Nueva protesta estudiantil en Chile por estatización de la educación
Los estudiantes chilenos volvieron a enojarse y en la emblemática Plaza Italia de la capital realizaron un "sillazo" para denunciar que en el país "la educación sigue en crisis".
07/04/2017 EL MUNDOLos estudiantes chilenos volvieron a enojarse y en la emblemática Plaza Italia de la capital realizaron un «sillazo» para denunciar que en el país «la educación sigue en crisis».
Los jóvenes colocaron las sillas del mismo modo como cuando paralizan los centros estudiantiles y convocaron de esta manera a una nueva marcha el próximo 11 de abril. Durante la manifestación, gritaron consignas alusivas a las deudas millonarias que mantienen con los bancos al haberse acogido al Crédito con Aval del Estado para financiar sus estudios.
Simultáneamente rechazaron la reforma del Gobierno de Michelle Bachelet y pidieron ser escuchados antes del ingreso en el Congreso de un proyecto clave sobre educación universitaria. Uno de las razonse fundamentales de las protestas es el costo de una carrera universitaria en los planteles públicos y privados del país, que va desde 3.787 a 11.000 dólares anuales. Daniel Andrade, vocero de la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), explicó que «el Estado sigue manteniendo un abandono a sus propias instituciones, no solo de la educación superior sino que también de los colegios secundarios». Frente a las sillas de la Universidad Arcis -cerrada tras un fallo del tribunal que ordenó su liquidación forzosa por deudas por más de 12 millones de dólares- los estudiantes quisieron evidenciar también que la «educación pende de un hilo».
La representante estudiantil de Arcis, Sandra Beltrami, se quejó de no estar tratados como sujetos de derechos «sino como verdaderos usuarios».
«El 2011 -año de las multitudinarias movilizaciones pidiendo educación pública, gratuita y de calidad- había 400.000 estudiantes endeudados y hoy, 2017, podríamos tener más de 1.000.000 de estudiantes en deuda. Estamos en el medio de una crisis, que no mejora en absoluto con la Reforma del Gobierno», añadió Beltrami.
Sara Robles, vocera de los secundarios, planteó que el «país está presenciando la muerte de la Educación Pública» y apuntó a la «clase política» por «robar la plata de todos los chilenos antes que destinar fondos a un derecho social fundamental».
La Confech interpeló a la Ministra de Educación y exigió una respuesta a las indicaciones que presentaron hace dos meses: «Que deje claro con qué puntos está de acuerdo y con cuáles no, antes de ingresar este proyecto de ley al parlamento», afirmó Andrade.
Los voceros dijeron que la ministra Adriana Delpiano ha tenido una «gestión política errática.. ha ido profundizado la crisis en Educación» e impulsa una reforma que «no responde a los estudiantes ni mejora la calidad».