Un paso más cerca de la reunificación
Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo encabezaron ayer un encuentro conjunto de las centrales que conducen y se comprometieron a dar un paso al costado. Los nombres que suenan para conducir la CGT.
04/06/2016 El PaísHugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo encabezaron ayer un encuentro conjunto de las centrales que conducen y se comprometieron a dar un paso al costado. Los nombres que suenan para conducir la CGT.
Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo encabezaron ayer un encuentro conjunto de las tres CGT y le dieron otra puntada al acuerdo por la reunificación de la central sindical: se comprometieron a dar “un paso al costado” para facilitar la designación de una única cúpula cegetista en un congreso que fue convocado para el próximo 22 de agosto. Hasta entonces el sindicalismo se debatirá entre la conveniencia de designar un secretario general o una conducción colegiada y se multiplicarán también los nombres de los posibles candidatos, aunque hay dos que picaron en punta y están en la mira de todos como los dirigentes con más chances de quedar al frente de la CGT: Héctor Daer (Sanidad) y Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento).
El escenario de la reunificación de la CGT será el estadio de Obras Sanitarias. Allí se reunirá el congreso en el que los distintos espacios sindicales sellarán el próximo 22 de agosto su reconciliación. El lugar y la fecha –elegida para conmemorar un nuevo aniversario del renunciamiento de Eva Perón a su candidatura a la vicepresidencia, en 1951– fueron confirmados por el Congreso Central Confederal que Moyano, Caló y Barrionuevo encabezaron ayer en la sede de la central sindical de la calle Azopardo y que reunió a dirigentes de las tres CGT. Durante el encuentro no sólo se llamó a “la unidad de la totalidad de los sectores gremiales”, sino que también se formularon críticas a las políticas implementadas por el gobierno de Mauricio Macri (ver aparte).
En las deliberaciones también participaron dirigentes del Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA), que hasta ahora se mostraba reacio a sumarse al proceso de reunificación del gremialismo. “Nunca me fui, siempre estoy volviendo”, salió del paso el taxista Omar Viviani ante la consulta sobre su presencia en el cónclave y aseguró estar “completamente de acuerdo con el proceso de unidad”. En ese espacio sindical sobresalen los mecánicos de Smata, al mando de Ricardo Pignanelli, y la Unión Ferroviaria, liderada por Sergio Sasia.
El Confederal de las tres CGT sesionó al término de otro que hizo la central encabezada por Moyano. Fue allí que el camionero anunció que dejará la conducción cegetista una vez que concluya su mandato. “Me voy con las convicciones intactas”, aseguró Moyano y parafraseó también una de las máximas peronistas, que acuñó Evita el día de su renunciamiento: “Renuncio al cargo, no a la lucha.” Su mandato al frente de la CGT Azopardo vence el próximo 14 de julio, aunque será prorrogado hasta el 22 de agosto. A tono con la sintonía que hoy exhibe con Caló y Barrionuevo, el camionero destacó que “es imprescindible la armonía del conjunto” y convocó a consolidar “la unidad”.
Caló también se pronunció por la unidad y detalló que “lo importante, más allá de que en agosto se elija conducción de forma consensuada o un triunvirato, es que los gremios estén juntos”. El líder de la CGT Alsina y del gremio metalúrgico (UOM) añadió que los actuales tres secretarios generales de las centrales “entendieron hace mucho tiempo que debe haber una sola CGT, lo que era imposible de lograr hasta ahora porque cada uno tenía o respaldaba a un candidato político distinto, pero eso ya terminó”. Caló tiene mandato como secretario general de la CGT Alsina hasta el próximo 3 de octubre, pero adelantó que renunciará antes del congreso en el que se concretará la reunificación de la central sindical.
Barrionuevo, jefe de la CGT Azul y Blanca y del gremio gastronómico, se comprometió también a dar un paso al costado. “En la futura conducción de la CGT deben participar las nuevas generaciones”, señaló.
La discusión en torno a la integración de la nueva cúpula cegetista no formó parte del temario del Confederal, aunque obviamente estuvo presente en los diálogos informales entre los sindicalistas. En el encuentro hablaron Schmid, Daer, Andrés Rodríguez (estatales) y Sergio Palazzo (bancarios), entre otros dirigentes sindicales. Todos ellos son mencionados en mayor o menor medida como candidatos a secretario general o a formar parte de una conducción colegiada. En esa lista también figura Carlos Acuña (obreros de estaciones de servicio), quien cuenta con el auspicio del sector de Barrionuevo.
Daer enfatizó que el cónclave fue “un primer paso trascendente hacia la unidad” y que “ese proceso es un combo y comienza por la madurez de la dirigencia, que debe generar un instrumento de interlocución social con el gobierno, los empresarios y otros sectores, porque la unidad no se concibe con el objetivo tan pequeño de convertir a la CGT en una herramienta opositora”. El referente del gremio de la Sanidad es uno de los que suena fuerte para conducir la CGT a partir de su reunificación. Es respaldado por la CGT Alsina y tiene el apoyo de los “Gordos”.
Schmid, el otro que sobresale por sus chances en la lista de posibles candidatos, es nominado por la central que conduce Moyano. “El movimiento obrero es factor ineludible en la suerte y destino del país. La CGT debe ser el pivote sobre el que gire el futuro de la Argentina”, señaló Schmid, y añadió que se cierra “una etapa que interpela y desafía a todos porque las divisiones no fueron solo fruto del personalismo sino que la dirigencia clausuró el camino de la unidad en más de una ocasión y cometió muchos errores”.
Sus nombres, como los demás, seguirán sonando de ahora al 22 de agosto. Hasta entonces se discutirá también acerca de qué formato debería tener en esta nueva etapa la cúpula de la CGT. Las opiniones están divididas entre quienes plantean elegir un secretario general para reafirmar el actual modelo de conducción y los que promueven un cuerpo colegiado de tres integrantes, o incluso cuatro, para contener a todos los sectores y minimizar enojos que conspiren contra la unidad.