Parque Nacional Ansenuza: una historia de conservación

Al noreste de la provincia de Córdoba, se impone la laguna de Mar Chiquita como uno de los humedales más importantes a nivel mundial, por ser un ecosistema clave para la conservación de la biodiversidad.

Al noreste de la provincia de Córdoba, se impone la laguna de Mar Chiquita como uno de los humedales más importantes a nivel mundial, por ser un ecosistema clave para la conservación de la biodiversidad.

Se trata de la laguna salada más grande de Sudamérica y la quinta a nivel mundial. Córdoba tiene mar y en él se encuentra el 66 por ciento de todas las especies de aves migratorias y playeras registradas en la Argentina, nada menos.

Forma parte de la Ruta de las Sierras Centrales, una de las grandes rutas en las que Turismo de la Nación dividió al país para destacar sus maravillas naturales.

El área comenzó a protegerse en 1994, cuando Córdoba creó la Reserva Provincial “Bañados de Río Dulce y Laguna Mar Chiquita”. Luego, por el año 2014, la ONG Aves Argentinas presentó un proyecto oficial para crear el Parque Nacional Ansenuza, la máxima categoría de protección, por el alto valor biológico, paisajístico, cultural y científico del lugar.

Esta organización ambientalista, con más de 100 años de trayectoria en conservación de aves silvestres y naturaleza, tiene su Programa Tierras, encargado de la creación de parques nacionales y provinciales para conservar el patrimonio natural y cultural de Argentina.

Para entender la creación del futuro parque nacional que estará en tierras cordobesas hay que responder algunas preguntas clave.

ANSENUZA: ¿CÓMO NACE UN PARQUE NACIONAL?

Identificando sitios prioritarios y oportunidades, generando información técnica, promoviendo y apoyando políticas públicas para su protección y desarrollo sostenible vinculado al ecoturismo, interactuando estrechamente con las comunidades, emprendedores y los sectores privados y públicos.

En este caso, se viene trabajando en el desarrollo de Ansenuza como región. Las acciones de conservación empiezan por el relevamiento y monitoreo del estado de sitios claves y áreas de importancia, censos y monitoreos de aves, desarrollo ecoturístico como capacitaciones y fortalecimiento de los emprendedores y fomentando el turismo de naturaleza en la región de Ansenuza.

¿POR QUÉ CONSERVAR ANSENUZA?
La respuesta rápida y con orgullo, sería porque es el lago salado más grande de Sudamérica y quinto en el mundo, pero además tiene características que la hacen única: 1.000.000 hectáreas de extensión de humedal donde se concentra casi el 36% de la avifauna del total del país -380 especies de aves registradas- y el 85% de las 447 especies de aves de la provincia-; funciona como modulador de clima de la zona y retrasa el cambio climático; habitan alrededor de 450 especies de aves y mamíferos con diferentes grados de vulnerabilidad, como el aguará guazú; es importante para las aves playeras migratorias siendo un lugar donde hacen una parada obligada en su viaje entre hemisferio norte a hemisferio sur; en su agua salada -70 gramos de sal por litro de agua- y fango hay un turismo de bienestar con terapias miorrelajantes que curan enfermedades de la piel como la psoriasis, la artrosis, reumatismo.

A todas estas razones se le suma la importancia de ser el hábitat de tres especies de flamencos: el Flamenco Austral que es el que habita todo el año. Ansenuza es el lugar donde está la colonia más grande del mundo, y se han llegado a contar entre 350.000 individuos. La Parina Grande y la Parina Chica migran: en verano se van a los Altos Andes y en invierno bajan a la laguna. Los flamencos se comportan de una manera única: se alimentan nadando, único lugar del mundo en que lo hacen. En la Mar de Ansenuza encuentran su alimento: un crustáceo llamado artemia -que le da el color rosado-.

TRES CATEGORÍAS DE CONSERVACIÓN

La categoría máxima de “Parque Nacional” abarca 185.939 hectáreas de cuerpo de agua en su estado natural. Al lado, 475.477 hectáreas tendrán la categoría de “Reserva Nacional” como zonas de conservación, donde cada obra y servicio se ejecutará en la medida que sean compatibles con modelos de desarrollo sustentable. Por último, 384.584 hectáreas continuarán bajo la categoría de Reserva Provincial.

¿POR QUÉ UN PARQUE NACIONAL?
Más allá de que será un área natural protegida, hará que la zona tenga desarrollo local, inclusión y generará puestos de trabajo. Disminuirá la estacionalidad del flujo turístico, aumentará la visibilidad de la región a nivel internacional y fomentará mejoras en infraestructura para la comunidad y el turismo.

PUEBLOS INVOLUCRADOS
Eduardo González, Juan Carlos Mendoza, Carolina Villegas y Sofía Fernández Valdés, del equipo del Proyecto Parque Nacional Ansenuza del Programa Tierras de Aves Argentinas, se encuentran trabajando actualmente en 13 localidades para el desarrollo del destino: La Para, La Paquita, Morteros, Balnearia, Brinkmann, Altos de Chipión, Marull, Comuna de La Rinconada, Colonia San Pedro, Sebastian Elcano, Colonia Vignaud, Seeber y Miramar de Ansenuza. Si bien, esta última tiene una costanera directa a la Mar Chiquita, las otras están construyendo su propia identidad entorno al futuro Parque Nacional.

Hoy ya se encuentran inaugurados tres de los seis portales de acceso: La Para, La Paquita y Morteros.

¿QUÉ FALTA AHORA?
En agosto 2021 se aprobó por unanimidad en la Legislatura de Córdoba el proyecto de Ley N° 10.775 por el cual la provincia le cedió al Estado Nacional el dominio y la jurisdicción ambiental sobre terrenos situados en torno al Mar de Ansenuza y los bañados del Río Dulce, para la creación del Parque Nacional Ansenuza y la Reserva Nacional homónima.

Se espera que por Ley del Congreso de la Nación se apruebe la cesión de jurisdicción y se cree el parque.

¿QUÉ HACER EN ANSENUZA?
Se pueden hacer paseos náuticos con avistaje de aves con Excursiones Michelutti ($1.500). Se puede visitar el Gran Hotel Viena y escuchar sus historias paranormales ($300). Turismo aventura remando en kayaks al atardecer con Mira Kayak ($1.500).

Se pueden recorrer senderos fáciles como el “Mirador Lomita de los Indios” en Miramar o trekking moderado en La Para. Se puede ir a La Paquita por una merienda piamontesa en Chacra Rosa Amarilla de Meli. En El Bajo, se puede realizar una cabalgata con asado criollo.

¿Dónde dormir y comer? Hay varias opciones de alojamientos en Miramar. como el Ansenuza Hotel Casino Spa, El Mistolar y La Aldea EcoPosada. Se puede probar la gastronomía local en Don Prego o Parrilla Los Amigos. Hay dos platos típicos locales: pejerrey y nutria.

Fuente: Voy