Neuquén: Secadores solares de alimentos para ayudar a los que menos tienen

Mariana Bergmann es neuquina y la creadora de este sistema ecológico. Ganó el primer premio en el Concurso Nacional de Mujeres Solidarias.

Mariana Bergmann es neuquina y la creadora de este sistema ecológico. Ganó el primer premio en el Concurso Nacional de Mujeres Solidarias.

Mariana Bergmann (39) es neuquina y diseñó junto a otras mujeres un secadero de alimentos solar, fácil de construir y que permitirá mejorar la calidad de la alimentación de los sectores carenciados y brindar una fuente laboral para muchos hogares.

Junto a su proyecto Soles de Esperanza fue premiada en el concurso nacional Mujeres Solidarias de la Fundación Avon. Un concurso que reconoce las iniciativas de desarrollo social para transformar la realidad de sus comunidades.

Hace once años que participa de los concursos que la fundación lanza para solventar las ideas de las ONG. En esta oportunidad de 150 proyectos, 10 fueron a votación. Como representante de la provincia de Neuquén, Bergmann presentó a uno de los ganadores que propone la construcción de secaderos solares para la obtención de productos vegetales comestibles , principalmente frutas y verduras.

Dicha actividad tiene el fin de trabajar la tema de alimentación saludable y de propiciar una salida laboral para los jóvenes que no están escolarizados, comercializando los excedentes producidos. Soles de Esperanzas es un “proyecto de vida” donde las mujeres aprenden un oficio, a comercializar, vender, generar autonomía y a valerse por sí mismas.

Desde 2016, coordina el proyecto AYUN de la Organización Pensar, que atiende las necesidades de barrios como Almafuerte, Cuenca XV, Los Hornitos, Valentina Norte Rural, Huilén e Hipódromo.

“Tantos años de estar en el barrio hace que uno pueda tener cierta estabilidad en el lugar y la gente sabe que estamos. Hay madres que las vimos crecer, entonces eso va generando que confíen en uno”, agregó Bergmann.

La ONG Pensar que coordina junto a su madre, y todo un equipo de voluntarios universitarios funciona desde hace 11 años. Está enfocada en el fortalecimiento de vínculos familiares, fundamentalmente entre madres y niños, trabajando desde un dispositivo lúdico para el apoyo en la crianza, propiciando el apego saludable. “Lo que fuimos notando desde los talleres que se implementaron es que mientras más temprano es la edad de la intervención, mejores son los pronósticos de desarrollo”, explicó.

Según los estudios de población gran parte de los sectores más vulnerables acceden a una alimentación basada en hidratos de carbono, y la nutrición necesaria no se satisface. Para Bergmann, a partir de este proyecto, no solo las madres y sus hijos tienen la posibilidad de cambiar esa situación, sino que al ser un producto a bajo costo, y a través de los talleres el objetivo es que puedan comercializar los vegetales secos y obtener una ganancia económica para su propio desarrollo.

En este momento son 12 las personas que acceden al taller y estiman sumar otras 30. Como son instrumentos pesados para trasladarse, el objetivo es que cada madre pueda llevárselos a su casa. “Nosotros ya veníamos trabajando con la Facultad de Ingeniería con el tema de energía solar. Nos juntamos y con la necesidad de las madres de poder generar autosuficiencia, nacieron los secadores” indicó Bergmann.

“El premio nos ayuda a estar tranquilos de que contamos con la solvencia para desarrollar todo el proyecto sin tener que limitarnos”. Mariana Bergmann, impulsora del proyecto Soles de Esperanza.

Ideas
150 proyectos se presentaron y 10 fueron a votación, entre ellos el de Bergmann que finalmente obtuvo el premio.

Fuente: Río Negro