superará los 20 mil millones de pesos. Además de los 13 mil millones de subsidio provincial, se calculan unos 3600 millones de la Nación. Otros 3200 millones vendrían de la recaudación por el cobro de los pasajes. El monto total pensado es 20.032.673.096 pesos. Es el servicio público más sensible y por eso también el más estudiado a la hora de transferir costos. En los últimos dos años no ha funcionado al 100% por la pandemia, pero se espera que en 2022 esté más cerca de lo convencional; también la ejecución completa del plan Mendotrán.
El deterioro del poder adquisitivo y las distorsiones en el manejo de los recursos se transparenta en ese sistema. Cuando comenzó el pago por kilómetro recorrido en el Transporte, las fuentes de financiamiento estaban equiparadas; era un 33% por cada sector (pago del boleto, aportes provinciales y aportes nacionales). Hoy el 70% lo aporta la provincia. La Nación, con los recursos de todo el país, subsidia directamente el transporte del Gran Buenos Aires; es decir la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Incluso el transporte multimodal que tienen (colectivos, subtes y trenes) tienen recursos federales.
Escuelas
El subsidio a las escuelas de gestión privada es el otro gran ítem del Presupuesto destinado a transferencias. Para el año que viene se prevé destinar más de 7700 millones de pesos a las 220 escuelas subsidiadas. En el proyecto de Presupuesto figuran aportes desde la DGE por 5.466.353.325 pesos y desde Hacienda por 2300 millones más. En ese caso el dinero se destina al pago de salarios en proporciones que van del 30% al 100%.
Las instituciones que reciben esos aportes también son reguladas por la Dirección General de Escuelas y tienen tope de cuotas en las áreas programáticas. Las cutas más baratas oscilan los 3400 pesos, pero hay algunas escuelas que tienen cuota cero. es decir son de gestión privada, pero los alumnos no pagan. También hay escuelas que tienen cuotas elevadas a pesar de los subsidios. En los terciarios, por ejemplo, se paga hasta 14 mil pesos por mes.
El equilibrio es complejo porque incluye lo que el Estado aporta, los costos y lo que las familias «pueden pagar». Allí entra en juego el proyecto educativo de cada institución. Las escuelas de gestión privada son parte del sistema y el área pública no tiene capacidad de respuesta para contener esa cantidad de alumnos. Por eso buscan que funcionen en equilibrio y diversidad por las opciones pedagógicas que se ofrecen. Allí hay otro punto de polémica, pues la mayoría de las escuelas tienen un perfil parecido al ser confesionales o tener impronta desde las iglesias.