Municipales de Luján denuncian la posible «muerte o desaparición de un trabajador» para adoctrinarlos

Gabriel “Pato” Dunda habló de la posibilidad de muertes entre trabajadores, desapariciones y amenazas, dado el contexto en que se reclama por salarios por encima de la línea de pobreza.

Gabriel “Pato” Dunda habló de la posibilidad de muertes entre trabajadores, desapariciones y amenazas, dado el contexto en que se reclama por salarios por encima de la línea de pobreza.

Desde el ámbito de los trabajadores municipales alertan sobre los aprietes y amenazas que reciben a diario tras la huelga que desde hace más de un mes se experimenta en Luján con quite de colaboración, basura amontonada en cada rincón del distrito y la escandalosa contratación de empresas privadas para la prestación de servicios que desde siempre se realizaban por parte de la comuna.

“Los negocios son sabidos por todos”, confiesan funcionarios de carrera que se encuentran jaqueados entre el poder político y sus compañeros de trabajo, ya que son apretados por los jefes de área o división, puestos a dedo y sin experiencia, y esto hace que el funcionamiento de la estructura municipal se vea resentida entre los malos manejos del oficialismo además de los contratos basura que se suscriben “para hacerle el bolso a la Municipalidad”.

De esta manera, se lleva adelante una huelga total de trabajadores desde hace más de un mes, sin respuestas concretas para quienes reclaman salarios por encima de la línea de pobreza. Las incursiones del Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires no han sido con el objetivo de encontrar una solución sino muy por el contrario, se han agravado los enfrentamientos, tras lo que resultó ser la aprobación del Pacto Fiscal.

Por ello, los presuntos aprietes contra los manifestantes -quienes denuncian que los fotografían y les hacen saber que la pueden pasar mal si continúan con las medidas de fuerza- toman verosimilitud a partir de los “antecedentes” de algunos monjes negros que desde siempre se encuentran colgados de la estructura política lujanense, identificados por los municipales como “los colaboracionistas de la dictadura militar”, quienes “están acostumbrados a hacer desaparecer gente”.

Quien se refirió al tema fue Gabriel “Pato” Dunda, quien expresamente habló de la posibilidad de muertes entre trabajadores, desapariciones y amenazas, dado el contexto en que se reclama por salarios por encima de la línea de pobreza, cuando el intendente Oscar Luciani cobra cerca de 400 mil pesos mensuales y paradójicamente se encuentra “desaparecido».

Es que ya que nadie puede consultarle sobre esta y otras situaciones en las que se encuentran involucrados sus funcionarios, quienes cuentan con pesadas denuncias por malversaciones de fondos, direccionamientos de compras y hasta abusos sexuales en contra de nenas de 10 años a cambio de bolsas de comida. Por todo esto, Luciani se mantiene escondido de la mirada de los trabajadores y de la requisitoria periodística.

Fuetne: agencianova.com