«No pueden desaparecer sectores»

Mauricio Macri buscó rodearse de los sectores empresarios más afines para pedirles apoyo al proyecto de acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.

Mauricio Macri buscó rodearse de los sectores empresarios más afines para pedirles apoyo al proyecto de acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea. Mientras desde sectores manufactureros y del empresariado pyme arrecian las críticas a un tratado que podría suponer la desaparición de bloques completos de actividad, el Presidente insistió con las supuestas ventajas del entendimiento.

“En provincias que tienen presencia de industria automotriz, como Santa Fe, nos están manifestando la preocupación porque es uno de los sectores que aparece entre los más perjudicados por este tratado”, señaló el diputado nacional Agustín Rossi (Unidad Ciudadana). Sus declaraciones reflejan el estado de inquietud por el nuevo perfil del modelo productivo que se derivaría del acuerdo. Incluso entre quienes acompañan al gobierno de Cambiemos en este propósito, surgieron voces que reconocieron que hay sectores que van a desaparecer o reconvertirse. El complejo automotor, y en particular la industria autopartista, aparece amenazada por ese destino.

“En el debate del acuerdo Mercosur–Unión Europea surge la concepción de país que queremos: si es con todos y todas adentro, o con sectores que van a tener que desaparecer, como dice Gustavo Grobocopatel”, señaló en el mismo sentido Eduardo Fernández, titular de Apyme y candidato a diputado nacional por el Frente de Todos en Córdoba. “El tejido productivo argentino se compone por miles de empresas, estamos discutiendo en medio de la campaña con sectores concentrados de la economía, que quieren que Macri les otorgue más mercados. El cierre de más de 15 mil pymes lo dice todo, nos están dejando sin mercado interno”, agregó el dirigente pyme.

Si bien el virtual acuerdo comercial con la Unión Europea recién se pondría en vigencia una vez cumplidos trámites legales y parlamentarios que demandarán al menos un par de años, su sólo planteo instala la discusión. Si la perspectiva es que determinados sectores desaparezcan, eso ya define las inversiones a partir de hoy. Más aún si esos sectores ya atraviesan una crisis recesiva importante. Tal es el caso de la industria autopartista. Las últimas informaciones señalan que se multiplican los acuerdos de recortes salariales y suspensiones como alternativa para evitar despidos, ante una recesión que se sigue prolongando. Tal es el caso de la autopartista Magna, que acordó con Smata una reducción de la jornada laboral y de las remuneraciones para preservar 400 empleos. O de las terminales automotrices, que siguen manteniendo el régimen de suspensiones e inactividad de planta por días o semanas. En el caso de Renault, con planta en Santa Isabel (Córdoba), en el mes de junio trabajó apenas siete jornadas, y estima que continuará con el régimen de recortes de horarios y salarial (el 70 por ciento del personal de planta cobra el 65 por ciento de sus remuneraciones) por lo menos hasta marzo de 2020.

Fuente: Página 12