Mendoza: El pueblo fantasma que sobrevivió al incendio en el sur
Una sola familia vive en verano en un paraje con escuela, centro de salud y destacamento policial. Historias mínimas detrás del fuego que afectó a General Alvear.
15/01/2018 MUNICIPIOSUna sola familia vive en verano en un paraje con escuela, centro de salud y destacamento policial. Historias mínimas detrás del fuego que afectó a General Alvear.
Un pueblo entero para una sola familia. En verano, ésa es la realidad del paraje de Corral de Lorca, a más de 100 kilómetros de la Ciudad de General Alvear, donde Juan Arce, su esposa, su hija y su nieto son los guardianes del centro de salud, la escuela y el destacamento policial del lugar. «Esto se reanima cuando vuelven las clases», contó el hombre que hasta hace 48 horas combatió cara a cara contra el fuego.
«Estoy mucho más tranquilo. Llovió algo y se apagaron todos los incendios. Yo anduve hasta el último día apagando y se nos volvía a prender; nos tuvo mal el fuego. No hay que tenerle miedo, pero tampoco, confiarse», relató Juan sobre las llamas que se acercaron hasta tres kilómetros de Corral de Lorca: «Acá se escuchaba el ruido como si estuviera a 100 metros, como un tren que se te viene encima».
Juan tiene 65 años y, además de haber trabajado en todos los campos de la zona, es el guardián del río Diamante, que abastece al único tanque de agua que hay en Corral de Lorca, adonde se llega después de transitar un camino de 40 kilómetros de médanos y ripio, oficialmente llamado «ruta 206». «Cobos hizo la escuela y el enripiado lo inauguró Jaque», recordó, orgulloso de una obra que consiste en una consolidación de camino para superar las contingencias.
En época de clases, son apenas 35 personas que viven en «Corral». Sin embargo, hace unos 20 años, el panorama era muy diferente. «La gente se fue cuando el tren dejó de pasar porque se quedó sin trabajo. Acá se cargaba la hacienda en el ferrocarril. Terminó eso y terminó todo. Hoy, algunos camiones no pueden entrar», recordó un acongojado Juan. «No me voy a ir nunca de acá. Me gustaría que mis hijos y nietos se queden», acotó.
Corral de Lorca es apenas uno de los «pueblos fantasma» que hay distribuidos en los 14 mil kilómetros cuadrados de General Alvear. Al respecto, no sólo las distancias representan un inconveniente para llevar servicios a los pocos habitantes de estos lugares, sino además las condiciones de caminos. Y es tarea del municipio dar cobertura de salud y educación, principalmente.
Corral de Lorca, La Mora, Ovejería y Canalejas son parajes que pertenecen al distrito de Bowen. Su delegado municipal, Hernán Climent, contó cuál es la tarea que lleva a cabo el municipio de General Alvear en cada uno de estos lugares.
La semana próxima, Climent regresará a la «Ruta Provincial 206» y -después de visitar a las hermanas Álvarez- llegará nuevamente a Corral de Lorca. Más allá de las necesidades de Juan y su familia, deberá cargar a su camioneta la basura que generaron los únicos habitantes actuales del paraje, entre los que está Thiago, el único niño que durante tres meses se divierte con la única pelota que hay en el pueblo.