Para perforar los niveles de pobreza reclaman apuntalar el empleo formal y la educación

Un trabajo de la Fundación Mediterránea indica los dos pilares que son claves para romper con el piso de pobreza en torno al 35 por ciento

Un trabajo de la Fundación Mediterránea indica los dos pilares que son claves para romper con el piso de pobreza en torno al 35 por ciento

Los datos de pobreza que dio a conocer esta semana el Indec mostraron una sustancial merma respecto al relevamiento anterior. Concretamente, la cantidad de argentinos que no llegan con sus ingresos a cubrir la canasta total mensual pasó de 52,9% a 38,1% entre el primer y segundo semestre de 2024. Pero desde comienzos de 2020, cuando se ubicó en 40,9%, los niveles de pobreza fluctuaron entre un piso de 36,5% y un máximo de 41,7% que fue el cierre de 2023. A esos niveles regresaron ahora tras el estallido ocurrido por el salto devaluatorio y el fogonazo inflacionario de diciembre de 2023 y los meses siguientes. ¿Cómo seguir bajando esas cifras y continuar mejorando la situación social? La respuesta sugiere que será necesario implementar políticas de mediano y largo plazo junto con mejoras coyunturales. Y entre las políticas estructurales asoman dos con mayor fuerza: empleo de calidad y educación.

Es lo que remarca el último trabajo realizado por los economistas Laura Caullo y Federico Belich, responsables de la sección Social Laboral de la FundaciónMediterránea.

Allí hacen hincapie en que “el trabajo es la principal fuente de ingresos en los hogares argentinos: según los últimos datos de 2024, el 77,5% de los ingresos de los hogares urbanos proviene del empleo. Sin embargo, la pobreza sigue afectando con mayor intensidad a aquellos hogares cuyo jefe de familia está desempleado o trabaja en la informalidad, lo que limita sus oportunidades de progreso y seguridad económica”, explican los investigadores de la Mediterránea.

Y remarcan:“Para reducir la pobreza de manera sostenida, es imprescindible dinamizar el mercado laboral y promover la creación de empleo formal. Esto requiere modernizar la regulación económica, reducir las trabas a la contratación, fomentar la inversión en sectores con capacidad de generar empleo de calidad. Sin embargo, el desafío no es solo laboral, sino también educativo. La mejora del empleo demanda una transformación profunda del sistema educativo, garantizando que todos los jóvenes finalicen el nivel secundario con altos estándares de calidad”, explican Caullo y Belich.

En el informe destacan además que “es clave avanzar hacia un modelo de educación orientado al trabajo, en el que la formación técnica y profesional brinde herramientas concretas para la inserción laboral”.

En ese sentido, Caullo y Belich acalaran que “superar la pobreza no se logra únicamente con mejoras coyunturales en los ingresos, sino con políticas sostenibles que garanticen oportunidades reales de progreso. La generación de empleo y la educación deben ser los pilares de una estrategia de desarrollo social a largo plazo, que permita a más personas acceder a empleos de calidad y consolidar un sendero de movilidad social ascendente”.

Fuente: Puntal