Paraná: La necesidad empuja a los jóvenes a buscar trabajo sin planificar su futuro laboral

Esperanzados en cubrir alguno de los tres puestos vacantes en un local de comidas en Paraná, ayer concurrieron cientos de postulantes con su CV

Esperanzados en cubrir alguno de los tres puestos vacantes en un local de comidas en Paraná, ayer concurrieron cientos de postulantes con su CV

Tal como ocurrió hace dos semanas, cuando un restaurante de origen chino convocó a acercar su currículum vitae (CV) a quienes estuvieran interesados en ocupar alguno de los puestos vacantes en el local que abrirán en breve en calle 25 de Mayo, en Paraná, ayer un local de comidas rápidas recibió a cientos de postulantes esperanzados en ocupar alguno de los tres puestos de trabajo que necesitan cubrir.

El inicio de las entrevistas estaba pautado para las 10, pero hubo quienes llegaron varias horas antes. Tal fue el caso de Sebastián, el primero de la extensa fila que se formó en la intersección de Belgrano y Urquiza y se extendió por esta arteria hasta llegar casi a 9 de Julio. En su caso arribó a las 5, y paciente esperó a la intemperie en una jornada gris ser recibido por los propietarios del lugar para dejar sus datos y contar cuáles son sus antecedentes laborales.

Con dos hijos a cargo, hace un año mantiene a su familia haciendo changas y aspira a reinsertarse en un trabajo formal que le garantice los beneficios sociales que le arrebató la informalidad que avanza cuando el desempleo es recurrente.

En la cola la mayoría eran jóvenes de entre 18 y 30 años. Algunos buscaban su primer empleo y otros se acercaron procurando acceder a una oportunidad de tener un trabajo estable, luego de un tiempo de estar desocupados o subocupados. En muchos casos aseguraron que iban «a ver qué pasa» y pronunciaron repetidamente la frase «espero tener suerte», aún cuando lejos de ser una cuestión azarosa las búsquedas laborales están orientadas por lo general a un perfil determinado.

En un contexto en el que en la provincia se pierden en promedio 20 puestos de trabajo por día, la necesidad prima y la urgencia suele ser llevar el pan a la mesa. Así lo pensó Facundo Reynoso, de 24 años, cuando ayer a las 6.45 se sumó a la fila de aspirantes que ya se había extendido media cuadra. Padre de mellizas de corta edad, hace tres semanas se enteró de que no le renovaban el contrato en la estación de servicios en la que se desempeñaba desde hacía cuatro meses. «Sobraba personal», explicó a UNO, resignado, a la vez que contó que supo por Facebook que en el local de comidas necesitaban personal para la cocina y para atención al público y no dudó en presentarse:

«Vengo para cualquiera de los dos puestos. He trabajado en cocina y atención al público también por muchos años», aseguró.

Miguel Ramírez tiene 28 años y un hijo que va a cumplir 2. Tiene experiencia como cocinero y hace un año no tiene un trabajo formal, sino que ayuda a su tío panadero, que le da una mano. «Está difícil para conseguir trabajo. Entregué currículum en un par de lugares y no me han llamado», expresó.

Alexandra Benavídez se postuló para atención al público. Hace poco dejó de estudiar y a sus 22 años se dispuso a conseguir su primer empleo. «Estoy buscando mi primer trabajo y me enteré de esta convocatoria por las redes sociales. Llegué y vi que hay mucha gente», confió, previo a la entrevista en la que le preguntaron si tenía experiencia previa y le avisaron que cualquier cosa la volvían a llamar para una segunda entrevista.

Leonardo Ramírez, de 29 años, vio un aviso en un diario y asistió. «Llegué a las 7.15, aunque sé que la entrevista era a partir de las 10. Estoy buscando trabajo hace rato, el mercado laboral está pésimo porque no hay muchos lugares que busquen gente para trabajar. Yo tengo experiencia, pero hay quienes no la tienen y no les dan la oportunidad de trabajar», opinó.

Con 19 años, Lautaro Almada enseña fútbol en una escuelita a nenes de 6 y 7 años, pero quiere un trabajo estable y «en blanco», según comentó, y afirmó: «Busco un trabajo que me dé esta posibilidad». Y Guadalupe Montero, de 20 años, se enteró por las redes sociales y admitió que si bien es fotógrafa los fines de semana, necesita contar con un ingreso fijo, aún cuando esto signifique renunciar a su vocación. «Me enteré de esta convocatoria por Instagram y Facebook y vine. No me asombró que haya tanta gente, porque había más cuando llamaron para trabajar en el ex-Petra, pero no deja de sorprenderme que haya tantos chicos sin empleo», reflexionó.

Además hubo gente que superaba los 30 y fue a dejar su CV, como Daniel García, de 56 años, que llegó con su hija María Luz, de 18, con alguna expectativa de que ambos consiguieran trabajo, ya que a él lo despidieron hace un año y medio y hace changas, y ella está en una empresa de limpieza y quiere algo más estable. O Enzo Pezoa, de 37 años, que hace tres meses quedó sin trabajo luego de desempeñarse durante tres años en un supermercado: «La situación del país no está bien. Hay desempleo en todos lados y estoy buscando laburo en Paraná, pero también mando CV a Santa Fe, Rosario o donde surja algo», dijo, y agregó: «Cuando uno llega a cierta edad tiene menos expectativas de conseguir trabajo, pero soy optimista, porque la experiencia juega un punto a favor».

Por su parte, Marcos Berger, uno de los propietarios del local que realizó la convocatoria, contó a UNO: «No esperábamos esa cantidad de gente y nos sorprendió bastante. Habla de la falta de trabajo y la necesidad que hay hoy en día».

Requieren un planchero y un armador, y alguien para atención al público para un nuevo local que en breve abrirán en avenida Zanni al 1200. «La búsqueda está orientada a gente mayor de 18 que tenga muchas ganas de trabajar y no hay límite de edad, porque tenemos gente grande trabajando en la cocina y son excelentes empleados, así que eso no es un condicionante. Arrancamos a hacer las entrevistas y vimos muchos casos de personas que no tienen trabajo estable y hacen changas», refirió, y destacó: «Valoramos la predisposición. La experiencia no es algo fundamental y uno se da cuenta de las ganas que tiene alguien de trabajar y la actitud, que es lo que lo lleva después a aprender».

Sin planificación
Consultado sobre la amplia oferta laboral de los jóvenes, que supera notablemente a la demanda, Marcos Fontana, licenciado en Comunicación Social y consultor independiente de Recursos Humanos, analizó: «Lo que está ocurriendo es que más jóvenes priorizan trabajar en lugar de estudiar, sobre todo por una cuestión de necesidad y de contar con el dinero en lo inmediato, y no están pensando en proyectos a largo plazo».

Si bien observó que «el mercado laboral ofrece puestos de trabajo para los más jóvenes», aclaró que generalmente son vinculados a tareas de atención al público, labores administrativas y a los oficios, como mozos o cadetes. En este marco, evaluó: «Los jóvenes no proyectan su carrera laboral. No buscan formarse para crecer dentro de una empresa y en un futuro acceder a un cargo de gerente en ese lugar de trabajo. Se advierte que muchos no tienen objetivos y no planifican su futuro. Se manejan por la necesidad, a veces por las emociones, y hoy en día se piensa así: tener plata hoy y mañana veremos. Esto se da por una cuestión generacional pero también por esta necesidad que está presente, y se nota en las entrevistas si van a probar a ver qué pasa o si en realidad ese es el puesto que están buscando».

Fuente: Uno Entre Ríos