Menores exigencias para cambios de domicilio favorecen fraude electoral en pueblos chicos de Córdoba

En los pequeños pueblos del interior aparecieron este año numerosos votantes totalmente desconocidos.

En los pequeños pueblos del interior aparecieron este año numerosos votantes totalmente desconocidos.

En varias localidades se observaron este año numerosos casos de nuevos votantes que alteraron los resultados finales.

Las nuevas y mínimas exigencias que rigen ahora para realizar cambios de domicilio y los cambios tecnológicos que actualizan rápidamente los padrones electorales han generado este año en distintas poblaciones del interior cordobés la sorpresiva aparición de centenares de votantes desconocidos para la mayoría de los habitantes de cada pueblo.

La irrupción de estos sufragantes foráneos terminó alterando los resultados de varios comicios de autoridades municipales o comunales en localidades donde las elecciones siempre se definían por pocos votos.

Aunque el fenómeno de los cambios de domicilio «truchos» no es nuevo y existe desde comienzos de la década de 1990, las nulas exigencias que rigen ahora para verificar si una persona se mudó o no a un pueblo han consolidado una preocupante tendencia electoral en varias zonas del interior cordobés.

Hasta no hace muchos años, los cambios de domicilio se hacían directamente en los pueblos donde se radicaban los nuevos votantes, con constancias escritas en los respectivos DNI. Los flamantes residentes debían presentar constancias de servicios a su nombre o simples testigos que acreditaban la residencia.

Con la complicidad de algunos intendentes y jueces de Paz o funcionarios de Registros Civiles se dieron en los años 90 varios de esos casos de cambios de domicilio irreales con fines electorales.

Estas prácticas fraudulentas se acentuaron este año porque cualquier persona puede informar en cualquier Registro Civil, de cual- quier pueblo, que se mudó a tal o cual localidad sin mostrar ninguna prueba de ello. Su simple declaración vale como comprobante de que vive en una determinada dirección, más allá de que eso no sea cierto.

Como los Registros Civiles informan de inmediato por Internet los cambios de domicilio a los Tribunales Electorales Federales de cada provincia, la inclusión en los padrones es inmediata. Este fenómeno puede darse hasta dos veces en el mismo año si las elecciones municipales se dan con algunos meses de diferencia favoreciendo el voto doble para el mismo cargo de numerosas personas.

En las internas justicialistas del pasado 26 de abril surgieron las primeras denuncias mediáticas de cambios de domicilios truchos en distintas poblaciones de los departamentos Minas y Pocho, dos de los menos poblados de Córdoba.

Por ejemplo, en San Carlos Minas la actual intendenta Miriam Cuenca denunció que el día de la interna llegaron a su pueblo 12 colectivos trasladando más de 400 nuevos votantes totalmente desconocidos para el común de los habitantes de la cabecera departamental. Todos ellos figuraban en el padrón electoral de ciudadanos independientes, pero ninguno residía en la localidad. En consecuencia, tenían el derecho a votar y así lo hicieron aunque poco sabían del pueblo en cuestión.

Un fenómeno similar se dio en distintas poblaciones de Pocho, donde la interna del PJ fue altamente conflictiva.

Hubo denuncias cruzadas de que se inscribieron nuevos votantes desde Córdoba o incluso de provincias vecinas sin que nadie supiera nada al respecto ni el Salsacate ni en las pequeñas comunas donde se sufragaba.

Este fenómeno que se dio en las internas abiertas del peronismo se repitió luego en las elecciones generales del 5 de julio, cuando varias poblaciones renovaron sus autoridades locales.

Incluso la presencia en los padrones de «nuevos ciudadanos» que nunca vivieron en varias comunas de Pocho pero que fueron incluidos tras los cambios de domicilio «truchos», derivaron en un conflicto judicial por los votos recurridos e impugnados para la elección de legislador departamental.

En la comuna de Estancia Guadalupe (departamento Minas), la elección del pasado 26 de julio derivó en denuncias cruzadas entre la reelecta presidente Nieves Vélez y su rival Silvia Grima por haber impulsado la incorporación al padrón de numerosos ciudadanos que nunca vivieron en este pueblo.

La diferencia final de sólo 19 votos en favor de Vélez dio paso a una apelación de Grima ante la Justicia Electoral provincial que el viernes pasado fue rechazada por dicho organismo.

En Malvinas Argentinas, el intendente Daniel Arzani denunció públicamente que el día de los comicios municipales -14 de junio- aparecieron en los padrones más de 1.300 personas que nunca vivieron ni residen actualmente en el pueblo y que nunca tramitaron el cambio de domicilio en el Registro Civil local. Es decir que se inscribieron en otras ciudades con el sólo fin de votar en esas elecciones.

También en julio se dio un caso sorpresivo en el Registro Civil de El Tío. Allí llegaron diez personas para tramitar el cambio de domicilio a Tránsito, una vecina población que aún no decidió la fecha de los comicios municipales. El trámite no fue aceptado porque todos los interesados dieron el mismo y sospechoso domicilio.

Esta realidad se ha repetido en varias poblaciones pequeñas sin que los partidos políticos danmificados pudieran hacer nada para solucionar el fraude.

Fuente: La Mañana de Córdoba