Municipales de Madryn reclaman por la reducción de contratos laborales
04/11/2014 SINDICATOSEntre las medidas que adoptó el Ejecutivo municipal a fin de reducir gastos y en consonancia con la declaración de la Emergencia Económica en la ciudad, se determinó la baja de contratos laborales. Se trata de contratos que tenían vencimiento en este período del año y que por decisión del Ejecutivo no se renovarán. La medida no fue bien recibida por quienes quedarán sin empleo y se apostaron a las puertas del Municipio para reclamar y defender sus demandas.
Alejandro Pagani, a cargo del Ejecutivo, confirmó la semana anterior que se daría de baja más de 80 contratos, los cuales vencieron en octubre y fueron prorrogados hasta su análisis definitivo.
Este lunes una decena de personas se reunieron fuera del edificio municipal y a modo de protesta encabezaron un reclamo con quema de cubiertas. Los manifestantes, ahora ex trabajadores municipales de categoría 1º, sostenían que en primera instancia se había dicho que los empleados no iban a pagar las consecuencias de las malas gestiones realizadas por quienes dirigen el Estado Municipal y sin embargo a un mes de finalizar el año se quedan sin empleo, asegurando que hay empleados que ingresaron hace menos tiempo y no fueron despedidos o dados de baja.
“No entendemos por qué este recorte cuando en las reuniones anteriores habían dicho que no iban a tomar represalias. Ahora nos ponen en una situación muy complicada porque se acaba el año y nos quedamos sin la fuente laboral, cuando muchas de las mujeres que echaron son sostén de familia” expresó una de manifestantes.
La pregunta que nadie parece saber responder es, cuál ha sido el criterio utilizado en relación a la baja de contratos, dado que todo indica que no se reducirá la totalidad de la planta de contratados, por lo que conocer esa información es uno de los aspectos que con mucha cautela y a la espera de una respuesta de las autoridades respecto de la situación general de los trabajadores, esperan los gremios que responda el Ejecutivo.
Diálogo escaso
El titular de la Secretaría de Gobierno Pablo García, recibió a los manifestantes, pero de acuerdo a lo señalado por éstos, no hubo respuesta favorable a sus demandas.
“La mayoría de los compañeros llevaban entre 5 y 7 meses, pero también hay gente de 1 y 3 años. Lo que están haciendo es tomar represalia echando gente, el mes pasado fue una tanda ahora otra más, pero hay empleados, como la secretaria del señor Pagani que ingresó a planta en el mes de junio y ya cuenta con categoría 9º, cuando hay personas que llevan tres años y tienen categoría 2º” afirmó Edith, al asegurar que ningún concejal se acercó a ellos para brindarles apoyo como en otras oportunidades.
Sindicatos ausentes
Edith, aseguró que no cuentan con ninguna ayuda de los sindicatos, quienes al momento de haberles planteado la problemática lo único que les dijeron es que deben esperar a ver qué sucede en el futuro cercano, por lo que la protesta se llevó a cabo sin ninguna representatividad gremial. “Nosotros estamos sindicalizados, pero no tenemos ninguna respuesta por parte de SEyOM (Sindicato de Empleado y Obreros Municipales) y UPCN (Unión Personal Civil de la Nación). Los vamos a ver al gremio y nunca están, por lo que decidimos autoconvocarnos fuera del Municipio” señaló.
Esperando respuestas
Marcela Fanego, secretaria General del SEyOM, afirmó que todos los empleados del municipio que recurrieron a la entidad gremial denunciando inconvenientes laborales y baja de contratos fueron albergados, escuchados y ayudados por el sindicato. Sin embargo, Fanego reconoció que el Ejecutivo había anticipado las medidas y desde el SEyOM anticiparon que no avalarán despidos de trabajadores o bajas de contrato, pero en medio del actual escenario, tampoco ellos como representantes sindicales han tenido acercamiento con el Ejecutivo tras la declaración de la emergencia para conocer acabadamente las acciones que llevarán adelante.
Una vez más las calles de la ciudad son el escenario de reclamo de trabajadores que se quedan sin empleo, en un contexto socioeconómico incierto para la ciudad, donde crecen las demandas laborales y se desdibuja la presencia del Estado.